Cómo rellenar un parte del seguro de coche

Queramos o no y más en nuestras ciudades, cargadas con un tráfico demencial en muchos momentos, llenas de coches, motos y furgonetas con conductores de todo tipo y condición, en algún momento nos veremos en la necesidad de dar un parte de accidente a nuestro seguro de coche. Y es que no es difícil, como estamos diciendo, sufrir un accidente de carácter leve, que habitualmente se salda con una abolladura, un capó doblado, un parachoques que se descuelga, o un espejo retrovisor que queda colgando de la puerta. Como decíamos, es una situación que, sumando las condiciones en las que nos ponemos a conducir en las grandes ciudades, es fácil que ocurra. 

Sin embargo, si preguntamos a los conductores, la mayoría nos dirán que no saben cómo hay que rellenar un parte amistoso de accidente. Vamos a tratar de dar respuesta a esta duda.

Ante todo, es fundamental hacer un esfuerzo por mantener la calma. Puede que hayamos chocado en un momento en que vamos camino del trabajo con prisa, o hay que dejar a los niños en el colegio y continuar el día, y ya solo el hecho de tener que bajarse a ver el alcance de los daños nos produce cierta molestia. A eso hay que añadirle el susto que nos llevamos cuando recibimos o damos un golpe. Si además nos encontramos con que el otro conductor nos increpa, no mantiene las formas, o directamente nos culpa de la situación, se genera el caldo de cultivo más adecuado para que no seamos capaces ni de encontrar el papel a rellenar. 

Un parte de accidente debe rellenarse correctamente, asegurándonos de que todo queda reflejado con la mayor exactitud posible

Centrémonos en el parte que vamos a intentar rellenar, mantengamos la calma y la cortesía, hagamos que sea lo más fácil posible para todos y sumémonos a ese tercio de conductores que tras un accidente son capaces de rellenar un parte amistoso de accidente. 

Son pocos los datos realmente necesarios para rellenar un parte amistoso, así que prestemos atención para poner cada cosa en su lugar y no tener que tachar algo que quizá después sea ininteligible y pueda ralentizar el proceso.

Es importante que la letra sea clara, ya que todo esto va a necesitar ser comprendido por terceras personas. Verificaremos que los datos son correctos, ya que es primordial para facilitar la identificación por parte de las aseguradoras.

En primer lugar, rellenaremos todos los datos de cada vehículo, cada conductor y cada póliza. Hay que prestar atención a la corrección en las matrículas, los números de las pólizas, y los documentos de identificación de los conductores. 

Lo señalaremos con una flecha que indicará dónde se ha recibido el golpe, y pasaremos a detallar los daños producidos en el vehículo. A continuación, disponemos de un apartado en el que podremos incluir alguna observación.

En otra sección debemos señalar los datos básicos del suceso, con una identificación clara del punto exacto en el que ha tenido lugar, el tipo de vía, el número o el punto kilométrico en el que hemos tenido el accidente. Los instrumentos GPS que muchos llevamos en nuestros teléfonos móviles o en los propios vehículos pueden ser de gran ayuda para esto. 

Además, debemos hacer constar la fecha y hora a la que ha tenido lugar el accidente, ya que puede ayudar si es necesario buscar testigos del siniestro.

Tendremos que identificar a los posibles testigos y en el caso de que existan daños personales deberá identificarse a las víctimas, del mismo modo que, de haber provocado daños materiales en el mobiliario urbano, o a otros vehículos que estuvieran aparcados, también deben hacerse constar.

Finalmente, hay un bloque central en el que se describen las circunstancias del suceso. Es primordial detallar estas circunstancias, a la hora de permitir que las aseguradoras identifiquen al responsable del accidente, pero no es necesario que uno de los conductores quede identificado como tal en el documento. Serán las compañías aseguradoras las que lleven a cabo esta labor tras el análisis de los datos aportados por los conductores. 

Cada conductor puede señalar su versión de los hechos, siempre manteniéndose cerca de la realidad, y finalmente cada conductor debe firmar el parte y quedarse con una copia de este. Tras esta firma, no debe haber modificaciones posteriores, ya que serán identificadas por las compañías aseguradoras y pueden incluso jugar en nuestra contra. 

A veces, por falta de tiempo o por cualquier otra razón, el contrario no quiere hacer el parte amistoso de accidente. En este caso, tienes derecho a llamar a la Policía o a la Guardia Civil para que medien en la situación y levanten atestado de lo que ha sucedido. Recuerda que, aunque no haya habido daños personales de gravedad, el parte amistoso es imprescindible para que las aseguradoras puedan dirimir de quién es la responsabilidad y sepan de qué deben hacerse cargo.

Si habéis rellenado el parte, pero pasan días y nadie te contacta, puedes sospechar que no se lo ha entregado a su compañía de seguros así que si pasa el tiempo, contactas con tu compañía y no les consta haber recibido esa información, tendrá la misma validez un informe de los hechos redactado por la policía.

Por eso es tan importante que en caso de que la otra persona no quiera rellenar el parte, no reconozca los hechos o una situación que por lo que sea, no te dé confianza, llames a la policía para tener ese atestado que puedes necesitar en algún momento.

Tener la cabeza fría y la mente clara nos ayudará en la redacción e identificación de los detalles a incluir en cada sección del documento. Sabemos que disponemos de una póliza con una aseguradora que se va a ocupar, cuando menos, de los daños ocasionados al otro vehículo y si no hemos ocasionado nosotros el accidente, la póliza del conductor con el que hemos chocado se encargará de nuestro coche, por lo que al final todos estos inconvenientes se verán resueltos. 

