Cómo ahorrar fácilmente

Ahorro

En este artículo podrás informarte acerca de

Ahorrar. Esta pequeña palabra con un significado tan grande se convierte en propósito cada principio de año o cada comienzo de curso, a la vuelta de las vacaciones, para la mayoría de los adultos.

A fin de cuentas, los humanos no somos tan diferentes, todos perseguimos nuestros sueños y a todos nos gusta poder ahorrar y cumplir los propósitos que nos marcamos, ya sea en enero o en septiembre. 

Conseguir “rascar” unos euros de un lado y de otro para ahorrar de cara a la Navidad o para poder afrontar la vuelta a la rutina que supone el otoño, por ejemplo, no es una tarea difícil si logramos organizarnos y llevar a cabo una serie de consejos que no tienen porqué suponer un gran cambio en nuestro estilo de vida. Además, cambiar algunos de nuestros hábitos e invertir en el futuro, también puede derivar, tarde o temprano, en un gran ahorro y esto conviene tenerlo en cuenta. 

En un momento de incertidumbre económica como el actual, es muy difícil conseguir asegurarse un dinero que nos sirva de colchón de emergencia y que se mantenga en nuestra cuenta bancaria para el mes siguiente. Y es que, aunque tengas el pensamiento de ahorrar, de repente ves esos descuentos tan golosos en electrodomésticos, ropa, decoración… que menguan nuestro dinero y aparece el riesgo de perder los ahorros.

A la hora de planificar tus finanzas personales, tienes que tener en cuenta que hay más cosas aparte de guardar el dinero en el banco, muchas alternativas que nos pueden ayudar, como los depósitos bancarios, los fondos de inversión o los planes de pensiones. Pero además de estas tan conocidas hay otras maneras de poder ahorrar.

También hay descuentos y magníficas promociones en seguros de ahorro.

Una de ellas son los seguros de ahorro, un tipo de producto de ahorro que puede ser muy interesante para muchas personas.

 

¿Qué es un seguro de ahorro?

Un seguro de ahorro es un producto que ofrecen las compañías aseguradoras y produce una rentabilidad media anual que se garantiza al cabo de un periodo de tiempo. El asegurado se compromete a abonar una prima periódica que no podrá rescatar durante el periodo de tiempo estipulado en un contrato y se pueden aportar de dos formas.

Prima única

Por la que la persona asegurada aporta todo el capital desde el principio del contrato.

Prima periódica

Por la que se aportan primas de manera regular: mensualmente, trimestralmente o anualmente.

Eso sí, tienes que saber de antemano que un seguro de ahorro no es un depósito.

Sí que es cierto que un seguro de ahorro comparte algunas de las características de los depósitos a plazo fijo, ya que son productos con un vencimiento fijo y con una rentabilidad garantizada. Sin embargo, hay dos grandes diferencias entre ellas.

  • Los seguros de ahorro no tienen una garantía como los depósitos que están respaldados por el Fondo de Garantía de Depósitos. 
  • Los seguros de ahorro son productos que ofrecen las aseguradoras, y los depósitos los comercializan los bancos.

Y es que nunca es tarde para comenzar a invertir en el futuro, no se sabe cuándo lo vamos a necesitar y esto también es ahorro, además de una inversión en tranquilidad. 

Además de todo lo citado, veamos una serie de consejos que podemos tener en cuenta si queremos empezar a ahorrar. Además, si conseguimos crear el hábito para continuar realizando estos pequeños esfuerzos a lo largo del año, sin duda, el propósito de ahorro se convertirá en todo un éxito.  Vamos a verlo.

Formas fáciles de ahorrar

Limitar las salidas de ocio

Si salir no es necesario, podemos “cortarnos” cuando nos sea posible. Durante los meses de primavera y verano, no solemos decir que no a un plan con amigos en una terraza al caer la tarde, una cena al aire libre o cualquier otro plan que suponga un gasto, por pequeño que sea. Ahora, con la llegada del otoño y si pretendemos ahorrar, deberíamos evitar un exceso de este tipo de salidas, al menos durante septiembre y octubre. De esta forma, habremos evitado gastar un dinero que puede venirnos muy bien en Navidad o incluso para reservar las vacaciones del año siguiente con tiempo. 

