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¿Cómo puedo solicitar el desistimiento de mi seguro de decesos?

Aprende cómo se gestiona este desistimiento

¿Hay plazos para hacerlo?

Hay muchas razones que nos pueden llevar a querer cancelar un seguro de cualquier ramo, incluido el seguro de decesos. En estos casos, normalmente, los motivos pueden ser desde problemas económicos, pasando por el cambio de aseguradora, hasta que alguno de los asegurados decida no continuar porque no lo ve útil. En cualquier caso, si tienes alguna duda te aconsejamos que nos dejes tus datos y uno de nuestros expertos se pondrá en contacto contigo enseguida. 

Sin embargo, un seguro de decesos es una póliza indispensable hoy en día si queremos dejar nuestros asuntos bien atados antes del momento de nuestro fallecimiento. En caso de que llegase esa situación y no tuviéramos seguro de decesos, serían nuestros seres queridos los encargados de tener que hacer frente a los gastos que se derivasen de nuestra defunción. Para hacernos una idea, de media un servicio funerario “normal”, sin grandes excesos, cuesta alrededor de 6.500 euros. 

Por esa razón, antes de cancelar un seguro de decesos aconsejamos que se tengan en cuenta los siguientes factores:

  • Es un seguro que protege a nuestros seres queridos. Si nos ponemos en los zapatos de quien tiene que desembolsar, sin previo aviso, miles de euros para alguien que ya no está, quizá comprenderemos mejor que eso es precisamente lo que todos queremos evitar. Por eso es tan necesario este tipo de seguro, para que nuestra familia o amigos no se tengan que ver en esa situación.
  • Económicamente hablando, da muchas facilidades. Es un tipo de seguro que, generalmente, todas las compañías ofrecen con diferentes modalidades de pago adaptadas a todos los bolsillos. Antes de eliminar tu seguro de fallecimiento, puedes consultar a nuestros asesores qué opciones tienen que se ajusten mejor a lo que necesitamos. 
  • No siempre las cosas salen como esperamos. En el caso de fallecer durante un desplazamiento de larga distancia los costes se agravan debido a que los familiares no solo deberán repatriar nuestros restos, sino que deberán costear todo el proceso, así como las gestiones administrativas necesarias para ello.
  • Una vez se haya contraído una enfermedad grave o sufrido algún accidente que haya dejado secuelas será más complicado que otra compañía aseguradora se preste a asegurarnos. En el caso de no tener seguro y no estar bien de salud, las compañías se muestran muy reticentes a asegurar lo que para ellos es un riesgo mayor. En el caso de tener un seguro de decesos y haber sufrido o estar luchando frente a alguna enfermedad grave, hay que informarse debidamente antes de cancelar nada puesto que puede darse la situación de que nos quedemos sin ningún tipo de cobertura por fallecimiento.

Si el motivo por el que necesitamos desistir de un seguro de decesos es otro, como cambiarlo de una compañía aseguradora a otra, unificar tu cobertura a la de tu familia o separarte de la cobertura familiar que has tenido siempre para emprender la tuya propia, te contamos cómo es el proceso para cancelar un seguro de decesos.

Cómo se gestiona la cancelación del seguro de decesos

Hoy por hoy, prácticamente todas las aseguradoras utilizan los contratos anuales prorrogables de forma automática. Esto quiere decir que, en el caso de que el asegurador no diga lo contrario, pasado un año desde que el seguro de decesos entró en vigor, este se renovará de forma automática. En algunos casos estas renovaciones conllevan un aumento del capital asegurado, así como un incremento en el coste del seguro.

En el caso de querer cancelar el seguro, debemos saber exactamente cuál es la fecha en la que finaliza la anualidad para poder hacer la gestión a su debido tiempo. 

Por otra parte, para que todo quede gestionado perfectamente lo más recomendable es contar con datos como: 

  • El número de póliza.

  • Datos del tomador del seguro: DNI, nombre completo, dirección.

  • Nombre de la compañía aseguradora. Puede parecer raro pero muchas personas no tienen claro cuál es la compañía que tienen o bien por falta de comunicación entre compañía y asegurado o bien por tratarse de pólizas “heredadas” que rara vez se han comprobado.

  • Medio de contacto con la compañía aseguradora. Muchas veces la compañía solicitará al tomador personarse en alguna oficina para gestionar la cancelación, pero muchas otras veces el proceso se hace por teléfono, mediante correo electrónico o fax.

Plazos para cancelar el seguro de decesos

Como veíamos en el punto anterior existen plazos para hacer la gestión de cancelación de un seguro de decesos. 

Algo que suele crear bastante confusión en relación a estos plazos son los pagos fraccionados. Muchas veces tendemos a pensar que si lo pagamos mes a mes los vencimientos también son en ese plazo, cada 30 días. Lo cierto es que no es así, aunque la compañía aseguradora nos facilite esta forma de abonar la prima del seguro, si anulamos el seguro de decesos fuera del plazo estipulado, la compañía podría ejercer su derecho a realizar una reclamación judicial por el pago de la anualidad completa. Bien es cierto que no es frecuente que ninguna compañía de decesos reclame de esta forma por un desistimiento fuera de plazo, pero es algo que se suele contemplar en el contrato de seguro.

Para renunciar a mantener el seguro de decesos el plazo previo para dar aviso a una compañía aseguradora es de un mes antes de que comience la nueva anualidad. Por ejemplo, si el seguro comenzó un 2 de enero, lo más probable es que esa fecha se haya ido repitiendo a lo largo de los años y que sea a 2 de enero cuando se renueve. Por lo tanto, será durante el mes de noviembre cuando debamos avisar a la compañía para evitar que se nos agote el plazo de desistimiento.

Si se da la situación de que queramos cancelar un seguro, pero desconocemos en qué fecha deberíamos avisar a la compañía para estar en plazo, nuestra recomendación es recurrir a las condiciones generales que en el momento de la contratación del seguro nos fueron entregadas. 

Ahí aparecerá tanto la fecha como el número de personas que están aseguradas en ese mismo contrato. Esto se debe de tener muy en cuenta para evitar perjudicar al resto de los asegurados dado que si alguno de ellos, como antes veíamos, se encuentra o se ha encontrado atravesando un mal momento de salud o, simplemente, desea continuar asegurado tal y como hasta ahora lo ha estado, nunca se deberá cancelar ese contrato sino modificarlo.

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