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Una duda bastante frecuente es cómo saber los seguros que tiene contratados una persona. Es habitual que, ante un accidente, no se sepa que se cuenta con la protección de un seguro. Y que muchas operaciones con el banco activan la cobertura de una póliza; por ejemplo, pagar un billete de avión con una tarjeta de crédito suele aparejar de forma automática un seguro de vida para casos de accidente o el simple hecho de contar con ese medio de pago ya presupone un cierto nivel de aseguramiento.
La forma más sencilla puede ser comprobar en el banco los recibos de seguros cargados en tu cuenta. También, revisar la documentación que tengas en tu domicilio o que archives en tu email sobre las pólizas que hayas contratado, o consultar en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, que te dará la información que necesitas sobre tus seguros vigentes.
Puede ocurrir que un familiar fallezca sin que sepas si tiene seguros contratados, de lo que podrás informarte en el Registro de Contratos de Seguros de cobertura de fallecimiento, que las aseguradoras ayudan a mantener actualizado y podrás consultar telemáticamente o de forma presencial.
En el caso específico del seguro de vivienda, lo primero es tener en cuenta que no es obligatorio en España. Pero también que la Ley de Crédito Inmobiliario permite que los bancos, para otorgar la hipoteca, soliciten que la vivienda que se quiere comprar esté asegurada, aunque están obligados a aceptar las pólizas que el cliente les presente, mientras cumplan con las condiciones exigidas por la entidad financiera.
En España una cuarta parte de las viviendas no cuentan con seguro de hogar (el de incendios es obligatorio). Y esa falta de seguro tiene alguna consecuencia, porque si sucede un siniestro, como podría ser una inundación, el afectado no contaría con el beneficio de la cobertura que el Consorcio de Compensación de Seguros nos da para enfrentarnos a los daños materiales motivados por fenómenos naturales excepcionales. Y es que precisamente la condición para poder acceder a la indemnización del Consorcio es estar asegurado.
En el seguro de hogar solemos encontrar dos tipos primordiales de pólizas: el Multirriesgo, que es la más frecuente, y el Todo Riesgo Accidental.
En un seguro Multirriesgo, el contrato refleja cada riesgo que queda cubierto (robo, fenómenos meteorológicos e incendio, entre otros), cada cual con sus limitaciones y exclusiones, pero generalmente sin franquicia.
En una póliza a Todo Riesgo Accidental, la compañía de seguros cubre todos los daños originados por un accidente, con unas excepciones. Por cada siniestro el asegurado debe pagar una franquicia y tiene algunas limitaciones, pero su cobertura es de mayor amplitud. Además, al ser más breve y simple, el contrato es más comprensible para el asegurado, lo que no sucede a menudo con los multirriesgo del hogar.
El más habitual nuestro país es el seguro multirriesgo y, si lo deseas, puedes ampliarlo con la garantía Todo Riesgo Accidental
Este tipo de seguro de hogar, sin embargo, es muy poco frecuente en el mercado español. Lo normal es que la aseguradora ofrezca el seguro multirriesgo y dé la opción de contratar la garantía de Todo Riesgo Accidental, de forma que el asegurado consigue más amplias coberturas.
Tiene la ventaja de que, para los siniestros corrientes, no se suele aplicar franquicia, aunque para los cubiertos por las garantías adicionales, aparte de las franquicias o daños mínimos indemnizables, puede tener límites (una indemnización máxima de una cantidad concreta por siniestro y año, por ejemplo) lo que lo hace menos atractivo.
En cualquier caso, lo más importante es valorar correctamente tanto el continente (la edificación) como el contenido, reflejando lo que más importa para mantener la calidad de vida de la familia. Aun con idéntica superficie y características arquitectónicas, un piso en primera línea de playa no valdrá lo mismo que otro que se encuentre cinco calles más adentro. Volver a edificarlos en el caso de un destrozo sí costará lo mismo. Por ello, es importante asegurar el valor real de reconstrucción de la casa y no, como a menudo piden los bancos, el capital del préstamo concedido, ya que la cantidad casi nunca coincide.
