Qué es el dolor neuropático
En este artículo podrás informarte acerca de
Un dolor de alta intensidad, que dura en el tiempo y, aparentemente, sin motivo. El dolor es un fenómeno necesario, ya que es la señal de que nos alerta ante algo que no está funcionando como debe en nuestro cuerpo. ¿Pero qué pasa cuando no es así y aparece sin ninguna señal alarmante? Te presentamos el dolor neuropático.
En nuestro país y según la Sociedad Española de Neurología, hay más de tres millones de personas sufriendo dolores neuropáticos, y de estos, casi el 80% lo sufren de manera crónica. La realidad es que la mitad de las consultas atendidas por la atención primaria se dan con motivo de algún dolor, y de estas, la cuarta parte es por dolores neuropáticos.
¿Qué es el dolor neuropático?
El dolor neuropático viene dado por una lesión de tipo primario o una disfunción de nuestro sistema nervioso, que curse con afectación y/o destrucción nerviosa. Cada vez son más los pacientes que se diagnostican con este dolor y es creciente este problema, ya que su calidad de vida se ve mermada en muchos sentidos.
Aunque aparentemente todo parece estar correcto, el daño está camuflado en los nervios por lo que es muy difícil de ver y, por tanto, de diagnosticar. De hecho, pueden pasar incluso meses desde que el paciente empieza a percibir los síntomas hasta que le dan el diagnóstico final.
Esta patología afecta de manera significativa la calidad de vida de quienes lo sufren, tal y como afirman casi el 90% de los pacientes, y se da en mayor medida en edades comprendidas entre los 45 y los 65 años. Además, suele acompañar a otras patologías, como depresión, ansiedad y trastornos del sueño.
Ejemplos
El dolor neuropático puede ser consecuencia de alguna de estas razones:
- Un nervio presionado por un tumor
- Por una rotura discal en la columna vertebral
- Por la presión sobre un nervio en la muñeca provocando síndrome del túnel carpiano
- Por una lesión de tipo nervioso, como la diabetes mellitus o el herpes zóster
- Si el encéfalo o la médula espinal no procesan correctamente el dolor, pueden enviar señales alteradas que causen un dolor neuropático
- También se da dolor neuropático en algunas personas que sufren la amputación de un miembro y siguen sintiéndolo después, lo que se conoce como dolor del miembro fantasma
Así te puede ayudar un seguro de salud si tienes dolor neuropático
Las causas del dolor neuropático no se conocen con exactitud, aunque sí hay casos en los que se puede aproximar una causa. Hay factores que pueden hacer que la intensidad del dolor se incremente y perdure más, como la preocupación, habiéndose referido que aquellos pacientes que se preocupan mucho, notan más dolor.
Si notamos algún tipo de dolor que nos resulta extraño o difícil de identificar, debemos citarnos con nuestro médico. Si cuentas con un seguro de salud, la atención y el acceso a los especialistas será mucho más rápido. Recuerda comprobar las carencias en tu póliza de salud, ya que en algunos casos puede ser considerada como una patología preexistente y no estar cubierta, al menos, durante los primeros meses desde que contratas tu nuevo seguro médico.
Síntomas y tratamiento
Las personas que lo padecen lo describen como continuado, punzante y que produce quemazón. Nuestro cuerpo puede darnos algunas pistas a las que debemos estar atentos:
- Es un dolor que produce sensación de quemazón, pero también puede tenerse sensación de frío. De hecho, la misma persona puede sentir ambas cosas en momentos distintos.
- Se asemeja a una descarga eléctrica.
- Funciona por episodios y puede ser intermitente.
- Puede producir adormecimiento o hipersensibilidad en la piel.
En ocasiones, llega a cronificarse, si bien el tratamiento mejora el dolor y la calidad de vida del paciente.
Al estar provocado por nuestro sistema nervioso, si este funciona de una forma que no es la normal, confundirá estímulos que estén dentro de la normalidad con dolorosos. Es decir que, frente a estímulos que a priori no resultarían molestos a una persona, como la temperatura o el tacto, nuestro cuerpo sí los percibe como dolorosos y, por tanto, el dolor pierde su función natural como señal de alerta y protección.
Si se detecta que el dolor está en línea ascendente, es decir, que cada día molesta más al paciente y con mayor frecuencia, la ayuda farmacológica puede ser la mejor opción.
Debemos acudir al médico para obtener un diagnóstico y poder empezar un tratamiento
Una vez diagnosticado y por su complejidad, los médicos pueden empezar prescribiendo diferentes combinaciones de medicaciones o tratamientos, hasta dar con la solución que mejor se adapte a cada paciente, ya que el dolor es algo que no se puede medir y cada persona lo siente y valora de forma diferente.
Como para cualquier dolencia, contar con un diagnóstico y tratamiento temprano contribuirá a mejorar la calidad de vida del paciente, por lo que realizar una comparativa de seguros médicos garantizará poder disponer de los mejores medios para recibir una atención rápida y fiable.
Dolor neuropático por ansiedad
Es una realidad estadística que la mayor parte de los pacientes que sufren dolor neuropático también sufren de ansiedad, trastornos del sueño o depresión, por lo que una de las primeras cosas que debe hacer un paciente diagnosticado de cualquiera de estas enfermedades es reducir sus niveles de estrés, y algunas propuestas de los médicos son pasear al menos tres veces a la semana (ya que ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre y mejora el tono muscular) o realizar actividades tranquilas como podrían ser el yoga, el tai chi o incluso meditar si el paciente no puede realizar ningún ejercicio físico.
¿Tiene cura? Consejos para aliviarlo
Normalmente, los analgésicos habituales no funcionan muy bien en estos pacientes. Como hablamos de una lesión nerviosa, son necesarias medicinas específicas, cuya actividad se centre en este tipo de tejido, como ciertos antiepilépticos o algunos antidepresivos.
Además, se recomienda mantener unos hábitos de vida sanos, alimentarse bien, hacer ejercicio físico contenido, usar técnicas de relajación, psicoterapia, y siempre combinarlo con tratamientos médicos. Estas opciones generalmente funcionan bien en los pacientes con dolor neuropático.
Hay que tener en cuenta que el dolor neuropático puede llegar a ser incapacitante y afecta profundamente a la calidad de vida de las personas que lo sufren. Tras comenzar el tratamiento, el paciente tiene que ser muy consciente de que, aunque esté mejorando, habrá altibajos en su estado. Este tipo de dolor es acumulativo, y se nota más por la noche. Por eso, si el paciente tiene que hacer alguna actividad es mucho mejor hacerla por la mañana y no por la tarde.
Es importante que la persona que lo padece no se aísle. Es vital recuperar la vida social y las actividades que se hagan sean pensando en positivo, siempre y cuando no provoquen dolor.
También se recomienda generar sensaciones agradables cerca de la zona de dolor. Es una forma de que el cerebro reciba estímulos positivos y de reeducarlo en la percepción para que aprenda otra vez a interpretar las sensaciones de forma correcta.