Diccionario de seguros

Asegurable

Es la condición de posibilidad de un bien material o personal de ser asegurado por una compañía de seguros.

Cuando la aseguradora nos cubre, lo que hace es asumir el riesgo económico (riesgo asegurable) de un determinado producto contratado con ellos, dándonos una indemnización (que habrá sido pactada previamente en el contrato) o encargándose de la reparación del daño ocasionado (a través de profesionales específicos de cada oficio). Lo que determina que la compañía de seguros se encargue de esto es que ese daño sea asegurable y lo tengamos contratado debidamente y con el capital suficiente para que sea cubierto al completo.

Cuando un daño es asegurable, debemos contratarlo de forma adecuada para que el seguro lo cubra

El medio a través del cual el asegurador deja constancia de los límites cubiertos en nuestro seguro es una documentación comúnmente llamada póliza. La póliza se compone de condiciones particulares y de condiciones generales, siendo el condicionado particular el que determina específicamente cualquier modificación sobre el condicionado general. 

Dentro de la póliza, el lugar donde vienen descritas las condiciones sobre cómo asegura lo que deseamos el producto que contratamos son las cláusulas.

¿Qué es y qué no es asegurable? 

Hoy por hoy, prácticamente cualquier cosa es asegurable; no obstante, existen unos ramos que tradicionalmente son los que aseguran la mayoría de los clientes, por ejemplo: 

  • Mascotas: se pueden asegurar los animales de compañía, la forma de asegurarlos puede ser simplemente la Responsabilidad Civil (daños a terceros que cause el animal), o también cubrir los posibles gastos veterinarios derivados de enfermedad o accidente.
  • Vida o accidentes: en este caso se cubren diferentes situaciones que puedan afectar al asegurado como: fallecimiento, incapacidad, fallecimiento por accidente…
  • Viajes: existe la opción de asegurar los viajes que tengamos que realizar ya sea por ocio o trabajo. Existen diferentes modalidades que nos cubren los vuelos, el alojamiento, o la cancelación completa del viaje debido a una situación cubierta por la póliza.
  • Hogar: son pólizas que cubren las propiedades de los clientes, pudiéndose asegurar tanto el contenido como el continente.
  • Vehículos: una de las modalidades más demandadas por los clientes es asegurar un vehículo (coche, moto…), en el que se puede asegurar tanto los daños que causemos a terceras personas, vehículos u objetos, como los propios daños que se causen en un siniestro. Las pólizas más usuales son seguros a terceros o todo riesgo.
  • Otros ejemplos de cosas asegurables serían: seguros de salud, planes de pensiones, seguro dental…

En cambio, no suelen ser asegurables:

  • Las catástrofes naturales: no suelen asegurarse los daños que se ocasionen a vehículos cuando el origen de este daño provenga de riadas, terremotos, huracanes… de eso se hará cargo el Consorcio de Compensación de Seguros siempre y cuando cuentes con una póliza de seguro.
  • Los daños por falta de mantenimiento del hogar, sobre todo en temas de agua.
  • La práctica de deportes de riesgo: en las pólizas de vida generalmente no se cubre a personas que practiquen deportes como rafting, alpinismo, paracaidismo, etc., ya que se considera que conllevan un alto riesgo y es necesario hacer un seguro específico en la mayoría de los casos.
  • Los animales exóticos: si no es un animal de compañía “al uso” (perros, gatos, aves, roedores en jaula…), las pólizas de hogar que incluyen mascotas no suelen cubrir los daños ocasionados por ellos.