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¿Cuántas clases de prima de seguros existen?

Te informamos de cuántas clases de prima de seguros existen

Te asesoramos sobre las clases de prima de seguros que existen

A nivel mundial, la actividad aseguradora representa más de un 7% de la economía mundial y hasta un 5% del PIB de España; un dato poco relevante, podríamos pensar. Pero, si se atiende al volumen total de riesgos que protege y gestiona el sector asegurador en nuestro país, supone billones de euros.

A pesar de su poder económico, se trata de un sector que, aunque está presente en nuestro día a día, sigue siendo un gran desconocido entre la población española, lo que se puede deber, en parte, a la terminología específica propia en el seguro.

Cuando hablamos del coste de un seguro, la cuota que el asegurado debe pagar a la aseguradora para que el contrato tenga vigencia es lo que se conoce como prima. En las condiciones particulares de las pólizas suele venir reflejada tanto la prima neta como la prima total, pero ¿qué significa cada una y de qué depende su cuantía? Te lo contamos todo.

En una explicación concisa:  la prima en un seguro sencillamente es el coste de dicho seguro. En otras palabras, se trata de la suma económica que el tomador del seguro se compromete a satisfacer a la entidad aseguradora, al suscribir el contrato asegurador, como contraprestación por los riesgos que asume (que podrían verse afectados por un siniestro, circunstancia en la que la compañía se vería en la obligación de indemnizar, al asegurado beneficiario, con arreglo a lo establecido en la póliza de seguro).

Al cobrar la prima, la aseguradora se ve obligada a cumplir con las coberturas que figuran en el contrato de seguro

¿Qué significa prima básica?

Como su propio nombre indica, se trata de la prima más básica del seguro, la prima antes de cualquier impuesto, tasa o recargo por cualquier causa y que refleja lo que la compañía aseguradora cobra por cubrir ese riesgo.

¿Qué es la prima bruta? 

La prima bruta es la que se conoce como prima comercial y no debe confundirse con la prima total. En la prima bruta, van añadidos los gastos de gestión y administración, entre otros, pero no los recargos asociados a, por ejemplo, el fraccionamiento de la cuota como ocurre en la prima total.

Impuestos sobre primas de seguros, ¿quién lo paga?

Si adquirimos un mueble, por ejemplo, en su precio irá incluido el impuesto conocido como IVA, pero, sin embargo, en los seguros no se paga este impuesto; de hecho, quedan exentas de abonar el IVA las operaciones de seguros, reaseguros y capitalización tal como dicta la Ley 37-1992 en su artículo 20.

Ahora bien, aunque no se pague IVA, sí se paga otro tipo de impuestos y tasas únicos en los seguros como el IPS (Impuesto sobre primas del seguro) o la tasa del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).

Estos impuestos siempre son asumidos por el tomador del seguro (cabe recordar que dicha figura no siempre ha de coincidir con el asegurado), persona sobre quien recaen las obligaciones del contrato de seguro, entre ellas, el pago de las primas acordadas.

Tipos de prima de seguros

Dentro de los diferentes ramos existen diferentes tipos de prima. De hecho, la normativa aseguradora contempla la aplicación de diferentes tipos de prima en función de qué seguro sea. A continuación, veremos detallados algunos de los tipos de prima que aparecen con más frecuencia en los contratos aseguradores: 

  • Prima pura o de riesgo: hace referencia al valor real (actuarial) del riesgo que asume la aseguradora. Dicho de otro modo, es la que corresponde al importe que la compañía necesita recibir para asumir las consecuencias de los riesgos potenciales que se le transfieren. 
  • Prima de inventario: es la que se obtiene al añadir a la prima pura el porcentaje que corresponde de todos los gastos de gestión interna y de administración.
  • Prima comercial (o prima bruta): obtenida si sumamos la parte proporcional de los gastos generales de administración, gestión, comerciales, de liquidación de siniestros, de cobro de primas, de adquisición, el beneficio industrial y el coeficiente de seguridad.
  • Prima total: hace referencia a la suma que se repercute al cliente (la que por contrato está obligado a satisfacer el tomador del seguro), y se obtiene al sumar a la prima comercial otro tipo de gravámenes complementarios como recargos o impuestos legales que deban tenerse en cuenta en el contrato asegurador.

En función de la recurrencia de pago y del periodo asegurado podemos diferenciar los siguientes tipos:

  • Prima fraccionada: se trata de una prima anual que el tomador del seguro abona en varios pagos (de forma semestral, trimestral o mensual).
  • Prima anual: en ella, el tomador del seguro abona en un solo pago la totalidad del coste del seguro a la entidad aseguradora para un periodo de un año.
  • Prima única: se paga una sola vez. Cuando queda abonada a la entidad aseguradora se dispensa al tomador de la póliza de hacer ningún otro pago mientras el contrato esté en vigor. De la misma forma, es la representación del valor de las obligaciones que asume la aseguradora cuando se contrata la póliza.
  • Prima periódica: hace referencia a la suma que el tomador del seguro abona a la entidad aseguradora de manera periódica; normalmente, por anualidades.
  • Prima fraccionaria: a diferencia de la fraccionada, aunque también hace referencia al fraccionamiento de la prima, esta no tiene una validez anual necesariamente con cuotas repartidas durante ese año, sino que se calcula para un periodo de tiempo determinado, que generalmente no llega al año y durante el que la póliza estará vigente.

En función de su variabilidad en el tiempo:

  • Prima fija: aquella que no varía a lo largo de la vigencia de la póliza (sociedades anónimas y mutuas a prima fija).
  • Prima provisional: en la que su importe se encuentra expuesto a sufrir algún tipo de variación al no conocer la compañía aún los aspectos que han de determinar que la prima se convierta en fija.
  • Prima variable: es la que puede sufrir algún tipo de variación a lo largo del periodo de validez, en función de una serie de circunstancias previstas en el contrato.
  • Prima definitiva: tipo de prima en la que el importe no registrará cambios a lo largo de toda la vigencia del riesgo, excepto en el caso de que varíen las circunstancias o características en virtud de las que se estableció.
  • Prima natural: es la que las compañías de seguros, habitualmente, suelen aplicar a los seguros de larga duración (vida, decesos…) y que, normalmente, se corresponde con un año de riesgo, pero no tiene en cuenta la duración total del contrato; por lo que irá creciendo conforme aumente la edad del asegurado (sencillamente, porque también se irá incrementando la probabilidad de que este fallezca).
  • Prima nivelada: es aquella que, por ejemplo, en los seguros de vida (y demás pólizas de larga duración) se mantiene igual durante toda su existencia.
  • Prima creciente: es el tipo de prima que, normalmente, sufrirá subidas con el paso del tiempo.
  • Prima decreciente: al contrario que la creciente, la prima decreciente debería experimentar bajadas a medida que transcurre el tiempo.

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