HABLA CON UN EXPERTO
Deja tus datos y te llamaremos para resolver tus dudas y recibir consejo de nuestros expertos
A la hora de contratar un seguro de hogar tenemos multitud de opciones según el uso que le demos a la vivienda asegurada -es decir, si es primera o segunda vivienda- y según el contenido de esta.
El seguro de hogar solo es obligatorio para aquellas viviendas que están hipotecadas, aunque es mucho más que recomendable su contratación para cualquier tipo de vivienda, tenga o no carga hipotecaria. Como sabréis, hay propietarios que desestiman contratar un seguro de hogar porque piensan que no tiene por qué pasar nada. Un enorme error, ya que, como todos sabemos, los accidentes ocurren y estar protegidos ante ellos no tiene precio, ya que el coste del arreglo de cualquier accidente puede suponer un buen disgusto tanto personal como económico para el propietario.
Por otro lado, están quienes consideran que contratar un seguro de hogar que incluya solo la cobertura contra incendio es suficiente. Algo que también consideramos un error, ya que hay muchos siniestros que pueden ocurrir y que tendríamos cubiertos por muy poco dinero más al año.
Con respecto a los seguros multirriesgo, en primer lugar, puede decirse que surgen al amparo de las pólizas de incendio -muy extendidas entre la población española en los años sesenta-, a las que poco a poco van sumando nuevas coberturas. Por lo tanto, partiendo de esa simple premisa, este tipo de soluciones aseguradoras se encuadran dentro de los seguros de daños o patrimoniales.
Un tipo de seguros, los de daños, con los que el asegurado trata de estar cubierto ante los posibles incidentes (contemplados de manera expresa en la póliza) que pudiera sufrir en su patrimonio como consecuencia de un siniestro; indemnización a la que tendría que hacer frente la entidad aseguradora que hubiera asumido el riesgo. Eso sí, llegados a este punto, se debe tener en cuenta que los seguros de daños -entre los que se encuentran los multirriesgo- se rigen bajo el principio de enriquecimiento injusto (artículo 26 de la Ley de Contrato de Seguro), es decir, que la situación para el asegurado no puede ser mejor -después de un siniestro- que justo antes de producirse, ya que sería terreno abonado para el fraude (actividad contra la que lucha constantemente el sector asegurador).
Los seguros multirriesgo consiguieron agrupar una gran cantidad de coberturas en una sola póliza, lo que supuso un gran adelanto en el mundo asegurador
Pues bien, tal y como hemos indicado líneas atrás, los seguros multirriesgo han sido concebidos por las entidades aseguradoras con el objetivo de aglutinar en una sola póliza un gran número de coberturas, algo que hasta la aparición de estos seguros no era posible y había que suscribir una póliza para cada riesgo; sin duda, una gran ventaja, tanto desde el punto de vista de la entidad aseguradora como del asegurado. Por ejemplo, en este tipo de pólizas se incorporan desde garantías como la Responsabilidad Civil, el incendio, el robo o los daños eléctricos, hasta otras como el lucro cesante o pérdida de beneficios.
Hoy en día, un seguro de hogar ya permite un alto grado de personalización para ajustarse a las necesidades y circunstancias de cualquier persona y cubre desde lo más básico, que es la póliza obligatoria contra incendio o la Responsabilidad Civil, hasta objetos de valor, como joyas u obras de arte.
Así que esto es precisamente un seguro multirriesgo: aquella póliza de seguros que nos permite combinar varias coberturas diferentes entre sí y elegidas según nuestras necesidades y las de nuestra vivienda, dejando atrás la antigua idea de que contratar un seguro para el hogar era un trámite lioso y enormemente tedioso, al tener que contar con diferentes pólizas para los distintos riesgos a cubrir, como hemos señalado antes.
Hay coberturas a todas luces imprescindibles y otras más que recomendables que deberían incluir todos los seguros multirriesgo. En cualquier caso, las coberturas habituales de un seguro de hogar suelen coincidir en la generalidad de las pólizas de este tipo.
La primera es la cobertura contra incendio, obligatoria para las viviendas que cuentan con una carga hipotecaria.
Otra cobertura que consideramos de vital importancia es la de Responsabilidad Civil, que es la que nos ampara si causamos daño involuntario a un tercero. Por ejemplo, si provocamos una humedad en la vivienda vecina a causa de la rotura de una tubería, el seguro se encargaría de subsanar los daños que hayamos podido causar a nuestros vecinos.
Los daños eléctricos, que son los provocados por cortocircuitos, los daños por agua, como los causados por fugas de agua o roturas de tuberías, o los daños por roturas de cristales o espejos, son tres garantías fundamentales para poder gozar de la tranquilidad de saber que vives protegido ante cualquier tipo de imprevisto que suceda dentro de tu vivienda.
La cobertura frente a los actos de vandalismo, la que nos protege frente a fenómenos atmosféricos y la cobertura de robo, atraco y hurto, también son garantías que incluyen muchos seguros multirriesgo.
Las coberturas de un seguro multirriesgo pueden ser tan amplias como tú desees, dada la gran personalización de la que pueden ser objeto
La mayoría de estos seguros de hogar incluyen también garantías como el servicio de asistencia en el hogar, la defensa jurídica o los daños estéticos.
Otra opción que podemos contemplar en nuestro seguro multirriesgo, dependiendo de cada compañía, es la posibilidad de asegurar electrodomésticos, equipos informáticos o bienes de alto valor como joyas u obras de arte.
No hay que perder de vista, que cuanto más básica sea la póliza que vamos a contratar, contará con un menor importe de indemnización en algunas coberturas o directamente no las contemplará. Para asegurar joyas, por ejemplo, debes tener una póliza de rango un poco superior, que te cubrirá un porcentaje del coste de tus joyas en caso de sufrir un robo, y cuanto más completa sea la póliza, mejores condiciones de indemnizaciones y coberturas alcanzarás.
Como cabe suponer, la prima a pagar por un seguro multirriesgo depende de varios factores, pero quizá el que mayor peso tenga sea el número de coberturas y los límites de indemnización que ofrezca, es decir, que el riesgo a asegurar influye directamente en la cantidad que representará la prima de nuestra póliza multirriesgo.
También tienen cierta importancia el periodo de vigencia del contrato de seguro (es anual, pero quizá se pueda negociar una duración diferente), el valor del bien asegurado (será más económico asegurar un pequeño apartamento que una vivienda de gran superficie con varias plantas), la localización, el índice de robos o vandalismo de la zona, la meteorología del lugar donde se emplaza la vivienda…
Como puedes ver, hay bastantes variables a tener en cuenta a la hora de fijar la prima de una póliza, por lo que siempre es sumamente recomendable comparar precios de seguros de hogar antes de decidirse por uno de ellos.
La personalización de la que ya gozan casi todas las pólizas multirriesgo nos va a permitir tener un seguro prácticamente a nuestra medida en todos los sentidos.
Hasta este instante, hemos visto en qué consiste un seguro multirriesgo y algunas de sus características más notables. Pero, en particular, ¿qué tipos de seguros multirriesgo existen? ¿A qué necesidades responden?
En concreto, son cuatro las clases de seguro multirriesgo que se comercializan en el mercado asegurador español: hogar, comunidades, comercio e industrial. Modalidades acerca de las que, a continuación, vamos a tratar de ofrecer los principales puntos a tener en cuenta.
Una vez expuesto todo lo anterior acerca de este tipo de seguros, ya puedes decidir con total tranquilidad y con la ayuda de nuestros expertos, qué póliza de las que ponemos a tu disposición está hecha para ti.
MÁS INFORMACIÓN SOBRE SEGUROS