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En el ámbito de los seguros de salud, y en parte también, en el de los seguros de vida, las compañías aseguradoras disponen de un cuestionario que requiere ser completado por el asegurado o el tomador de dicho seguro. De alguna manera, con este cuestionario están tratando de saber cuán alto puede ser el gasto para la compañía cuando deba hacer frente a determinadas patologías que puedan darse en un futuro, o se den ya en el presente.
Se trata, en definitiva, de la herramienta que usan las compañías aseguradoras para evaluar el riesgo al que se someten cuando van a suscribir un contrato de seguro de salud con determinadas prestaciones.
A grandes rasgos, estos seguros pueden ser encuadrados principalmente en tres categorías:
Pues bien, en caso de estar barajando la posibilidad de contratar uno de estos seguros (Asistencia Sanitaria, Reembolso de Gastos o Subsidio), se debe tener presente que la entidad aseguradora exigirá al futuro asegurado que cumplimente un cuestionario de salud. En concreto, se trata de una declaración que se debe firmar y que acompaña a la solicitud de seguro cuando queremos formalizar una contratación. Las preguntas que se incluyen en este cuestionario están relacionadas con el estado de salud del posible cliente, así como con el de aquellas personas que se quieran incorporar a la póliza. Por ejemplo, en el caso de que alguna de las personas que se quieran incluir en la póliza sea menor de edad, su parte del cuestionario tendrá que rellenarla su padre/madre o su tutor legal.
El cuestionario de salud es un documento de carácter legal
Como decíamos, es una herramienta que utilizan las compañías aseguradoras para evaluar el estado de salud de la persona que va a suscribir un contrato de seguro de salud. Pero atendiendo al carácter contractual de la relación a nivel legal, este cuestionario tiene más implicaciones.
El cuestionario de salud tiene carácter de documento legal, toda vez que se trata de una declaración firmada por el asegurado o el tomador del seguro como paso previo a formalizar una póliza y tras la que se procederá a la firma de un contrato. Por tanto, es importante saber que se debe contestar a las preguntas que contiene de forma honesta, ya que cualquier dato sobre el que aportemos información falsa podrá ser usado por la compañía aseguradora para denegar el servicio contemplado, o incluso para poner fin al contrato que suscribió.
Aun así, también es importante saber que hay que contestar al cuestionario de forma concreta y sincera, siempre que dicho cuestionario recoja preguntas concretas y simples, que no tengan motivo de interpretación posible, y que guarden relación estricta con la salud del futuro asegurado. Nunca deberá contener preguntas que puedan tener relación con la vida privada, como podrían ser preguntas sobre la orientación sexual de la persona.
Un cuestionario “tipo” suele estar dividido en tres secciones; una sección se centra en los hábitos de salud de la persona, y habrá que responder a preguntas en las que la compañía aseguradora trata de detectar agravantes actuales para la salud del asegurado, como podría ser el caso de un consumo habitual de tabaco o de bebidas alcohólicas.
En otra sección podremos encontrar preguntas acerca de nuestro historial médico y contendrá preguntas acerca de las enfermedades que hayamos sufrido anteriormente o las intervenciones quirúrgicas a las que hayamos debido someternos, así como las bajas médicas que hayamos tenido que coger a causa de determinadas enfermedades. En el caso de los cuestionarios que admiten respuestas del tipo sí/no, siempre habrá un espacio en el que tendremos que detallar el tipo de intervención quirúrgica al que debimos someternos, por ejemplo.
Podremos también encontrar otra sección dedicada a nuestro estado actual de salud, en la que se nos preguntará si en la actualidad tomamos alguna medicación y para qué, si somos conscientes de padecer algún tipo de alergia, o si nos encontramos en tratamiento médico actualmente. En este caso, también se nos pedirá detallar para qué enfermedad se nos está tratando.
La importancia de este documento reside en que, gracias al mismo, la entidad aseguradora puede determinar el riesgo a cubrir y, a partir de ahí, decidir si lo asume y, en caso de hacerlo, en qué condiciones. En definitiva, el cuestionario de salud hace posible que la compañía realice una adecuada valoración del riesgo de cara a su contratación. En este sentido, es del todo aconsejable que el posible asegurado recurra a su historial médico y a todos los informes que pueda tener guardados sobre sus visitas al médico. Además, en algunos casos, la compañía puede pedir al posible asegurado los informes que tenga en su poder si necesita valorar con mayor precisión alguna enfermedad declarada en el cuestionario de salud.
Debemos responder al cuestionario de salud con sinceridad
Por todo lo anterior, a la hora de rellenar este documento se recomienda ser sincero, ya que, en caso de no ser así, esta conducta puede suponer que la entidad aseguradora anule la póliza o que deniegue que al asegurado se le presten determinados servicios asistenciales, ya sea por haber omitido datos, mentido en los que afectaran negativamente a la valoración del riesgo o por no haber informado de las enfermedades preexistentes.
La entidad aseguradora puede incluir o no algún tipo de exclusión, circunstancia que hace que el futuro asegurado sea quien tiene la última palabra a la hora de suscribir o no el seguro, oportunidad de la que el posible cliente no dispondrá en el supuesto de que no haya sido sincero al rellenar el cuestionario de salud y que puede traer consecuencias negativas más adelante.
Por último, el posible asegurado también deberá tener presente que cada aseguradora en particular cuenta con su propio cuestionario de salud, pudiendo llegar a ser muy diferentes de una compañía a otra; para unas entidades serán de suma importancia una serie de cuestiones, mientras que para otras lo serán otro tipo de preguntas.
En el caso de que no queramos pasar por el trámite de rellenar este tipo de documento, debes saber que existe también la posibilidad de encontrar un seguro de salud sin cuestionario médico.
Ahora bien, debes saber que si no existe modo de confirmar tu estado de salud previo y estimar el gasto futuro al que pueda verse obligada la entidad aseguradora, puede que determinadas enfermedades no estén cubiertas por el contrato de seguro, en particular si los métodos de detección o de tratamiento suponen un gasto importante para la compañía.
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