Diccionario de seguros

Siniestralidad

La siniestralidad es uno de los conceptos de mayor relevancia dentro de la industria de los seguros, tanto para las entidades aseguradoras, como para los clientes como tomadores de los seguros. 

Se conoce como siniestralidad al conjunto de siniestros que se producen dentro de un determinado periodo de tiempo, y que afectan a una póliza o a un grupo de pólizas. La medida de la siniestralidad se puede aportar tanto en cantidades netas, es decir, el número de siniestros en ese plazo de tiempo, como en las cantidades monetarias desembolsadas por la entidad aseguradora para una determinada póliza o un conjunto de pólizas. 

Las entidades aseguradoras estudian la siniestralidad de las pólizas con detenimiento, ya que les permite conocer la probabilidad con la que ocurre determinado riesgo, y así, calcular la probabilidad con la que habrá de desembolsar determinada indemnización. Una vez estudiada esta probabilidad, así como evaluadas las cantidades que supone cada desembolso, la entidad aseguradora podrá proceder a aumentar el coste de la prima de ese determinado riesgo, e incluso adecuarlo a cada cliente. 

Esto es habitual que ocurra a la hora de contratar seguros de salud, de acuerdo a la edad del tomador del seguro y a los diferentes historiales médicos. Parece obvio que una persona con un historial de fumador y con una edad avanzada podrá tener probabilidad de requerir una asistencia médica determinada distinta que otra persona no fumadora y de edad media, por lo que la prima que deberá pagar el primero será sin duda más alta. 

Otros usos del término

El término siniestralidad se usa también cuando se habla del índice de siniestralidad, un porcentaje que se calcula tomando como referencias las cantidades pagadas por una entidad aseguradora y el total de las primas recaudadas por dicha entidad aseguradora. De esta manera, la cuantía de los pagos se divide por el total recaudado, y el porcentaje que se obtiene es el que se conoce como índice de siniestralidad. 

El índice de siniestralidad es un porcentaje calculado a partir de lo desembolsado en indemnizaciones y lo recaudado en primas por una compañía

A pesar de que la explicación pueda parecer farragosa, se trata de una operación muy sencilla: supongamos una entidad aseguradora que durante un año ha recibido un total de un millón de euros en concepto de primas por sus contratos, mientras que su desembolso total en indemnizaciones ha supuesto un total de 500.000 euros. Su índice de siniestralidad será del 50%. 

De igual manera, usando el mismo ejemplo, si el total de las indemnizaciones pagadas fuese de un millón y medio de euros, el índice de siniestralidad se iría entonces al 150%. Los estudios muestran que para considerar que una entidad aseguradora es viable como empresa, es decir, presenta ganancias, su índice de siniestralidad no debe superar el 75%.  

En ocasiones, también se puede encontrar el término siniestralidad para hacer referencia a la indemnización en sí, o al conjunto de indemnizaciones. Cuando se usa así, es habitual leer que “la siniestralidad del seguro de automóvil de determinada entidad aseguradora alcanzó los 4 millones de euros durante el año pasado”. Nótese que se hace referencia tanto a un total, como a un plazo de tiempo