Diccionario de seguros

Franquicia

En el mundo de los seguros, el término franquicia hace referencia a la suma total de dinero que el asegurado asume para cubrir el coste de los daños sufridos en un siniestro, siempre y cuando así esté estipulado en el contrato entre el cliente y la compañía aseguradora. En el proceso de contratación del seguro se acuerda una cifra, una cantidad a partir de la cual será la compañía la que se hace responsable de la indemnización. Y el coste que asume el asegurado será una cantidad fija o un porcentaje sobre el valor asegurado. Es una práctica común que ese importe se descuente finalmente del total de la indemnización. 

¿Qué modalidades hay dentro de las franquicias?

Hay dos modalidades dentro de las franquicias, las franquicias absolutas o las franquicias relativas. El primer caso se da cuando el siniestro causa un daño superior al de la franquicia que se ha estipulado en el contrato, indemnizando la compañía aseguradora la diferencia que exista entre la cantidad franquiciada y el importe total del daño. Eso es algo muy común cuando se contratan seguros de coche o seguros de moto y se pacta una franquicia. Por ejemplo, si el seguro tiene una franquicia de 400 euros y en el siniestro con el coche o la moto el daño se valora en 1.500 euros, la indemnización que recibiría el cliente sería de 1.100 euros, siendo el asegurado el que tendría que pagar los otros 400. Es importante recalcar que, si los daños no superan el valor franquiciado (en el ejemplo anterior serían los 400 euros), el asegurado es quien corre con todos los gastos, y la compañía solo comenzaría a pagar a partir de que se superase esa cifra.

Dependiendo de la modalidad de seguro elegida, la aseguradora deberá pagar más o menos indemnización

En el segundo caso, el de franquicia relativa, se acuerda un requisito previo de que la indemnización debe superar cierto coste establecido, de manera que, si se supera, la compañía aseguradora sí asume toda la indemnización, pero en caso de que sea inferior el valor del daño ya no abonaría nada y el asegurado no tiene derecho a reembolso de ningún tipo. Por ejemplo, si el cliente tiene un seguro de accidentes contratado, con una franquicia de 250 euros, y sufre un siniestro con un daño valorado en 500, la aseguradora podría reembolsar todo el valor, siempre en función del contrato firmado. 

Cuando se firma o se pacta una franquicia se busca disminuir el coste de la prima de la póliza del seguro. Así, cuanto mayor sea el valor de la franquicia que se pacta, mayor es el descuento sobre la prima que se consigue. Esto no implica que se pierdan coberturas; es una forma de encontrar un equilibrio entre una reducción del riesgo por siniestro y el beneficio de los clientes al pagar lo menos posible por la prima del seguro. Hay que recordar que sea el tipo de seguro que sea el que se contrata con franquicia (de salud, un seguro de hogar o incluso de viajes, por ejemplo), el abono por franquicia se realiza cada vez que hay una causa de uso del seguro.

Ventajas de la franquicia en un seguro

Cuando contratamos un seguro con franquicia, lo hacemos para poder beneficiarnos de las ventajas que ofrece, entre las que el precio parece ser la más llamativa para el asegurado potencial. Si contratas un seguro con franquicia, se verá reducido el importe de la prima a pagar, ya que, en caso de siniestro, tú asumirás una parte del coste que, aunque pequeña, para la aseguradora es una ayuda, sobre todo si se tiene en cuenta la cantidad de siniestros diarios que reciben.

La siniestralidad es otra de las razones por lo que los asegurados eligen un seguro con franquicia. Si en tu vida como conductor has dado pocos partes (o crees que ese va a ser tu perfil), este tipo de seguro te resultará más atractivo. 

Y si has tenido un accidente con consecuencias graves en cuanto a daños en tu coche, la aseguradora se hará cargo del arreglo como si tu seguro no tuviera franquicia, con la diferencia de que tú solo tendrás que abonar la cantidad fijada en el contrato, que agradecerás pagar porque te devolverán el coche en perfectas condiciones por muy poco dinero.

Desventajas de la franquicia en un seguro

En la otra cara de la moneda están las desventajas de contratar un seguro con franquicia, que como imaginarás, tienen bastante que ver con las ventajas enumeradas, pero vistas desde el lado opuesto. 

Si antes mejoraba el precio de la póliza, ahora te encontrarás con que las bonificaciones a la hora de renovar tu seguro se irán viendo reducidas a medida que des partes por siniestros, y hay que considerar que se sigue la norma de una franquicia por siniestro. Para entenderlo mejor, te diremos que si tienes un seguro a todo riesgo con franquicia, sabrás que puedes dar partes sin contrario (un ejemplo es si encuentras tu coche dañado en el lugar en que lo aparcaste, pero no sabes quién lo ha provocado). Pues bien, si presentas daños en los dos laterales del coche, previsiblemente se abrirán dos partes diferentes y se aplicará una franquicia por cada uno de ellos. Si firmaste una franquicia de 200 euros en tu seguro, y quieres reparar los dos laterales, tendrías que abonar 400 euros. Eso sí, el coche se te devolverá en perfecto estado.

Si eres de los que tiene varios golpes pequeños a lo largo del año, al final puede salirte hasta más caro que tener un seguro sin franquicia, porque si quieres arreglarlos todos, la suma resultante puede alcanzar una cifra importante y puede que no te compense, por no hablar de que, si los daños son tan pequeños que su reparación no alcanza el importe de la franquicia, te tocará hacerte cargo a ti de ellos y tu aseguradora no deberá abonar nada.