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Una vez contratado el seguro de salud, el asegurado podrá hacer uso de su seguro cuantas veces necesite, accediendo a todos sus beneficios. Para hacer uso de su seguro, bastará que el cliente concierte una cita médica con el facultativo del cuadro médico incluido en sus coberturas, a través del teléfono 24 horas que las compañías de seguros habilitan a tal efecto.
Una vez en la consulta del médico, requerirán del paciente que les muestre la tarjeta sanitaria privada que le acredita como asegurado, de forma que puedan registrar la visita y no pagar por ella. Hay que atender, en este caso, si la cobertura incorpora un copago, de forma que la visita o el tratamiento no está incluido en su totalidad para el cliente, y éste ha de afrontar una parte del mismo, detallada con precisión en el contrato del seguro.
En este sentido, es importante tener en cuenta, además, que el servicio médico asistencial, farmacológico o quirúrgico requerido por el paciente debe estar incluido en las coberturas que ofrece su seguro, y que éste no se encuenta afecto por el periodo de carencia del mismo, que activa su cobertura a partir de un determinado plazo a partir de la contratación.
En tiempos de coronavirus, ha aumentado exponencialmente la demanda de atención telemática y servicios de video-consultas con los médicos, incorporados en buena parte de los mejores seguros de salud como una cobertura que permite la atención preventiva y la destinada a las enfermedades o afecciones leves que no requieren asistencia presencial del médico.
En los casos en que esta cobertura esté incluida en un seguro de salud, el cliente concertará la cita de forma telemática, y podrá atender a la consulta desde su domicilio, a través de su ordenador o su dispositivo móvil, a través de los medios de contacto indicados por su compañía de seguros.
Otro aspecto de consideración es la posibilidad que ofrecen algunos seguros de salud de atender al centro médico que quiera el cliente, sin ningún tipo de limitaciones. Aunque la práctica totalidad de las compañías cuentan con una red propia y conciertos con hospitales o clínicas determinados, que vienen explicitados en su cuadro médico, muchas de ellas permiten esta opción al cliente.
En estos casos, para hacer uso del seguro de salud en centros que no pertenecen a la red específica que las aseguradoras ponen a disposición de sus clientes, existe el seguro de reembolso. El reembolso es una modalidad de póliza que habilita al cliente a elegir el centro de salud privado que prefiera, pagando inicialmente de su bolsillo los costes que acarréen sus visitas o tratamientos allí, pero con el compromiso de su compañía aseguradora de devolverle íntegramente o en parte los gastos médicos que haya necesitado.
Esta modalidad es muy interesante para la asistencia médica incorporada por muchos seguros de salud en el extranjero, pues las redes propias o concertadas de las aseguradoras no tienen implantación en todos los países del mundo. Requiere presentar ante el seguro, en el plazo requerido, la factura original del tratamiento, cumplimentar un sencillo formulario.
La garantía por reembolso tiene, lógicamente, límites, y éstos corresponden a las distintas coberturas incorporadas al seguro, de forma que los honorarios médicos no tienen el mismo máximo que los hospitalarios, por ejemplo. A diferencia de los copagos, modalidades en los que el cliente abona una parte de sus necesidades asistenciales y el seguro cubre el resto, en los reembolsos el cliente lo abona todo y el seguro se lo devuelve (total o parcialmente) tras el tratamiento.
Es necesario seguir un conjunto de consejos para evitar sorpresas a la hora de beneficiarse de las pólizas de salud de un seguro médico. Entre ellos, destacamos los siguientes:
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