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¿Cuál es el objeto de los Seguros de Enfermedad?

Te informamos sobre el Objeto de los Seguros de Enfermedad

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Te asesoramos sobre el objeto de los Seguros de Enfermedad

Con independencia de que todos los habitantes de España tienen acceso al Sistema Nacional de Salud (SNS), un modelo sanitario universal, son muchos los ciudadanos españoles que deciden contratar un seguro de Salud, un magnífico instrumento especialmente diseñado para poner al alcance del asegurado una extensa gama de coberturas orientadas al cuidado de su salud, sin duda, nuestro bien más preciado. 

 

Tipologías de seguros de Salud

La mayoría de las entidades aseguradoras que comercializan este tipo de seguros en España cuentan con varias modalidades diferentes de soluciones aseguradoras orientadas al cuidado de la salud de sus asegurados. En ese sentido, por norma general, los seguros de Salud suelen responder a una de estas tres variantes: Asistencia Sanitaria (seguros de cuadro médico con o sin copago), Reembolso de Gastos y Subsidio o Indemnización. De este modo, las compañías aseguradoras ofrecen a sus clientes la posibilidad de elegir la modalidad que mejor se adapta a sus necesidades concretas. 

Con relación a las dos primeras modalidades de seguros de Salud, Asistencia Sanitaria y Reembolso de Gastos, es aconsejable estar al corriente de que se trata de soluciones aseguradoras diseñadas para prestar a los asegurados servicios de carácter sanitario.

El popularmente denominado como seguro de Asistencia Sanitaria, pone al alcance de sus usuarios un completo cuadro médico, formado por una extensa relación de centros sanitarios y de médicos especialistas (organizados por provincias), a través del que podrán acceder a todos los servicios sanitarios incluidos en sus pólizas de Salud. Esta modalidad contempla dos variantes, con o sin copago; es decir; que el acceso a los diferentes servicios médicos estará sujeto o no al pago previo de una cantidad económica, previamente fijada en la póliza para cada garantía en concreto.

Por su parte, los seguros de Reembolso de Gastos se diferencian de los anteriores porque permiten al asegurado elegir libremente tanto al profesional médico como el centro sanitario en el que quiere ser tratado. Eso sí, en esta modalidad el asegurado debe anticipar el coste de los servicios sanitarios para, a continuación, trasladar la factura y el informe médico a la entidad aseguradora para que proceda al reembolso total o parcial de los mismos; un porcentaje que varía en función de los límites establecidos en la póliza.

 

Seguro de Enfermedad. ¿En qué consiste?

La tercera modalidad de seguros de Salud es la de Subsidio o Indemnización, también conocida como seguros de Enfermedad. Este tipo de soluciones aseguradoras de Salud, a diferencia de los seguros de Asistencia Sanitaria, no están orientadas a la prestación de servicios médicos. En particular, se trata de seguros pensados para ofrecer a los beneficiarios un subsidio (compensación económica) diaria (previamente fijada en el contrato de seguro), cuando como consecuencia de una enfermedad (alteración más o menos grave de la salud) estos se encuentran imposibilitados para llevar a cabo su trabajo habitual.

Los seguros de Enfermedad, por lo tanto, se encuentran especialmente diseñados para proporcionar al asegurado y al resto de personas que dependen de él la protección económica necesaria para que su modo de vida no se vea afectado por una situación de este tipo. Por lo que, sin duda, los seguros de Enfermedad son la solución ideal para que los trabajadores autónomos y sus familias no tengan que preocuparse del aspecto económico si se da el caso de que el asegurado se encuentre afectado por alguna dolencia o enfermedad. Un tipo de seguros que, por norma general, también contempla un capital (fijado previamente en cada póliza en concreto) como indemnización para el beneficiario en caso de invalidez física permanente del asegurado como consecuencia de una enfermedad.

 

Otros aspectos a tener en cuenta

Además de todas las características apuntadas anteriormente de los seguros de Enfermedad, esta modalidad de Salud cuenta con otras particularidades a ser tenidas en cuenta por cualquier persona que esté barajando la posibilidad de hacerse con uno de estos seguros. Por una parte, además de proporcionar un subsidio diario al asegurado, los seguros de Enfermedad también cubren los gastos de asistencia sanitaria y farmacéutica que se originan a raíz de este tipo de escenarios imprevistos.

Por otra parte, a la hora de contratar un seguro de Enfermedad, la persona interesada debe estar al corriente de que, al igual que el resto de seguros de Salud, esta modalidad cuenta con una serie de requisitos que deberá cumplir. Por ejemplo, los relacionados con la edad (el cliente tiene que ser mayor de edad) o su vigencia (normalmente comprende hasta que el trabajador deja de estar en activo). Pero también, como ocurre en los seguros de Asistencia Sanitaria, la persona interesada en suscribir un seguro de Enfermedad tendrá que cumplimentar, de manera obligatoria, un cuestionario relacionado con su estado de salud actual y su historial médico. Con esta medida, las entidades aseguradoras tratan de protegerse ante las malas prácticas de los clientes en este sentido, como, por ejemplo, ocultar cualquier tipo de enfermedad o patologías preexistentes, con el objetivo de tener acceso a las coberturas que ofrecen este tipo de seguros a pesar de que no se contempla el tratamiento de las enfermedades que ya padecía el asegurado antes de suscribir la póliza. 

Otro aspecto de gran importancia que caracteriza a los seguros de Enfermedad es que, al igual que los de Asistencia Sanitaria y Reembolso de Gastos, cuentan con periodos de carencia. Pero, en concreto, ¿qué son las carencias? Pues bien, es el tiempo que el asegurado debe esperar desde que suscribe la póliza de Salud hasta que puede disfrutar de una serie de determinadas coberturas o servicios que incluye el seguro y que cuentan con esta limitación. Para las entidades aseguradoras, las carencias son otro de los mecanismos que utilizan para combatir las malas prácticas o los intentos de fraude; en concreto, tratan de evitar que una persona contrate uno de estos seguros y después de haber solucionado su problema cancele la póliza; algo que, desde luego, no sería rentable para las compañías de seguros.

Por último, antes de contratar un seguro de Salud, de Enfermedad por ejemplo, es aconsejable contar con un buen asesoramiento en la materia, con el objetivo de no tener posteriores sorpresas.