Viajar estando embarazada, ¿cómo hacerlo de forma segura?

Viajar en avión durante el embarazo es generalmente seguro, pero debes tener en cuenta algunos detalles. En la mayoría de los casos, las mujeres embarazadas pueden volar sin problemas hasta la semana 36 de gestación, aunque es recomendable consultar con un ginecólogo antes de viajar, especialmente si el embarazo presenta complicaciones o es múltiple.

Las aerolíneas suelen permitir volar hasta las mencionadas 36 semanas, pero algunas pueden solicitar un certificado médico ya a partir de la semana 28. Durante el vuelo, es aconsejable llevar ropa cómoda, ingerir abundante líquido, y realizar movimientos regulares para mejorar la circulación. Además, se recomienda elegir asientos en el pasillo para facilitar el acceso al baño y a moverte con libertad.

Si vas a viajar en avión estando embarazada, debes consultar a tu ginecólogo para asegurarte de que ni tú ni el bebé corréis ningún riesgo

No debes olvidar considerar factores como la duración del vuelo y el acceso a la atención médica en tu destino, para garantizar un viaje cómodo y sin riesgos.

Viajar en avión estando embarazada de 2 meses es seguro normalmente, siempre y cuando no existan complicaciones en el embarazo y cuentes con la aprobación de tu especialista. En el primer trimestre, muchas mujeres pueden experimentar síntomas como náuseas y fatiga, pero estos no suelen ser un impedimento para volar. Sin embargo, es importante consultar con tu ginecólogo para asegurarte de que no corres riesgos durante este periodo de tu vida.

Independientemente de que viajar en coche es seguro durante el embarazo, igual que al viajar en avión, es importante tener en cuenta ciertas precauciones y recomendaciones. En términos generales, se puede viajar en coche sin mayor complicación hasta la semana 36 de embarazo, si no hay indicaciones médicas que no lo recomienden. Durante el primer y segundo trimestre, el riesgo es menor, y la mayoría de las mujeres viajan con comodidad. Sin embargo, a medida que el embarazo avanza, el aumento del tamaño del abdomen puede hacer que los viajes largos en coche sean más difíciles o incómodos.

A partir de la semana 28, es recomendable hacer paradas frecuentes para estirar las piernas, prevenir la hinchazón y reducir el riesgo de trombosis. También es crucial utilizar el cinturón de seguridad correctamente, colocando la banda inferior bajo del vientre y la banda superior entre los senos. Además, si el viaje es largo, siempre es aconsejable consultar con el médico antes de emprender la marcha.

El cinturón del coche es no solo seguro, sino recomendado para las embarazadas, siempre que se usen correctamente. No olvides que su uso es obligatorio en circunstancias normales para todos los pasajeros y el conductor, por lo que una embarazada debe utilizarlo como el resto de ocupantes del vehículo. Como acabamos de indicar, es importante colocarlo adecuadamente para proteger tanto a la madre como al bebé y debe situarse con la banda pélvica debajo del abdomen (lo más bajo posible sobre las caderas), y la banda diagonal sobre el hombro y entre los senos, evitando que atraviese la zona del abdomen. Nunca debe colocarse el cinturón sobre el vientre, ya que podría causar daños en caso de sufrir un accidente. Utilizar el cinturón de seguridad correctamente es esencial para minimizar los riesgos durante el viaje por carretera.

Viajar en moto durante el embarazo puede presentar más riesgos, especialmente a medida que avanza la gestación. Aunque no está terminantemente prohibido, es esencial pensárselo bien antes de hacer un viaje en moto. La vibración, los movimientos bruscos y la falta de amortiguación pueden ser incómodos e incluso peligrosos para la madre y el bebé, especialmente en etapas avanzadas del embarazo. No olvides que la seguridad y el bienestar de ambos deben ser tu prioridad.

Si a pesar de todo te decides a ir en moto, es más que recomendable que el ginecólogo que evalúa tu salud general, el progreso del embarazo y las posibles complicaciones apruebe el viaje y, aun así, es fundamental tomar precauciones extra, como usar el equipo de protección adecuado y evitar trayectos largos o por carreteras en mal estado.

Viajar durante el embarazo es una experiencia agradable y segura si se toman las precauciones adecuadas. Toma nota de algunos consejos para que estar cómoda y sentirte protegida:

Ya hemos repetido hasta la saciedad que antes de viajar, es fundamental hablar con tu ginecólogo para que compruebetu estado de salud y te de recomendaciones específicas; podrá informarte sobre las restricciones o cuidados necesarios, especialmente si estás en una etapa avanzada del embarazo o presentas condiciones especiales.

Elige destinos y medios de transporte que sean cómodos y accesibles, piensa en la duración del viaje y opta por trayectos cortos si es posible. Asegúrate de llevar todos los documentos médicos necesarios y de saber dónde están los centros sanitarios y hospitales en tu destino.

Como parte de esta planificación, puedes informarte y contratar un seguro de salud para embarazadas, para asegurarte de que, en caso de que ocurriese algún contratiempo, puedas evitar preocupaciones innecesarias.

Lleva contigo snacks saludables y una botella de agua para mantenerte bien hidratada y nutrida durante el viaje. Comer pequeñas porciones cada poco tiempo puede ayudarte a evitar el malestar y a conservar tu energía.

Durante el viaje haz pausas frecuentes para descansar y estirarte, especialmente si viajas en coche. Si vas en avión, pasea por el pasillo siempre que el personal de vuelo te lo permita. Esto ayudará a mejorar tu circulación sanguínea y a reducir la incomodidad. Y no olvides usar ropa cómoda y un calzado adecuado para que el viaje se convierta en un maravilloso recuerdo.