Si la vivienda se encuentra en una comunidad de propietarios, conviene saber si el edificio en sí cuenta ya con un seguro de edificios. En caso afirmativo, debe tenerse en cuenta al contratar el seguro para el continente, ya que podrían estar duplicándose coberturas, y será suficiente con hacer una cesión de derechos en base a la cuota de copropiedad a favor del banco.
Otra recomendación es hacer un inventario cada tres años de todos los bienes que se tienen en la casa y con los que nos gustaría empezar de nuevo en caso de un siniestro que la destrozase. Lo que se persigue es valorar con corrección el contenido que queremos asegurar.
Es conveniente conocer en profundidad los criterios de valoración de los bienes que adoptan las compañías. En muchas pólizas no nos pagarán los electrodomésticos si superan cierta antigüedad y pueden aplicarnos depreciación en casi todo, acabando con nuestras expectativas de quedarnos como estábamos antes del siniestro. Y, sobre todo, debemos tener mucho cuidado con los seguros baratos o low cost, porque con toda probabilidad las prestaciones y las indemnizaciones también lo serán.
Como no es posible asegurar absolutamente cada cosa, debemos cuidar adecuadamente archivos, documentos, fotos y en general aquellos elementos especialmente valiosos desde el punto de vista emocional más que material.
Otro elemento que se debe comprobar es que, en caso de siniestros graves, el seguro cubra unos días de hotel y hasta un año el alquiler de otra casa, en caso necesario.
También es conveniente que el capital cubierto por Responsabilidad Civil sea suficiente. El asegurado tiene que imaginarse un incendio en su casa que afecte a dos de su alrededor para calcular el impacto al que tendrá que hacer frente si no tuviera un seguro.
Hay que tener en cuenta también la cobertura de reclamación de daños, que permite sufragar los costes legales.
El Corte Inglés Seguros pone a tu disposición varias modalidades de seguro de hogar, para que tú puedas elegir el que más te interese, o quizás prefieras tener seguros diferentes en caso de que tengas varias viviendas con usos distintos, como verás a continuación:
Dentro de los Seguros para Vivienda Habitual, puedes optar por un seguro Esencial El Corte Inglés, con unas coberturas básicas, Óptima El Corte Inglés, donde además de las coberturas que ofrece el anterior, contarás también con reposición de llaves y cerraduras o de medicación o alimentos que tuvieras en el frigorífico, entre otros. Si deseas una cobertura más amplia todavía, el seguro Supra El Corte Inglés te ofrece la cobertura para asentamiento o movimientos de tierra por obras de terceros y el mencionado Todo Riesgo Accidental, además de otras garantías adicionales.
En El Corte Inglés Seguros hay una modalidad de póliza de hogar adaptada a cada necesidad
Si vives de alquiler o eres el propietario de una vivienda que alquilas, los Seguros de Hogar de Alquiler son tu elección ganadora. Si el tuyo es el primer caso, el seguro Hogar Inquilino El Corte Inglés te permite contar con coberturas de robo y hurto en el interior de la vivienda, inhabitabilidad y te da protección legal en el ámbito español, además de otras coberturas igualmente interesantes.
Si eres el propietario, el seguro Hogar Arrendador El Corte Inglés te protege frente a la pérdida de alquileres y te da cobertura de Responsabilidad Civil como propietario, protección legal por desahucio y reclamación de rentas, o contra actos vandálicos de tu inquilino, entre otras.
Y si tienes una segunda residencia, el Seguro de Hogar de Temporada es el seguro que necesitas para proteger esa vivienda que pasa cerrada gran parte del año.
Sea cual sea tu caso, podrás encontrar la mejor póliza para ti, adaptada a lo que necesitas y que te librará de sorpresas indeseadas en el momento más inoportuno.
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