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Cuando planificamos un viaje al extranjero, ya sea a través de agencia de viajes o por nuestra propia cuenta, primero elegimos el destino y después, según el presupuesto fijado, nos ponemos manos a la obra para diseñar un esquema de pasos a seguir y que todo quede bien planeado desde el comienzo.
Decidimos las fechas, compramos todo el material necesario y preparamos la maleta bien informados de la climatología que va a hacer en el destino. Los billetes de avión son lo primero que hemos reservado y después el alojamiento.
Tenemos que hacer hincapié en un producto que muchas veces se olvida por no ser obligatorio en la mayor parte de países turísticos del planeta y otras veces se subestima o no se tiene en cuenta al trazar el presupuesto inicial. Nos referimos al seguro de viaje, una auténtica inversión en tranquilidad y seguridad.
Y es que una vez que salimos de nuestras fronteras, ya no estamos protegidos como en nuestro país en ámbitos como, por ejemplo, la salud. ¿Qué pasa si sufres un esguince bajando alguna famosa escalinata en Nueva York? Sin seguro de viaje con una buena cobertura médica, será tu bolsillo el encargado de sufragar ese gasto y puedes estar seguro de que es bastante más caro de lo que piensas…
El seguro de viaje es el encargado de velar por todas las personas aseguradas desde que salen de casa hasta su regreso, traslados incluidos
O bien, ¿qué sucede si pierdes las maletas y no las entregan hasta pasados tres días? ¿Con qué ropa vas a poder pasar ese tiempo? El seguro, que también está en esos casos, es quien va a velar por ti. Son tantas las coberturas que se pueden incluir y pueden realizarse de forma tan individualizada que cada tipo de viaje puede tener un seguro totalmente personalizado. No es lo mismo viajar por turismo a México que realizar un tour de montaña por Nepal; aunque en todas partes existen riesgos ajenos a nosotros, porque también podríamos tener un accidente en nuestra propia casa, lo más normal es que en Nepal y practicando deporte de montaña se esté más expuesto a sufrir un percance.
Las coberturas de un seguro de asistencia en viaje son muy diversas y sus condiciones, requisitos y características dependen de cada compañía y del producto que se contrate, pero, como norma general, este tipo de seguros suelen amparar coberturas fundamentales como:
Gastos derivados de asistencia sanitaria en el extranjero por una enfermedad o accidente sufrido por el asegurado durante el viaje.
Gastos en caso de cancelación del viaje por motivos previamente fijados en la póliza. Es conveniente revisar este punto en el momento de la contratación para conocer con claridad toda la información.
El seguro puede hacerse cargo de los gastos ocasionados por el retraso o la cancelación total de un viaje por causas de la compañía aérea hasta un límite previamente fijado en el momento de contratación de la póliza.
Repatriación y transporte sanitario de heridos, enfermos y fallecidos durante el viaje.
Gastos derivados de la pérdida o robo de equipajes o documentación durante el viaje. Desde el momento en el que sales de casa hasta que regresas.
Se trata de una cobertura que se encarga de sufragar los daños ocasionados a terceros por culpa del asegurado. Por ejemplo, podemos romper sin quererlo parte del mobiliario de la vivienda de alquiler en la que estemos alojados o, si viajamos con mascota, esta podría ocasionar algún daño a terceros o al alojamiento.
¿Qué quiere decir esta cobertura? El seguro facilita la transmisión de mensajes de carácter urgente a, por ejemplo, familiares que se encuentran en otro país, en caso de accidente, enfermedad o fallecimiento.
Hace referencia a la asistencia médica en el extranjero durante un tiempo un poco más prolongado que el que habitualmente se utiliza para un viaje. Por ejemplo, uno o dos meses, por si fuera necesario alargar la estancia por motivos de salud.
Estas son algunas de las coberturas más importantes que se tienen en cuenta en un seguro de viaje. Además, la póliza podrá personalizarse en función del número de viajeros, en caso de que hablemos de un núcleo familiar, así como según las peculiaridades del país de destino.
Los asegurados tendrán que informar a la compañía sobre toda la información relevante del viaje así como de las fechas de salida y llegada y estarán protegidos desde el mismo momento en el que salen de casa hasta su regreso.
Además de las coberturas anteriores, algunos añadidos que pueden incluirse en un seguro de salud pero que resultan muy interesantes son:
Antes de 2020 era inexistente, aunque ahora pasaría a formar parte de las coberturas más importantes y así lo contemplan la mayoría de los seguros de viaje que puedes encontrar en el mercado.
Asistencia para la práctica de deportes de riesgo o extremos
¿Recuerdas el caso de Nepal del que hablábamos al principio? Ese sería un buen ejemplo para definir esta cobertura. Además, debes saber que es necesario contratar un seguro especial y específico si tus vacaciones están planeadas alrededor de los deportes considerados de riesgo.
Acompañamiento de familiares
El seguro podría hacerse cargo de los gastos derivados de la estancia de familiares que acompañen al asegurado durante el ingreso en un hospital en el extranjero.
Mochilero o aventura
Existen seguros de viaje especializados en este tipo de turismo. En estos casos, sea cual sea el destino, es muy importante contratar un seguro de viaje con coberturas completas. Aunque el viaje se realice de forma independiente, algo que cada vez se ve con mayor frecuencia, los viajeros podrán dedicarse a disfrutar del país de destino sabiendo en todo momento que cuentan con la protección necesaria desde su país de origen.
El seguro de viaje debe tenerse en cuenta siempre a la hora de planificar el coste total de una aventura, porque, aunque todos salimos de casa sin pensar que pueda pasar nada, ¿qué sucede si necesitas ayuda? No te la juegues y haz que tus vacaciones se llenen de buenos recuerdos.
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