Tipos de planes de pensiones
En este artículo podrás informarte acerca de
Todo llega. Quizá haya llegado ya el momento de empezar a pensar en la jubilación y en cómo complementar la pensión a la que tendremos derecho al final de nuestra vida laboral con unos ahorros que nos permitan mantener, al menos, el mismo nivel de vida que teníamos mientras trabajábamos.
Este es el objetivo principal de los planes de pensiones, servir como herramienta de ahorro para cuando se produzca el momento de nuestra jubilación. En la actualidad, existe un buen número de planes de pensiones entre los que podemos elegir, por lo que desde El Corte Inglés Seguros queremos ayudarte a identificar las diferencias entre unos y otros, de manera que puedas elegir aquel que mejor se adapte a tu perfil.
Planes de pensiones según el promotor
Esta es la primera distinción que podemos hacer, de acuerdo con quién sea el promotor del plan. Así, un plan de pensiones se considera de empleo cuando el promotor es la empresa para la que un trabajador presta servicio. La empresa reserva una parte del salario del trabajador para que se convierta en la aportación al plan de pensiones gestionado por ella. Por su parte, el trabajador también puede efectuar aportaciones al plan.
Otro tipo de plan de pensiones de grupo es el plan de pensiones asociado: se trata del tipo de plan que se crea desde asociaciones de trabajadores, sindicatos o colegios profesionales. Los titulares son los miembros de estos gremios o los afiliados y son los únicos que pueden hacer aportaciones al plan.
Según el promotor, el plan de pensiones puede ser, también, individual. En este grupo, se encuentran los planes que cualquier persona puede contratar directamente con la entidad financiera o aseguradora de su elección.
Planes de pensiones según la obligación
Una segunda división de los planes de pensiones la encontramos de acuerdo con las obligaciones que se estipulan en cada uno de ellos.
Así, un primer grupo lo forman los planes de pensiones de aportación definida, en la que el contrato recoge la cantidad que se irá aportando al plan y que en el momento de producirse la jubilación dará lugar a la prestación correspondiente.
Contar con la ayuda de un experto es clave para elegir el tipo de plan de pensiones que mejor se adapte a tu perfil
En el grupo contrario podemos encontrar los planes de pensiones de prestación definida, en los que se observa el acceso a determinado capital una vez se produzca la jubilación del trabajador y de acuerdo a su vida laboral, se estima cuál será la aportación necesaria para alcanzar dicha prestación.
También en este grupo podemos encontrar planes de pensiones mixtos, en los que se define una aportación para determinado evento, mientras que se puede definir una prestación concreta para otros eventos. No son, en cualquier caso, los más habituales.
Es interesante señalar que los planes de pensiones que antes nombrábamos como de empleo o asociados tienen la posibilidad de optar por cualquiera de las dos obligaciones mostradas, mientras que en el caso de los planes de pensiones individuales sólo podremos optar por la obligación de una aportación definida.
Planes de pensiones según la relación rentabilidad – riesgo
A priori, los planes de pensiones no están pensados como un producto propio de inversión, sino más bien como un producto de ahorro, al que no le gusta verse sometido a los vaivenes de precios que sufre la bolsa. A pesar de todo, y dependiendo de la edad laboral en que nos encontremos, tenemos la opción de optar a diferentes planes de pensiones que darán mayor o menor rentabilidad según su exposición al riesgo.
Podemos encontrar los planes de pensiones de renta variable, que ofrecen una rentabilidad más alta, pero a riesgo de perder una parte de la inversión, ya que invierten en productos bursátiles como las acciones y los ETF. Este tipo de plan de pensiones puede estar dirigido a trabajadores que aún tienen mucha vida laboral por delante y mucho tiempo por tanto para remediar posibles pérdidas.
En el otro extremo de la balanza se encuentran los planes de pensiones de renta fija, que ofrecen una rentabilidad mucho más baja, pero a cambio no se exponen a grandes riesgos, invirtiendo en productos tales como las letras del tesoro, o los bonos y obligaciones del Estado. Estos planes están pensados para aquellos trabajadores que se encuentran en la etapa final de su vida laboral, y que buscan por tanto la seguridad en la inversión.
Tenemos también planes de pensiones mixtos, en los que se produce una inversión tanto en renta fija como en renta variable. La exposición al riesgo varía de acuerdo a la edad laboral del trabajador; cuanto más próxima queda la edad de jubilación, menor exposición al riesgo se debe tomar, y por tanto, se debe ir moviendo la inversión hacia los productos de renta fija.
En España contamos con una modalidad de plan de pensiones que se denomina plan de ciclo vital. Se trata de un plan de pensiones que va cambiando de forma automática su exposición al riesgo a medida que se acerca la fecha de jubilación del trabajador. La ventaja que proporcionan es que el trabajador no necesita ocuparse de la evolución de la inversión o de cambiar el modo de inversión del plan, ya que este evoluciona de manera automática. Así, tenemos la seguridad de estar gestionando siempre nuestro plan de pensiones de la forma más adecuada a nuestra vida laboral.
Por último, podemos nombrar los planes de pensiones garantizados, en los que por contrato se garantiza un capital que se irá aportando al plan, y una rentabilidad. Dicha rentabilidad se hará efectiva en el momento en que se tenga acceso al plan, y sólo puede estar garantizada si el capital no se retira antes de esa fecha.
Es cierto que escuchar la palabra “garantizado” es algo que psicológicamente tranquiliza a quien está pensando en contratar un producto de este tipo, pero recuerda que son muchos los planes de pensiones entre los que puedes elegir el tuyo. Solicita la ayuda de un experto que pueda echarte una mano teniendo en cuenta en qué momento vital te encuentras para asegurarte de que escoges el mejor.