Hacer planes en casa

Al hilo del punto anterior, no salir no quiere decir que no podamos disfrutar de planes en la mejor compañía. ¿Por qué no hacerlos en casa? Si algo hemos aprendido en la pandemia es a disfrutar de nuestros hogares. Si aún así queremos salir y seguir disfrutando del buen tiempo, podemos pensar en hacer planes teniendo contacto con la naturaleza y el deporte en lugar de ir al teatro o a un restaurante varias veces al mes. 

Comprar el material escolar antes de las vacaciones de verano

… o durante las mismas puede suponer un gran ahorro durante el otoño, ya que no habrá que destinar un desembolso considerable de una vez y justo al llegar de vacaciones. Así también estaremos evitando estrés innecesario con la temida y a la vez deseada vuelta al cole.

Organizar tu armario durante el cambio de temporada

Y si crees que tienes poca ropa, realiza búsquedas en la red para preparar estilismos con todas aquellas prendas que sí tienes en casa. Verás cómo parece que tienes mucha más ropa de la que crees. 

Esperar a las rebajas de noviembre

El también llamado Black Friday es buen momento para realizar cualquier compra de tipo abrigos o calzado, los precios suelen bajar durante esas fechas y todavía no habrá entrado de lleno el frío. Además, también es buen momento para adelantar regalos de Navidad.

Hacer listas para todo

Planifica un único día semanal o quincenal para salir a hacer la compra. Si todos los días pasamos por el súper, al final de mes supone un considerable gasto, ya que habremos comprado mucho más de lo que necesitamos y habremos caído en más caprichos innecesarios. 

Vender todo aquello que no necesitas en el mercado de segunda mano

En la actualidad hay infinidad de aplicaciones y portales web para hacerlo, solo tienes que elegir la más conveniente para ti y ponerte en marcha. Lo que no sirva para vender, dónalo.

Salir a caminar o a correr mientras continúe el buen tiempo

Si sabes que no vas a tener constancia durante el año, no te apuntes al gimnasio ni a ningún centro deportivo similar. Mejor corre o camina por tu cuenta y de esta forma estarás creando un hábito sin el que ya no podrás pasar. Una vez llegue el frío, si no puedes soportar salir a ejercitarte a la calle, apúntate al gimnasio o a las clases que consideres. Habrás creado un hábito sin gastar dinero durante el otoño. 

Mucho cuidado con la energía

Trata de controlar el consumo innecesario en el hogar, últimamente estamos siendo testigos de subidas históricas de la luz. Cambia toda la iluminación de tu hogar por luces led y elige una comercializadora que ofrezca una tarifa afín a tu estilo de vida para tratar de reducir en la medida de lo posible la factura de la luz actual. 

Evitar poner la calefacción a la primera de cambio

Una vez se vayan acercando los días de frío, antes de encender la calefacción sin pensar más allá, usa ropa cálida en casa, saca las mantas para el sofá y prepara tu hogar con los textiles necesarios para hacer frente a los meses más fríos del año. Si puedes evitar tener ese gasto durante unos días o semanas más, tu factura de gas, luz o cualquier otro combustible, lo notará a fin de mes. 

Se trata de ir realizando pequeños cambios en el día a día para ir abaratando gastos de un lado y otro. 

Si además de seguir estas pautas, quieres dar un paso más, te contamos otras formas en que puedes seguir ahorrando, gracias a los seguros.

¿Qué tipos de seguros de ahorro existen?

En la actualidad, existe un importante número de productos a través de los cuales se materializan los seguros de ahorro.  Hay que tener en cuenta que no todo el mundo tiene el mismo perfil de ahorrador. Las características de cada persona implican unas necesidades diferentes, que hay que valorar y que hacen que un producto de inversión sea o no el adecuado.

