HABLA CON UN ASESOR
Deja tus datos y te llamaremos para resolver tus dudas y recibir asesoramiento
Si acabas de adquirir una moto nueva y quieres saber las claves para contratar el seguro de moto que mejor se adapta a ti, aquí te lo contamos todo.
Las motos se han convertido en los últimos años en uno de los medios de transporte más anhelados para aquellos que desean, sobre todo, moverse por la ciudad con la certeza de que aparcar no se convertirá en una odisea. Además, su precio de compra es menor que el de un coche por lo que son una gran opción para quien no puede permitirse o no desea hacer un gran desembolso para su vehículo.
Así como con cualquier otro vehículo, lo primero que debemos hacer cuando tenemos una moto nueva es hacer una comparativa de seguros y contratar el que cumpla con nuestros criterios en base a su precio, coberturas y prestaciones. Es importante saber que es completamente ilegal circular sin, al menos, el seguro de Responsabilidad Civil Obligatorio en una moto. No seguir esta norma tiene una sanción que va de los 1.000 a los 1.250 euros en función del permiso requerido. En el caso de no estar circulando con ella, pero sí tener aparcada en la calle una moto sin seguro, las sanciones también suponen un importante desembolso.
Como veíamos antes, cualquier seguro de moto evitará estas multas siendo el más básico el denominado Seguro Obligatorio. Esta modalidad es la que comúnmente se conoce como “terceros básico” dado que cubrirá, de manera principal, los gastos producidos a terceras personas pero no los daños propios que puedan sufrir la moto.
No obstante, tratándose de una moto que acabas de adquirir, lo más habitual es que prefieras asegurarla añadiendo otras coberturas tales como robo, incendio, todo riesgo con o sin franquicia, asistencia en carretera, protección jurídica, etc…
Lo primero que tu seguro de moto debe cubrir es la Responsabilidad Civil, puesto que como veíamos es la cobertura obligatoria para circular o estacionar en la vía pública.
A partir de ahí existe un sinfín de garantías que podemos añadir al seguro para hacerlo más personalizado y adaptarlo a nuestras inquietudes y necesidades.
El tipo de motocicleta que sea, el uso que se le va a dar, la experiencia del conductor, la edad del conductor, la siniestralidad previa del conductor con otros vehículos, la localidad del asegurado, contar con garaje o dejarla en la vía pública, las garantías contratadas y las sumas aseguradas, etc… son principalmente los factores que harán variar el precio del seguro.
Principalmente, podemos diferenciar tres tipos de seguros de moto en función de su cobertura:
En definitiva, para una moto nueva, lo mejor sería descartar la opción de hacer un seguro básico puesto que no cubrirá ningún daño que sufra la propia moto. A menos que por motivos económicos no se pueda destinar más dinero a proteger el vehículo, lo más recomendable es contar con coberturas que nos garanticen no perder el dinero invertido en la moto y mucho menos los primeros años cuando su valor sigue siendo muy alto.
Una buena solución es asegurar los primeros años con una modalidad más amplia, aunque también resulte más cara y, cuando el valor de la moto haya disminuido por el uso y el simple paso de los años, cambiar la cobertura a una modalidad más básica que se ajuste a las necesidades de moto y conductor en todo momento.