Diccionario de seguros

Efectivo

Acudamos en primer lugar al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “dicho del dinero: en monedas o billetes”. 

Quizá con esto ya sabemos qué es el efectivo cuando hablamos del dinero y, sobre todo, ya podemos diferenciarlo perfectamente del otro dinero, aquel que se denomina dinero bancario, que es el que tenemos depositado en nuestras cuentas bancarias y que no llegamos a tocar físicamente, salvo que procedamos a dirigirnos a un cajero y sacar una cantidad. 

Otra definición que se puede encontrar de efectivo es aquella que lo identifica con el dinero que una sociedad decide aceptar en sus transacciones comerciales, cualesquiera que fuesen, y que se encuentra entre sus miembros de forma tangible, gozando así de libre circulación entre los miembros de dicha sociedad. 

¿Por qué se quiere acabar con el efectivo?

El efectivo es básicamente ese dinero que se lleva encima, ese dinero que suena en el bolsillo del pantalón y, por tanto, es un dinero que no tiene por qué estar en la base de datos de una entidad financiera o un banco. En este sentido, no es de extrañar que una parte de la sociedad abogue por una eliminación gradual de la existencia del dinero en efectivo, tratando de que todo el dinero que se utilice en cualquier transacción sea por medios electrónicos de uno u otro tipo: tarjetas, transferencias, o incluso dinero digital, como las ya famosas monedas electrónicas. 

Por supuesto, detrás de este objetivo se encuentra la necesidad de luchar contra determinadas prácticas que son más factibles al usar dinero en efectivo, ya que no se encuentra controlado por las entidades bancarias; los adeptos de esta corriente defienden este método para evitar las evasiones de impuestos o las economías sumergidas. 

Hay muchos que defienden el uso del efectivo argumentando que tiene ventajas sobre el dinero electrónico

Contra esta tendencia se han manifestado otros autores indicando que esto supone de facto un ataque frontal contra determinadas libertades básicas, al poner en manos de las instituciones financieras toda la información acerca del uso que los ciudadanos hacen de su dinero. Además, defienden que el dinero en efectivo no se encuentra sujeto a posibles ciberataques o incluso proporciona un nivel de control sobre el dinero por parte de su propietario superior al que proporciona el dinero electrónico. 

En el ámbito de los seguros el término aparece cuando se trata de diferenciar entre el valor nominal y el valor efectivo en el caso de los seguros de vida. En el caso del valor nominal, se está haciendo referencia a la cantidad que los beneficiarios recibirán cuando se produzca el fallecimiento del asegurado. Se trata de una cantidad de la que se tiene conocimiento a la hora de contratar el seguro, y que no depende de los años que pasen hasta que se produzca el suceso. 

Por su parte, el valor efectivo sería la cantidad que el asegurado recibiría en el caso de que decidiese poner fin a su relación contractual con la entidad aseguradora, y percibir así el dinero acumulado desde la suscripción del contrato de seguro de vida.