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Los seguros de decesos están destinados a la coordinación y prestación de los servicios funerarios requeridos cuando la persona asegurada fallece y las coberturas de este tipo de seguros garantizan el pago de los gastos y la gestión de los trámites para organizar el servicio de sepelio además de las gestiones de traslado de la persona fallecida desde cualquier parte del mundo.
Cuando se tiene contratado un seguro de decesos no solo se obtiene apoyo respecto a la gestión y tramitación del sepelio, sino que también nos proporcionarán apoyo emocional en una situación tan complicada como lo es la pérdida de un familiar. Los seguros de decesos pueden ser contratados por cualquier persona que resida en España, siendo este tipo de pólizas de carácter familiar, por lo que una misma póliza ofrece sus coberturas a todos los miembros de la misma familia.
La duración de este tipo de seguros, como la del resto de seguros, suele ser por un periodo de un año, de esta forma se tendrá total libertad para realizar los cambios necesarios en las coberturas de la póliza, decidir si se desea hacer una renovación del seguro por un año más o por el contrario cancelar el seguro o cambiar a otra entidad aseguradora.
También se debe saber que, por norma general, no existe ningún tipo de limitación respecto a la edad a la hora de poder contratar este tipo de seguros, por lo que tanto si se es una persona joven o si una persona de avanzada edad, se podrá contratar el seguro de decesos que mejor se adapte a las necesidades de cada uno.
Una vez hayamos comparado y contratado el seguro de decesos que mejor se adapte a nosotros y a nuestras necesidades en ese momento, solo habrá que realizar el pago anual de la cuota de la prima para que la póliza continúe vigente año tras año, ya que los seguros de decesos se consideran vitalicios.
Como hemos comentado anteriormente los seguros de decesos están considerados vitalicios por lo que cuando se contrata este tipo de póliza se mantendrá vigente, mientras se abone la prima anual, hasta que se decida finalizar el contrato de forma voluntaria o se produzca el fallecimiento.
El seguro de decesos, al igual que los seguros de coche o moto, tiene un periodo de validez de un año. Esto quiere decir que la póliza de seguro se irá renovando de forma anual durante el periodo de tiempo que el asegurado considere. De esta forma se mantiene la libertad de poder modificar el tipo de póliza contratada y también permite cancelar el seguro o cambiar de entidad aseguradora.
Cuando se desea poner fin a una póliza de seguro de decesos, habrá que hacerlo dentro de los márgenes establecidos -al igual que en cualquier otro tipo de seguro-. Entre los factores que pueden llevarnos a necesitar un cambio de tipo de póliza de seguro de decesos o de entidad aseguradora están los cambios en la economía familiar o los producidos por el paso del tiempo.
Las pólizas de decesos son de tipo finalista; al contrario que en otro tipo de seguros como los de coche o los de hogar, los beneficiarios de las coberturas del seguro son los familiares en el momento de un fallecimiento y no el propio finado. Por este motivo, al realizar el cambio de seguro o poner fin al contrato, el capital que se ha ido aportando hasta el momento se pierde ya que no se ha podido disfrutar de ninguna de las garantías.
Como comentábamos, en otros tipos de seguros como el de coche se va disfrutando de las coberturas mientras se vive y cuando se desea realizar un cambio de entidad aseguradora se pueden conservar las bonificaciones obtenidas por el historial de siniestralidad. Sin embargo, en los seguros de decesos el sistema es diferente y depende del tipo de póliza que se contrate.
Si tras cancelar un seguro de decesos se decide volver a rehabilitarlo, cada entidad aseguradora establecerá sus propias condiciones. Según la legislación actual las entidades aseguradoras deben indicar en la póliza de seguro si existe o no el derecho a rehabilitar la póliza y las normas por las que se regirá esta rehabilitación. Es importante leer bien la póliza de seguro ya que en algunas ocasiones se puede reactivar con las mismas condiciones que existían antes de cancelar el seguro, siempre y cuando realices la rehabilitación de la póliza dentro del plazo establecido (que suele ser de 3 a 12 meses dependiendo de la entidad aseguradora y del tipo de producto contratado).
Recordamos que al contratar un seguro de decesos no solo liberas a los familiares de las altas cargas económicas que supone el fallecimiento de una persona, también recibirán apoyo emocional y ayuda con la gestión de todos los trámites necesarios en un momento tan delicado como ese. Para encontrar la póliza de seguro que mejor se adapte a las necesidades familiares (y las de uno mismo) hay que comparar las coberturas y las condiciones de cancelación y rehabilitación de póliza que ofrece cada compañía.
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