Qué es la amniocentesis, riesgos y beneficios

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La amniocentesis es una prueba médica que se realiza a las embarazadas que, aunque es bastante conocida, suscita todo tipo de temores debido a su carácter invasivo. Suele ser un examen voluntario y es la propia madre la que en última instancia ha de decidir si la prueba se lleva a cabo o no.

Este estudio se realiza durante el embarazo, normalmente entre las semanas 16 y 22, cuando ya hay suficiente líquido amniótico y el riesgo de aborto se reduce considerablemente; antes, se hará una prueba que determine la posición del feto y de la placenta, para poder actuar con seguridad.

¿Qué es la amniocentesis?

La amniocentesis - término que proviene de amnios, la bolsa que encierra al líquido amniótico, y centesis, que significa pinchazo- es una prueba de las que conocemos como invasivas, ya que es necesario llegar hasta el útero pinchando la bolsa que contiene al bebé con una aguja, atravesando para ello el abdomen de la madre.

Esta punción se realiza en condiciones de asepsia quirúrgica, durante todo el proceso se está controlando mediante una ecografía y lo que se hace es extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico -normalmente se suele tomar una muestra de entre 14 y 20 cc-.

El bebé se desarrolla en el cuerpo de la madre rodeado de ese líquido amniótico. Esta sustancia es la que permite que el feto pueda permanecer dentro de las paredes del útero, amortiguando posibles golpes y evitando, por tanto, lesiones que pudiera sufrir. Además, le proporciona un acolchamiento también frente a la posición de los órganos de la madre, que al avanzar el embarazo y ganar tamaño el bebé, se recolocan y en ocasiones pueden presionar al bebé. Además, contiene también otros elementos que son necesarios para el normal crecimiento del bebé, así como células que se desprenden de su cuerpo.

La amniocentesis permite la obtención de información muy importante en el diagnóstico prenatal

La prueba permite extraer información prenatal con el fin de estudiar posibles trastornos en el feto, lo que se conseguirá tomando esa pequeña cantidad del líquido amniótico que rodea al bebé y le protege. Uno de los motivos más habituales para decidirse a someterse a ella es poder determinar si el bebé viene con una anomalía en sus cromosomas, como trisomías o monosomías, que indiquen la existencia de determinados síndromes o afecciones que pueden hacer que ese niño lleve una vida diferente y, en algunos casos, complicada. 

Gracias al análisis del valioso líquido amniótico se pueden detectar varias cosas:

  • Si existe alguna sustancia que indique que el bebé puede presentar alguna enfermedad, como la alfafetoproteína, por ejemplo, que se eleva en caso de sospechar la existencia de una espina bífida.
  • Se pueden analizar las enzimas de su metabolismo para comprobar que son normales: glucogenosis, enfermedades metabólicas, etc.
  • Si hubiera indicios de infecciones fetales.
  • Posibles alteraciones de la sangre del feto, como la incompatibilidad de Rh.
  • Se analizan las células del feto que se obtienen para detectar cualquier anomalía de origen cromosómico, aunque el resultado suele requerir unos cuantos días o incluso semanas.
  • Si el pulmón del bebé está madurando como corresponde.
  • Examinar a través de la orina del bebé si ha eliminado sustancias que puedan levantar sospechas de algunas enfermedades.

Riesgos y beneficios de la amniocentesis

Como la mayoría de estas acciones, la realización de pruebas médicas conlleva algunos riesgos, que hay que sopesar para la obtención de los beneficios que a su vez nos reportará. 

A pesar de los riesgos, los beneficios de esta prueba pueden hacer que cada vez más mujeres se sometan a ella si así se lo recomienda su ginecólogo

Hay que pensar que cada vez los avances son mayores y que las pruebas de este tipo, aunque tengan implícito un riesgo, son del mismo modo cada vez más seguras para madre e hijo.

Riesgos

  • Posibilidad de que ocurra una rotura de la bolsa amniótica, que puede traer como consecuencia contracciones y se sufra una pérdida del feto.
  • Presentación de sangrado, dolor abdominal o pérdida de líquido. Ante estos síntomas debes acudir al médico con urgencia. También en aras de controlar que todo sigue su curso normal y que la prueba ha ido correctamente, se debe realizar una ecografía a la semana de la amniocentesi.
  • Si la madre padeciera algún tipo de infección, como hepatitis C o VIH, puede transmitírsela al bebé durante la punción.

Beneficios

A pesar de ser una prueba de riesgo, en la mayoría de los casos los beneficios superan a los riesgos que se puedan presentar. 

  • La seguridad y fiabilidad de los resultados obtenidos. A diferencia de lo que sucede con la prueba llamada triple screening, cuyos resultados arrojan un índice de probabilidad, los de la amniocentesis son totalmente fiables y suponen un paso certero a la hora de aislar e identificar posibles malformaciones y trastornos.
  • La posibilidad de poder tomar medidas y buscar todos los recursos disponibles para revertir o tratar la situación, si se pudiera. Con todo, los padres que, a pesar de recibir un resultado inesperado, decidan llevar a término la gestación, podrán reorganizar y planificar su futura vida y la de su familia. 
  • Por el contrario, si se decide interrumpir la gestación, dentro de los límites establecidos para ello, contar con un seguro médico puede hacer que te sometas a este momento con mayor tranquilidad, obteniendo después un seguimiento cercano y personalizado.

¿La amniocentesis duele?

Este procedimiento dura normalmente una media hora y se pueden dar dos escenarios: que la madre note cierta presión o una sensación de punzada durante la prueba o, por el contrario, que no sienta ningún tipo de dolor ni molestia.

¿Cuándo se recomienda la amniocentesis?

Al conllevar ciertos riesgos, como hemos explicado, no es una prueba que se recomiende a todo el mundo. Que el especialista indique a la madre la necesidad o recomendación de someterse a ella viene dado por diferentes factores, como su edad -cuanto mayor es la gestante, más se eleva el riesgo de que el feto presente anomalías cromosómicas- o los antecedentes familiares. 

Además de estos dos, el resultado de los marcadores obtenidos con las distintas pruebas que de rutina se llevan a cabo en las primeras semanas de embarazo es una razón de peso para realizar o no la amniocentesis. 

Con toda esta información, corresponde a la madre en última instancia tomar la decisión de asumir los riesgos de esta intervención para vivir el resto de su embarazo con la tranquilidad de saber que todo está yendo bien y eliminar cualquier sospecha acerca del futuro estado de salud de ese niño nonato, o incluso de su supervivencia.

¿Cuánto tiempo de reposo es necesario después de la amniocentesis?

Después de una prueba como la amniocentesis, se debe guardar reposo durante las 48 horas siguientes a la toma de la muestra, aunque el riesgo de aborto se cuantifica en un 1% de las mujeres que se someten a la prueba, en un embarazo normal, y en menos de un 3% si se trata de un embarazo gemelar. 

¿Los seguros médicos cubren la amniocentesis?

Aunque gran parte de las aseguradoras del ramo de la salud contemplan entre sus coberturas la realización de la amniocentesis, pueden solicitar para ello un pago añadido a la prima en caso de decidir someterse a una. Si tu seguro de salud la incluye, puede que este coste se refiera a la posibilidad de que cuando hagan la prueba se utilicen técnicas rápidas para el diagnóstico.

Precio de la amniocentesis

Si no tienes seguro médico, el precio puede elevarse hasta cerca de los mil euros, por lo que, si estás pensando en tener un bebé, ha llegado el momento de usar un comparador de seguros médicos y elegir el tuyo, si aún no cuentas con una de estas pólizas.

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