Diccionario de seguros

Valoración del objeto asegurado

Se trata de la valoración económica del objeto de seguro que realiza el propio asegurado para determinar qué cantidad sería necesaria para reemplazar dicho bien.

A la hora de elegir la mejor cobertura para nuestros seguros, así sea valorar las joyas que tenemos en casa para incluirlas en el seguro del hogar, o hacer una estimación de lo que nos supondría tener que amueblar la casa de nuevo tras un siniestro, lo ideal es tener una idea clara de la calidad y el coste que tuvieron a la hora de ser comprados con el fin de que, si llegase el momento de necesitarlo, no tengamos un capital inferior al real.

En los seguros “de cosas” es decir, los que cubren conceptos tangibles y valorables de forma objetiva, la valoración tiene tres momentos principales:

  1. Un valor inicial que se fija en el momento de que se firma el contrato.
  2. Un valor final, que será el valor que tendrá en el momento inmediatamente anterior a que suceda el siniestro.
  3. Y por último un valor residual, el valor que tendrá una vez el siniestro haya ocurrido.

Lo ideal es que los valores asegurados se pacten entre ambas partes -aseguradora y asegurado- a la hora de contratar el seguro con el fin de que en caso de ocurrir un siniestro las garantías sean suficientes y cercanas a la valoración real del objeto asegurado.

Lo mejor es que asegurador y asegurado acuerden los valores asegurados al contratar un seguro

Aunque puedan parecer conceptos idénticos, no es lo mismo suma asegurada que valor del objeto asegurado. La suma asegurada es la medida en la que se cubrirá por contrato el objeto a asegurar, representando la suma máxima a la que la compañía se obliga a indemnizar en caso de siniestro. Con relación a si esa cantidad es mayor o menor también se determinará la prima que pagará el asegurado. 

Situaciones propiciadas por la suma asegurada

En función de si la suma asegurada coincide con su valor o no, encontramos tres situaciones:

  • Seguro pleno: se da cuando coinciden exactamente el valor del objeto asegurado y la suma asegurada que lo protege.
  • Sobreseguro: ocurre cuando la suma asegurada es mayor al valor del objeto asegurado.

En el caso de tener un sobreseguro, el coste de la prima que se pagará será mayor de lo que debería puesto que la compañía estaría asumiendo un mayor riesgo. 

Para la parte aseguradora tampoco suele ser un buen trato puesto que puede venir dado de una mala intención por parte del contratante para ocasionar a propósito un daño y cobrar por él más de lo que vale. 

Ambas partes podrán exigir la reducción de la suma asegurada y de la prima para que se ciña más a la realidad.

  • Infraseguro: esta situación es la que nos encontramos en el supuesto de que la suma asegurada sea inferior al valor del objeto asegurado. Se trata de una situación muy peligrosa para el asegurado puesto que, aunque pagará una prima menor, con la suma asegurada no podrá hacer frente a los daños que puedan ocurrir sobre el objeto asegurado. La compañía sólo estará obligada a indemnizar el daño en la proporción convenida en la póliza.