Es una cantidad por la que el asegurado es su propio asegurador, ya que en caso de siniestro pagará de su bolsillo la parte de los daños que le corresponda. Es una forma de reducir la prima de un seguro. Si por ejemplo, un seguro de coche tiene establecida una franquicia de 300€ y sufre un siniestro con daños valorados en 200€, la aseguradora no indemnizará al asegurado, ya que el asegurado asumirá cualquier daño que sufra hasta un total de 300€. En caso de que el siniestro sea valorado en 500€, la aseguradora indemnizará por un valor de 200€ que es el exceso de coste sobre la franquicia. En todo caso, el asegurado asumirá el importe de la franquicia.
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