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Diccionario de seguros

Formalización de la póliza

La formalización de una póliza de seguro se produce cuando se dan tres eventos coordinados en el tiempo. El primero se trata de la confección de la póliza en sí, el segundo, de la firma de dicha póliza por ambas partes, tomador y entidad aseguradora, y por último el pago de la prima correspondiente por parte del tomador. 

Pasos a seguir para formalizar una póliza 

Cabe la posibilidad de que el futuro tomador de un seguro se dirija a la que pretende ser su aseguradora con una solicitud de seguro, es decir, con un riesgo que quiere ver protegido mediante una póliza de seguro elaborada por parte de la entidad a la que se dirige. En dicha solicitud debe aparecer de la forma más detallada posible el riesgo que se quiere cubrir, para que la entidad evalúe los peligros y pueda poner un precio a la garantía solicitada.

Una vez se han evaluado los riesgos, la entidad aseguradora dirigirá al futuro tomador una propuesta de seguro, en la cual se incluirán las características principales de la póliza futura. Este acto ya supone una primera vinculación de quince días con el futuro tomador, quien ahora deberá aceptar o rechazar la propuesta de seguro.

Finalmente, una vez aceptada por parte del tomador la propuesta de seguro, se elabora la póliza, con la redacción de sus condiciones generales y particulares, y se presenta al tomador, quien debe evaluar dichas condiciones y firmar la póliza de seguro, sumando su firma a la de la entidad aseguradora. No existe formalización de póliza alguna que no incluya la firma del condicionado por ambas partes

Si no se firma el contrato ni se paga la prima del seguro, este no cubrirá ningún daño

Aún queda un evento más para considerar que la póliza está formalizada: el pago de la prima del seguro por parte del tomador. Una vez se produce la aceptación del condicionado de la póliza y la firma por las partes, el tomador debe proceder al pago de la prima correspondiente, para considerar que la póliza se ha formalizado y que el riesgo que buscaba proteger se encuentra realmente protegido. Esta formalización final se produce con el pago de la prima. 

Es fundamental tener en cuenta este proceso a la hora de contratar un seguro de hogar, por ejemplo. Imaginemos un suceso ocurrido en casa en el tiempo en que este proceso está en marcha, pero no se ha producido la formalización final, bien sea porque aún no se ha hecho efectivo el pago de la póliza, o porque estamos estudiando la propuesta de seguro. 

En este sentido, hay parte de la doctrina que considera que el contrato de seguro es un contrato de consenso y que, por tanto, por la voluntad de las partes podría quedar perfeccionado. Sin embargo, sin que exista la formalización de la póliza resultará casi imposible probar la existencia de un contrato, y por tanto nuestro siniestro en casa podría quedar sin cubrir.

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