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Los seguros de decesos pertenecen a uno de los ramos de seguros más flexibles a la hora de poder elegir tanto la forma de pago, el tipo de subidas de la prima en función de la edad, el tipo de coberturas que se quieren incluir (añadir capitales por fallecimiento o invalidez, compensaciones económicas por hospitalización de cualquier tipo u hospitalización quirúrgica, repatriación, etc…). Dentro de las diversas opciones en función de la evolución de las primas que nos ofrece un seguro de decesos encontramos: nivelada, natural, mixta y única; vamos a centrarnos en analizar esta última, la póliza de decesos de prima única.
Como veremos es una opción cuyo único “inconveniente” es el hecho de que debe abonarse en su totalidad de una sola vez. Es decir, en vez de pagar cada año una cantidad repartida en meses, trimestres, semestres o cuotas anuales, se calculará una prima que permita al asegurador protegernos el resto de nuestra vida. Aunque pueda parecer descabellado abonar una cantidad tan grande en vida para dejar todo bien atado de cara al momento de nuestra muerte, también conlleva una serie de ventajas como la de no limitación ni por edad ni por estado de salud del asegurado, haciendo posible su contratación en situaciones en las que no suele permitirse.
Lo primero que la diferencia de otros tipos de póliza es el público al que está destinada. En este caso, hablamos de pólizas enfocadas a personas que superan los 65 años de edad y que no cuentan con un seguro de decesos contratado hasta ese momento.
Si alguien decide suscribir una cobertura de decesos llegado a cierta edad, es cierto que será complicado que se les asegure en otra modalidad puesto que el precio sería muy elevado y esto sin contar con el hecho de que, de cara a responder al cuestionario sobre el estado de salud, es más improbable que no se haya padecido ninguna enfermedad y por lo tanto la compañía aseguradora le acepte.
Para esta modalidad no se cuenta con una cuota anual prorrogable, sino que exige una única cuota a cambio de una cobertura vitalicia, es decir, que estará vigente desde el mismo instante en el que se suscriba la póliza hasta el momento del fallecimiento del asegurado.
El capital que se asegura es, generalmente, el mismo que se establece para otras modalidades como prima natural, prima mixta o prima nivelada. Al igual que en estos casos, el capital será determinado por las garantías que se hayan pactado en el contrato de seguro, así como de la localidad en la que se asegure el sepelio.
En el caso de que los costes finalmente utilizados fuesen menores a los establecidos en el contrato de seguro, la familia podrá reclamar al asegurador el capital no utilizado, pero si se diese el caso opuesto, es decir, que el capital contratado resultase insuficiente, serán los familiares del asegurador los que deberán correr con esos gastos excedentes que suponga.
Dentro de las coberturas que ofrecen los seguros de decesos a prima única nos encontramos prácticamente las mismas que para el resto de modalidades. Las únicas coberturas con las que no se puede complementar son aquellas que presentan, por su propia naturaleza, una edad límite para su contratación o renovación. Estas son las coberturas que indemnizan por el límite establecido en el contrato en el caso de producirse el fallecimiento del asegurado por accidente o su invalidez por el mismo motivo. Se trata de coberturas de vida opcionales dentro del seguro de decesos que, al igual que en un seguro de vida, tienen una edad límite para continuar asegurándose.
Sin embargo, las coberturas que de forma habitual componen un seguro de decesos a prima única son:
A grandes rasgos, cualquier persona puede suscribir un seguro de decesos a prima única.
Esta es la principal diferencia que tiene sobre el resto de modalidades. Al ser un seguro vitalicio que se paga en su totalidad en una sola cuota, las compañías no exigen al asegurado cumplir con condiciones de estado de salud ni de edad haciendo posible que contraten este seguro personas con enfermedades de todo tipo y personas de todas las edades (incluso los de mayor edad). Esto se debe a que para contratar un seguro de estas características no se requiere cumplimentar un cuestionario sobre el estado de salud.
En el caso de saber que el asegurado será rechazado para cualquiera de las otras modalidades y necesitase contratar una cobertura por fallecimiento, la modalidad a prima única se convierte en la única y gran alternativa que permitirá a cualquiera, incluso en sus últimos días de vida, dejar todo bien atado y evitar sorpresas desagradables para sus seres queridos a la hora de tener que proceder al traslado, entierro o incineración, gestión de documentos, etc..
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