Es el primer elemento que cabe destacar ya que es fundamental en un contrato de seguro. El riesgo es la posibilidad de que ocurra un hecho dañino que modifique nuestro patrimonio. Y debe tener unas características básicas:
Es otro de los elementos importantes en un contrato de seguro. No es otra cosa que el importe que el tomador está obligado a pagar para obtener la cobertura del riesgo y que ha calculado la Compañía para asumir la cobertura de dicho riesgo.
Es el interés que tiene el tomador en que el siniestro no se produzca y si se produce, en emplear todos los recursos a su alcance para aminorar las consecuencias.
Si no existiera este interés asegurado, el seguro podría ser objeto de un enriquecimiento injusto e infundado.
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