Mantener la calma es imprescindible para rellenar un parte amistoso correctamente

No alterarnos, sobre todo si esa es la actitud del contrario, será fundamental para pensar con claridad y poder rellenar el parte de la manera más ajustada a la realidad posible, así como para no equivocarnos en alguno de los puntos que debemos completar.

En un parte amistoso de accidente, cada una de estas letras representa a un conductor, y en el documento encontrarás cada una de ellas asociada a un color diferente (amarillo o azul). Ten en cuenta que si en tu parte, tú eres el conductor A, en el parte del contrario debes serlo también, para no llevar a confusión. No importa si eres A o B, lo que importa es que en ambos partes tus datos se reflejen en el apartado destinado para la misma letra.

Lo mejor es ponerse de acuerdo en quién será el conductor que corresponda a cada letra, aunque en algunas ocasiones, si los dos conductores están de acuerdo, se rellena un solo parte y se entrega a la compañía, que será quien contacte con la compañía contraria. 

Una vez cada conductor tenga su copia del parte, dispondrá de siete días para hacérselo llegar a la compañía con la que tenga su seguro de coche. Después de esto, es tarea de la aseguradora contactar con el perito que valorará los daños, negociar con la compañía contraria, reparar el vehículo y, si corresponde, indemnizar.

Si no se alcanza un acuerdo de tipo amistoso, habría que pasar a poner una denuncia, para lo que tenemos ciento ochenta días de plazo. Si no se admite, tendremos un año para decidir si reclamamos civilmente. Si tienes la cobertura de Defensa Jurídica en tu seguro de coche, es el momento de usarla. Si dudas si se incluye en tu póliza, quizá sea el momento de comparar seguros de coche y hacer un cambio a mejor.

Piensa que hasta un 25% de todos los partes de accidente presentados quedan sin resolución porque se envían a las compañías con errores. Un parte que está mal rellenado no tiene validez, por lo que será como si no se hubiese firmado. 

Una declaración amistosa de accidente que se ha rellenado correctamente agiliza de forma notable todo el proceso de cobro de indemnizaciones, así que debemos tratar de rellenarla de la mejor forma posible. Toma nota de los fallos que más se repiten, para hacerlo bien y no perder tiempo.

Uno de los errores más comunes es que la letra sea ininteligible, por lo que las compañías no pueden identificar al vehículo o al conductor de forma satisfactoria. Asegúrate de que se leen perfectamente la marca y el modelo del coche, y especialmente la matrícula de este. Te recomendamos que uses letras mayúsculas, será mucho más fácil de leer.  

Otro de los errores habituales es no proporcionar toda la información necesaria, o hacerlo de forma imprecisa. Recuerda que es importante el croquis que se haga del accidente, debe reflejar correctamente cómo se ha producido. Puede ser buena idea que se aporte alguna fotografía, de manera que el croquis se pueda apoyar con imágenes que muestren el resultado final del accidente. 

Rellenar un parte amistoso puede agilizar enormemente los trámites entre aseguradoras

Asimismo, si en el apartado de las circunstancias no encontramos recogida la que más se acerque al accidente que hemos tenido, es preferible dejarla en blanco y reflejarlas en el apartado de “observaciones”.

También son de vital importancia las firmas de cada conductor. Si no estás de acuerdo con lo que refleja la declaración, no firmes, ya que una vez firmada se da por aceptada la información que presenta, y es muy difícil cambiarla. Recuerda que tu firma no significa la aceptación de culpa, y que determinar la responsabilidad del accidente será un proceso que tengan que llevar a cabo las compañías aseguradoras.

Aunque el parte amistoso de accidente es la forma más fácil y rápida de arreglar este tipo de situaciones, sólo un tercio de los conductores termina usándolo. Quizá porque muchos conductores, pensando en sus pólizas, se preguntan cuánto sube el precio por dar un parte. Pero esta es, sin duda, la forma más rápida de arreglar la situación, ya que se trata de un contrato amistoso entre dos partes, en las que quedan identificados los daños y las partes, y se agiliza así el trabajo de las compañías aseguradoras teniendo acceso a las compensaciones necesarias con mucha más prontitud. Un parte amistoso de accidente puede quedar resuelto en una semana, mientras que no usarlo puede suponer que la situación se demore hasta un mes. 

Evidentemente, si das muchos partes (sobre todo si eres el culpable del accidente), sean o no amistosos, estarás engordando tu historial de siniestralidad (para mal), y estarás costando más dinero a la compañía que un conductor que no da partes o da muy pocos. 

También irás perdiendo las bonificaciones que pudieras haber acumulado y esa es otra razón de aumento de precio de tu seguro de coche. 

Así que sé prudente en la carretera, sigue las normas de tráfico y circula con seguridad, para evitar en la medida de lo posible tener un accidente (primero y más importante, por tu integridad física y segundo, para evitar posibles subidas en el precio de tu póliza).

De todos modos, con la antelación prevista por ley, tu aseguradora debe notificarte el cambio en el precio de tu seguro, dándote plazo suficiente para buscar nuevas opciones si no estás de acuerdo con la nueva propuesta.

Si nos toca rellenar un parte amistoso, es fundamental situarnos en la carretera de manera que no provoquemos un choque en cadena o un segundo accidente; no son pocos los casos en los que uno de los conductores resulta herido de gravedad al quedarse en la vía pública en una posición en la que el resto de los conductores no pueden verle a tiempo de evitar una segunda colisión. No está de más tomar algunas fotografías antes de retirar los coches, pero siempre después de haber señalizado correctamente la presencia del accidente y después de habernos puesto los chalecos de emergencia.