15 casos en los que el seguro podría no cubrirte

Tampoco estaremos cubiertos por nuestra póliza de seguro de coche si participamos en una carrera ilegal, por lo que podríamos pensar que estaríamos cubiertos si lo hiciéramos en una carrera legal en un circuito, pero no es así, ya que existen pólizas de seguro específicas para estas situaciones.

Si te gusta introducir cambios en tu coche, como ruedas de un ancho mayor, o elementos electrónicos como un GPS que no viniera de serie, deberás homologar dichos cambios, ya que ante un siniestro la aseguradora podría argumentar que se trata de un vehículo diferente al que se aseguró en su día, y quedaría fuera de la cobertura.

Lo mismo sucede con otros tipos de vehículos: el seguro de moto tampoco cubrirá cualquier percance que suceda en una motocicleta con modificaciones que no hayan sido homologadas.

También podría ser motivo de pérdida de la cobertura el hecho de no auxiliar a un herido tras causar un accidente, o el hecho de huir tras haber sido responsable del mismo. En esos casos, la entidad aseguradora trataría de repercutir los daños a los que haya tenido que hacer frente sobre el conductor que se demostrara que se dio a la fuga tras provocar el accidente.

Debes comprobar las coberturas y exclusiones que ofrece tu pólizas de tu seguro para asegurarte de que todas tus necesidades están cubiertas

Es importante por tanto dedicar tiempo a comparar las pólizas de seguro de coche que se encuentran a nuestra disposición en el mercado, para estar convencidos de que contratamos la mejor póliza de seguro para nuestro coche.

Son muy conocidas las coberturas por incendio, robo, inundación y otros daños por agua, pero hay determinados casos en los que la entidad aseguradora podría no cubrir un siniestro, como verás en los ejemplos que indicamos a continuación.

En el caso de que se demuestre que unos daños por agua se han producido por un mantenimiento de la instalación poco adecuado (o nulo), el seguro podrá aducir que el propietario de la casa tiene la obligación de mantenerla en buen estado de uso, por lo que podría limitarse a localizar de dónde procede la avería, pero seríamos nosotros quienes afrontaríamos los gastos del arreglo.

Los descuidos suelen ser también motivo de exclusión de la cobertura -tomamos nuevamente como ejemplo los daños por agua-. Si nos hemos dejado una ventana abierta, una puerta mal cerrada, o incluso si el cierre o ajuste de cualquiera de ellas estuviera en mal estado, la aseguradora podría hacer recaer la responsabilidad del siniestro sobre esta falta de mantenimiento, o sobre el descuido en sí mismo, ya que como antes, la obligación de mantener la instalación en buen estado es tarea del propietario si queremos que el seguro nos cubra cuando lo necesitemos.

Siguiendo con los despistes, debemos prestar especial atención si somos fumadores, ya que un siniestro provocado por un cigarrillo mal apagado, o dejado en un lugar en el que el final de su combustión haya podido producir un incendio, podría provocar que nuestro seguro de hogar quede liberado de la obligación de cubrirnos en este siniestro.

La mayoría de los seguros de hogar cuenta con la cobertura de robo, pero recuerda que para que se considere robo debe mediar intimidación o violencia. De no ser así, el siniestro se considera hurto y hay pólizas que no recogen este tipo de siniestro entre sus coberturas.

Por último, si tienes un jardín en el que has colocado unos muebles que han podido sufrir daños por las inclemencias del tiempo o que te han robado, podría ser que estuvieran también fuera de la cobertura del seguro.

Como antes, también hay que informarse bien cuando queramos contratar un seguro de hogar y adecuarlo al tipo de vivienda que tenemos y a las coberturas de las que queremos disponer.

El seguro de salud es otro en los que existen un número de casos en los que nuestra póliza no nos cubrirá. Por supuesto, al contratar un seguro de salud debemos notificar las enfermedades preexistentes de manera que la entidad aseguradora pueda valorar nuestro caso concreto y decidir si asume dar cobertura al riesgo o no (y si lo hace, en qué condiciones).

El seguro de salud, por norma general, no está diseñado para asistirnos cuando sufrimos una lesión a causa de un accidente laboral o a causa de estar practicando algún b>deporte de riesgo. En el primer caso, debería ser la mutua correspondiente la que se hiciera cargo -o, en su defecto, la Seguridad Social- y en el segundo, debemos contratar una póliza específica para la práctica de estos deportes si queremos estar cubiertos.

Es importante saber que, en el caso de tratarse de una posible asegurada que tenga intención de quedarse embarazada, los seguros de salud cuentan con un periodo de carencia previo para cubrir el embarazo. Además, suelen dejar fuera de la cobertura los casos en los que se desea dar a luz en casa, los casos en los que se opta por la interrupción voluntaria del embarazo olas intervenciones quirúrgicas en el feto.

Fuera de la cobertura de la póliza de seguro de salud se suelen encontrar también los tratamientos que se consideran propios de medicinas alternativas, como la homeopatía, la acupuntura, la naturopatía o la mesoterapia, por nombrar algunas.

Los tratamientos dirigidos a solventar la infertilidado la esterilidad (de la mujer o del hombre), también suelen formar parte de la lista de exclusiones habituales. En el caso de los hombres hemos de incluir los tratamientos de la disfunción eréctil y de la impotencia entre los casos que el seguro normalmente no cubre.

Por último, cuando se va a realizar un cambio de sexo mediante cirugía, se va a colocar alguna prótesis que no tenga carácter de ortopedia o se va a proceder a una cirugía de tipo estético, podremos también ver cómo no es habitual que los seguros de salud contemplen estas coberturas.

En definitiva, dedicar un tiempo para comparar las diferentes pólizas de seguro de salud que el mercado pone a nuestra disposición sigue siendo la mejor recomendación que podemos darte desde El Corte Inglés Seguros, ya que así podrá evitar sorpresas futuras que puedan ocasionarte un disgusto en el momento que menos te lo esperes.