Un buen profesional te ayudará a tomar buenas decisiones, pero te ofrecemos un pequeño adelanto de lo que puedes encontrar:

  • Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS): es un tipo de seguro de ahorro a largo plazo, a través del que queda garantizada una renta vitalicia para el tomador si llega a la edad que se estipula en el contrato. 
  • Unit Linked: están considerados como un híbrido entre seguros de ahorro y de inversión, donde el ahorrador designa en qué activos quiere invertir. 
  • Planes de Previsión Asegurados (PPA): son seguros de ahorro individuales a largo plazo y garantizan al titular un tipo de interés y un capital cierto a la fecha de vencimiento de la garantía.
  • Seguros de rentas vitalicias: este producto asegura que el titular recibirá una renta periódica durante los años que viva, a partir de un cierto momento.
  • Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP): este tipo de seguros ofrece un tratamiento fiscal favorable si se cumplen las condiciones establecidas. Si el capital no supera los 5.000 euros anuales y el plazo es de al menos 5 años, su rescate estará exento de tributación. 

¿Cuáles son las verdaderas ventajas fiscales de estos seguros?

Los seguros de ahorro son una buena fórmula si deseas ahorrar dinero de forma eficaz con vistas a futuro y hacer que crezca de forma segura.

Una de las características de los seguros de ahorro es que dan una rentabilidad que generalmente suele superar la de los depósitos a plazo fijo. Además, dependiendo del tipo de producto que se contrate, nos podemos beneficiar de ventajas fiscales.

Otra de sus ventajas es que parte de ese dinero va destinada a una póliza que cubre el fallecimiento del asegurado con un capital extra que aporta la compañía a sus beneficiarios. 

 Aún hay más formas en que podemos ahorrar por nuestra cuenta.

Vamos a añadir una última alternativa con la que conseguiremos, si lo hacemos bien, automatizar el ahorro de modo que no nos demos cuenta de que lo estamos haciendo.

¿Conoces el preahorro?

Es un método de ahorro que se realiza de manera automática y podrás ahorrar cada mes sin preocuparte, aunque seas un poco despistado u olvidadizo. ¿Cómo se consigue esto? Pues como dice el refrán, quien evita la tentación, evita el peligro. Este es un método más “de andar por casa”, si quieres llamarlo así, pero en lo que consiste básicamente es en apartar dinero cuando lo recibes, en lugar de pagar todo e intentar ahorrar de lo que te queda a final de mes. Lo mismo que pagas tus recibos o facturas cada mes, considérate un proveedor más, y separa una cantidad para ti: eso será tu ahorro mensual (o bimensual, trimestral... tú decides). Es como crear una cuenta que puedes llamar “oculta”. Si no ves lo que hay, no tienes tentaciones de disponer de ese dinero.

Los pasos son sencillos:

  • Decides la cantidad que deseas ahorrar cada mes una vez hayas organizado tu presupuesto de manera que tus gastos queden cubiertos. Echando un vistazo a tus gastos e ingresos de los últimos meses, eliges cuánto separar para ahorrarlo y no tendrás que modificar el ritmo de vida que llevas. Otra opción es decidir qué cantidad a ahorrar previamente sin hacer tu presupuesto mensual. Un cinco, un diez por ciento de tu sueldo, o algo más: tú eres quien mejor sabe de qué prescindir en caso de que sea necesario hacerlo, todo sea por ahorrar. No te pases, siempre es mejor empezar por poco y luego aumentar la cantidad si puedes hacerlo, porque si tienes que renunciar a muchas cosas de tu vida actual por ahorrar más dinero, esta estrategia te durará poco tiempo y querrás tirar de ese “colchón”. 

  • Saca esa cantidad de tu cuenta, apártala de tu vista: hazte una nueva cuenta (que incluso no veas en la primera pantalla al abrir tu banca online). Intenta que no te cobren comisiones por esta cuenta y que si surge un imprevisto importante puedas usar ese dinero. 

  • Ordena transferencias automáticas: de esta manera, podrás olvidar que ese dinero ha llegado a tus manos; es como imaginar que de pronto, tu sueldo se ha reducido en 50 euros (o 25, o 100… lo que tú elijas). No lo tienes, no lo gastas. Y como has automatizado este paso, en cuanto tu nómina entre en tu cuenta, se transferirá el importe elegido a la cuenta adicional, de manera que ya no lo tendrás disponible para tu día a día: ya estás ahorrando. 

Como verás, cualquiera de las opciones enumeradas es fácil y te permitirá gastar sin tener que pararte a pensar tanto, ya que habrás ahorrado antes de empezar. Eso sí, si un mes aún te sobra, enhorabuena: estás en el buen camino para ser todo un ahorrador.