Bruxismo: tratamiento y soluciones
En este artículo podrás informarte acerca de
Seguro que en más de una ocasión has oído hablar del bruxismo y puede que, aunque puedas llegar a intuir qué es, no estés completamente seguro. Hoy vamos a hablar de esta dolencia que aqueja a un porcentaje de la sociedad más alto de lo que puedas pensar.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un trastorno no funcional, bucodental y mandibular -en la mayoría de los casos involuntario- que muchas más personas de las que pensamos padecen cada día a causa, principalmente, del estilo de vida estresante en el que la sociedad vive hoy en día, sobre todo en las grandes ciudades. Según diversos estudios, se estima que 7 de cada 10 españoles sufren este trastorno y, por tanto, todos sus síntomas derivados. Aunque no es una patología definida como grave, sí puede llegar a ser bastante molesta y, en ese caso, precisa de diversos tratamientos relacionados para poder poner freno a las sensaciones que ocasiona, así como a las causas que la originan. Disponer de un completo seguro de salud es, en estos casos, un arma fundamental para (siempre dependiendo de las coberturas contratadas en la póliza) poder optar a revisiones bucodentales, psicológicas o de fisioterapia sin largas listas de espera…
El bruxismo puede presentarse tanto de día como de noche y tanto de manera voluntaria, como involuntaria, es decir, que el sujeto no se da cuenta de que le está sucediendo. Esto último pasa, sobre todo, por la noche y durante el sueño. Las dos principales formas en las que se representa este trastorno son:
- Céntrico (apretando): se da cuando el sujeto realiza movimientos como si fueran bocados, chocando o apretando los dientes superiores e inferiores con cierta brusquedad. Este movimiento suele realizarse tanto de manera consciente como inconsciente y se da principalmente durante el sueño. Habitualmente, la persona que hace esto mientras duerme no es consciente de ello y, solo se da cuenta cuando otra persona se lo comenta o porque comienza a padecer síntomas como los que vamos a detallar a lo largo de este artículo.
- Excéntrico (rechinando): se da cuando los dientes de arriba y abajo se juntan y la mandíbula tiende a girar hacia los lados, es decir, a rechinar. Suele producir un sonido desagradable.
Como hemos comentado, ambas situaciones pueden darse tanto a lo largo del día y de forma consciente, como de noche, aunque, es cierto que es un trastorno que se da con más frecuencia durante las horas de sueño.
El bruxismo puede aparecer a cualquier edad, siendo más frecuente en jóvenes y adultos, aunque también puede darse durante la niñez, cuando comienzan a caerse los dientes de leche para dar paso a las nuevas piezas dentales.
Qué lo causa y cuál es el tratamiento
Esta patología puede estar originada por diversas causas, pero la principal es de índole emocional y viene causada por el estrés y la ansiedad. Cuando hay algo que nos inquieta o nos mantiene en niveles altos de estrés de forma continuada, puede que cuando nuestro cuerpo esté relajado, nuestra mente no lo esté tanto. Por ejemplo, mientras dormimos, el organismo puede reaccionar apretando o rechinando los dientes para liberar el estrés o las sensaciones que una determinada preocupación o miedo puedan generar, de alguna forma. Es un síntoma muy frecuente en personas que padecen trastornos relacionados con la ansiedad.
Además de ser un síntoma de problemas emocionales, el bruxismo puede darse también a causa de determinados cambios en el estilo de vida, llevar una alimentación no demasiado saludable, no practicar ningún tipo de deporte que ayude a liberar endorfinas o incluso algún problema relacionado con la salud bucodental o mandibular. Como en todos los trastornos o enfermedades, determinados factores genéticos también pueden ser causantes de su aparición, aunque, en términos de bruxismo tanto diurno como nocturno, nos atrevemos a considerar que la principal causa viene determinada por el estrés emocional.
El bruxismo se asocia en la mayoría de los casos al estrés y la ansiedad
Para acabar con el bruxismo, lo principal es tratar el problema de base causante de todo, en este caso el problema de base suele ser de origen emocional, por ello, la terapia psicológica siempre será beneficiosa para el paciente. Si es ansiedad o estrés, tratamientos de índole cognitivo-conductual pueden derivar en la completa curación o, al menos, en aprender a gestionar y entender las sensaciones físicas que provienen de determinados pensamientos.
Usar férulas de descarga ayuda a relajar la musculatura de manera que se atenúen los dolores de cabeza y de mandíbula.
