Diccionario de seguros

Modalidad de seguro

Cuando queremos saber qué nos cubre realmente el seguro, tenemos que remitirnos al contrato que hemos firmado, nuestra póliza. Allí aparecerán, letra pequeña incluida -a pesar de que un alto porcentaje de la población no se la lee, - las condiciones que rigen, estricto sensu, la susodicha póliza y, por ende, el seguro que nos dará amparo durante el tiempo que esté estipulado entre la compañía aseguradora y nosotros.

Algunos conceptos que son imprescindibles son los nombres con que se conoce a los seguros “en la calle”. Un “todo riesgo”, un “terceros”, un “tercero con lunas” … pero ¿sabemos qué significa con certeza? 

Importancia de las modalidades de los seguros

Por eso interesa ahondar en el tema de las modalidades de los seguros y de lo que engloban. Muchas veces nos creemos a salvo de cualquier contratiempo porque tenemos un seguro de coche “a todo riesgo” y resulta que tenía exclusiones o excepciones que no habíamos leído. Si nos queremos poner estrictos, los seguros en realidad son un acúmulo de coberturas. Que un seguro tenga ciertas coberturas y otro diferente del mismo ramo -siguiendo con el ejemplo del automóvil- otras, no quiere decir que uno sea peor o mejor que el otro. Tendrán coberturas en común y después, a uno le interesará más el robo, a otro los daños propios… Cada seguro es el mejor para un asegurado en concreto teniendo en cuenta sus necesidades específicas, ahí destaca la labor de un buen asesor de seguros.

Las aseguradoras denominan las coberturas según la situación que potencialmente se puede vivir. Así, si te roban la radio, las ruedas, el mismo coche…. La cobertura de robo es la que auxiliará en ese caso. Si te quedas tirado en la autovía, la asistencia en viaje o carretera será la cobertura de la que habrá que echar mano. De esta manera, se unifican las coberturas para que, sea la compañía que sea con la que tengas el seguro, sepamos de qué estamos hablando. Pero dentro de cada una, la asistencia en carretera, por ejemplo, no ha de ser exactamente igual. Unas cubren dentro de un radio kilométrico, otras desde el primer kilómetro… Lo mismo pasa con el robo: a lo mejor una compañía cubre el robo de las ruedas, pero en otra, ese hecho concreto no entra dentro de las coberturas.

Las compañías aseguradoras adaptan las coberturas que ofrecen a las necesidades que podrían tener sus clientes

Es en el condicionado general de la póliza donde podremos ver el significado concreto de cada una de las coberturas que hemos contratado.

Las pólizas “a terceros” contienen la Responsabilidad Civil obligatoria y en algunos casos, otras coberturas como asistencia en viaje o defensa jurídica.

Si el seguro es “a terceros ampliado o combinado”, incluye las coberturas del anterior, más otras añadidas, que suelen ser robo, incendio y lunas (o alguna combinación de ellas u otras distintas).

Cuando hablamos de un “todo riesgo” se incluirán las coberturas de las modalidades anteriores y se añaden los daños propios. 

Por supuesto, esto es un resumen, porque las coberturas del seguro pueden ser tan amplias como desees contratar (defensa de multas, vehículo de sustitución…)

Además, las pólizas con franquicia tienen la particularidad de que siendo la misma modalidad de póliza que hayas elegido, hay una parte de la cuantía económica que nos corresponde en una indemnización que pagamos nosotros. Puedes profundizar en esto buscando el término “franquicia” en nuestro diccionario.