¿Sabías que eliminar la suciedad que se acumula en nuestras lámparas ahorra hasta un 20% en la factura de la luz? De esta manera es fundamental limpiar correctamente estos objetos tanto para la higiene como para nuestro bolsillo.
Una de las cosas en las que más nos fijamos cuando entramos en casa de algún amigo o familiar es de la luz que hay en la vivienda. Especialmente la entrada de luz natural es la que más valoramos. Pero en las estancias poco iluminadas o por la luz artificial se hace necesaria.
Si el gasto de luz te preocupa, puedes para ahorrar en la factura hasta en un 40%, con algunos trucos: utilizando bombillas LED o lámparas solares. Otro de los factores que nos ayudan a ahorrar y que es poco conocido por la mayoría de las personas es la limpieza.
Según Endesa, mantener las lámparas limpias de nuestra casa puede suponer un ahorro del 20% en la factura de la luz. Ahí es nada. Incluso las bombillas sucias influyen porque se puede llegar a perder hasta el 50% de su luminosidad por la acumulación de polvo y suciedad.
Una vez sabes que la limpieza es tan importante para el ahorro energético y de tu bolsillo, te interesa saber como limpiar correctamente tus lámparas. Las más fáciles de limpiar son las que tienen pantalla y su higiene varía en función del material que tenga.
Según el material de las pantallas de la lámpara requieren una limpieza diferente:
Las lámparas cristal son más complicadas de limpiar que las de pantalla. Pero con un truquito casero puedes obtener un producto para limpiarlas: mezcla amoniaco (si puede ser perfumado) y agua e introduce la mezcla en un pulverizador. Con ayuda de un paño, aplica el producto para quitar bien las manchas.
Si se trata de un objeto que tenga plafones de cristal, primero hay que desmontarlo con mucho cuidado para que no se nos rompa ninguna pieza. Puedes limpiarlo en la mesa con la mezcla anterior o simplemente con un limpiacristales convencional.
En el caso de lámparas con lágrimas de cristal el proceso es un poco más tedioso. Hay lámparas de araña fabulosas que hacen nuestros los salones luzcan majestuosos, pero que acumulan bastante polvo rápidamente, algo que puede empeorar tanto su estado como su estética.
El proceso de limpieza es muy similar al de las lámparas de cristal más comunes, pero más lento. Antes de comenzar la limpieza apaga la luz y nunca lo hagas cuando aún esté caliente. Después procede a quitar las bombillas, y si te resulta complicado, cúbrelas con una bolsa o papel transparente.
Cubre bien la zona que esté debajo de la lámpara para evitar que se ensucie el suelo. Para la limpieza de este tipo de objetos puedes usar dos opciones: un producto casero o un limpiador específico para lámparas de este tipo. Si optas por el remedio casero, tendrás que mezclar alcohol y amoniaco en una proporción de una parte por tres partes de agua destilada.
Una vez te hayas decantado por alguna de las dos opciones, pulveriza la mezcla sobre la lámpara evitando que caiga sobre los cables. Para finalizar, deja secar la lámpara al aire unas cuantas horas. Si está bastante sucia, entonces tendrás que pasar un paño suave por todos los cristales. Pasado el tiempo indicado, retira la protección de las bombillas y del suelo y habrás terminado.
Las lámparas de metal son ahora tendencia, asique probablemente tengas una de estas en casa. Este tipo de objetos pueden tener diferentes acabados: bronce, cromados, hierro... Pero las de bronce o latón y cromados son las más populares. ¿Sabes cómo limpiarlas correctamente?
Puedes hacer tu propia mezcla, con bicarbonato y limón. Esta combinación es muy conocida como uno de los remedios naturales de limpieza. Aplica la mezcla sobre la lámpara de bronce y déjala actuar unos 20 minutos. Transcurrido ese tiempo con ayuda de un paño suave, acláralo con agua hasta que lo hayas retirado todo completamente.
Para limpiar este tipo de objetos llena un cubo pequeño con agua caliente o recipiente y añádele jabón. Coge un paño que no tenga una superficie muy abrasiva como un trapo y frota la superficie cromada de la lámpara suavemente. Si tienes que limpiar pequeños rincones de este objeto puedes usar un cepillo de dientes.