Por último, acudir de forma periódica al fisioterapeuta hará que los músculos regresen a su estado natural y, por tanto, contribuirá a reducir los dolores musculares del rostro y también los dolores de cabeza. Se trata de aliviar la tensión de forma manual.
Combinar estas tres especialidades es crucial para poner fin al problema. Eso sí, no se logra de un día para otro, requiere semanas y la propia voluntad del paciente.
¿Para qué sirven las férulas?
Mientras se ataja el problema de base, lo principal es tratar de controlar o eliminar los dolores musculares de la cara y el desgaste de las piezas dentales, así como proteger las encías. En este caso, ayuda mucho usar férulas de descarga, unos elementos que se realizan a medida en la clínica dental y que evitan que las piezas dentales se desgasten cuando hagamos algún movimiento brusco.
El bruxismo en niños
Los síntomas que se asocian al bruxismo en niños son bastante reconocibles y muchos padres se dan cuenta rápidamente. El más característico es rechinar los dientes, aunque puede darse el caso de que se aprieten o se golpeen los dientes intermitentemente.
El dolor mandibular, de cabeza o inflamación leve puede acompañar al bruxismo, que se asocia generalmente al estrés, la ansiedad o la tensión emocional, igual que sucede en la edad adulta.
El tratamiento del bruxismo en niños pasa también por cuidar el factor psicológico y el campo de las emociones, pero para poder minimizar los efectos que causa en los dientes, se emplean también férulas de descarga que reducirán el daño dental y el dolor y la sobrecarga en la mandíbula.
Síntomas de bruxismo
A veces, la persona que padece bruxismo no es consciente de ello porque aparece durante el sueño y, si nadie le avisa, puede comenzar a sospechar cuando los principales síntomas físicos que origina este trastorno se den de forma continuada. Normalmente, suele ser el médico de cabecera o el dentista el que, tras escuchar la sintomatología, sugiere que puede venir ocasionado por apretar o rechinar los dientes. En otras ocasiones, es algún familiar el que avisa al sujeto de que ha estado haciendo sonidos con la boca mientras dormía, además de sonidos incoherentes, no funcionales y un tanto estresantes.
Además del sonido, algunos de los síntomas que pueden hacernos ver que padecemos este trastorno son:
- Dolor en la mandíbula o en los músculos de la cara como el ATM o en el cuello. Además, podemos tener sensación de dolor en las cuencas de los ojos, sienes e incluso frente. A veces, puede confundirse con los dolores derivados de la sinusitis.
- Pérdida de piezas dentales o desgastes y fisuras en las piezas. Esta suele ser una de las señales más llamativas. Además, las encías también pueden lanzar determinadas señales como desgaste, irritación o sangrado.
- Dolor o hipertrofia al masticar. Los músculos trabajan tanto que, cuando queremos usarlos de forma funcional, están tan agotados que duelen.
- Sensibilidad dental ante la ingesta de alimentos fríos o calientes.
Mitos y verdades, ¿qué es verdad y qué mentira?
De todo lo que se oye acerca del bruxismo, hay cosas que son ciertas y otras que son más mito que realidad. Veamos qué debemos creer de todo ello.
Es verdad que el principal causante del bruxismo es el estrés, que puede hacer que nuestros dientes se descoloquen o que se estropee el esmalte, que también la alimentación y el sueño intervienen, que podemos incluso llegar a perder piezas dentales y que sus síntomas incluyen dolor de cabeza, de oídos e insomnio.
Por el contrario, que apretamos los dientes solo cuando nos enfadamos (en realidad lo hacemos de forma involuntaria y, por tanto, incontrolable), que no se puede curar, que afecta solamente a los dientes, o que por la noche es imposible que suceda, son los mitos que circulan acerca del bruxismo y que, por todo lo que se ha expuesto más arriba, sabemos que esa información no es cierta.
Cómo te puede ayudar el seguro de salud si tienes bruxismo
Si acabas de darte cuenta de que lo que te pasa es que tienes bruxismo, puede ser el momento de hacer una comparativa de seguros médicos para ver cuál te ofrece las mejores coberturas para lo que necesitas.
Piensa que especialidades como odontología, fisioterapia, psicología, o relacionadas con ellas, estarán a tu alcance para que puedas comenzar a tratar esta patología y cuides así tu salud, previniendo males mayores en un futuro.