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La definición más concreta que podemos dar del término “carta de pago” es la que identifica a ese documento por el cual aquel que debía cobrar una deuda, declara que ha recibido la totalidad de dicha deuda o, en su defecto, una parte de lo que se le debía.
Se trata por tanto de un documento que, en el caso de haber realizado una compra a plazos, podemos tener preparado y otorgárselo al vendedor de dos maneras: o bien cada vez que realicemos uno de los pagos de los plazos convenidos, o bien una vez hayamos terminado de pagar el bien completo objeto de la compra.
Una carta de pago nos ayudará a justificar que se está saldando o se ha saldado una deuda
En el caso de que optemos por la primera alternativa, en la carta de pago deben aparecer tanto el origen como el alcance de la deuda, así como por supuesto el importe de la cantidad de la deuda con la que se está cumpliendo en el plazo que estipulamos. De esta manera, este tipo de carta de pago guarda muchas similitudes con el recibo que pagamos en los plazos correspondientes por la compra aplazada de un coche, por ejemplo, o incluso el pago de la hipoteca con la que accedimos a la casa objeto de nuestro seguro de hogar.
Si optamos por la segunda manera, a la vez que se hace constar el origen de la deuda, es decir, el contrato, el préstamo o la factura que dio pie a la deuda, debemos hacer constar la cantidad completa devuelta por fin, así como el hecho de haber finalizado el pago previsto, y, por tanto, la cancelación de la deuda contraída en su día.
Este es el caso que se da en los seguros de coche, cuyas pólizas suelen tener vigencia de un año, y que se renuevan de forma tácita salvo que haya comunicación al respecto. Así, el recibo que pagamos por el seguro de coche se convierte en la mejor carta de pago posible a la hora de dirigirnos a un taller a hacer cualquier reparación y poder demostrar que estamos cubiertos por la póliza de la aseguradora mostrada en dicho recibo, y que nuestro seguro de coche se encuentra en vigor.
Es un documento muy sencillo pero al mismo tiempo, un documento muy útil. A la hora de solucionar cualquier malentendido con el acreedor de la deuda, el hecho de poder acreditar el pago de la deuda mediante una carta de pago se convierte en la forma de justificación más efectiva que existe.
Así, no solo podremos acreditar que al haber procedido al pago se tiene el derecho de acceso a determinados servicios (caso del seguro de coche y el acceso a un arreglo cubierto por el seguro en el taller), sino que ante terceros podremos acreditar que las deudas contraídas se están saldando en los plazos previstos, o que la deuda se saldó de forma total, de manera que podamos evitar cualquier reclamación futura, o incluso posibles intentos de cobros dobles de una misma deuda.
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