¿Cuáles son los requisitos para contratar un seguro de vida?

¿Sabes lo que necesitas cumplir para contratar un seguro de vida? Descúbrelo con nosotros. Pólizas

En este artículo podrás informarte acerca de

Los seguros de vida son uno de los productos financieros más contratados en la actualidad. Tanto sus beneficios fiscales como la tranquilidad económica que ofrecen en caso de fallecimiento o discapacidad son un atractivo fundamental para su crecimiento como sistema de ahorro.

No todo el mundo puede contratar un seguro de vida, ya que las compañías aseguradoras exigen una serie de requisitos para hacer efectivas sus pólizas.

Las condiciones son:

  • Ser mayor de edad: y además, menor de 65. Lógicamente, en menores de 18 años no es usual esta práctica y además la Ley del Contrato del Seguro lo prohíbe de forma general. Sólo en casos excepcionales se puede considerar esta opción y siempre con una edad superior a 14 años. En el caso de los mayores de 65 años, se considera que el riesgo es muy elevado para una contratación por primera vez, aunque sí permiten su renovación durante un periodo superior de tiempo e incluso de forma vitalicia (según el tiempo que esté en activo). En caso de profesiones de riesgo, puede establecerse un límite de 55 años.
  • Que el interés en la contratación sea legítimo, con buena fe: si en el momento del fallecimiento o discapacidad reconocida del asegurado, se demuestra que la causa que otorga el cobro del seguro ha sido intencionada por el beneficiario, la aseguradora puede quedar exenta del pago. Obviamente, el objetivo de la aseguradora es el pago de la póliza durante el tiempo suficiente para que sea rentable y el tener que hacerla efectiva a un corto plazo es óbice para que, al ser un seguro voluntario, puedan negarse a su contratación.
  • Información veraz: si se demuestra a la hora de contratar la póliza que la información no es cierta o es incorrecta, está mal detallada o no se notifica cualquier imprevisto, puede impedir que se hagan efectivas las coberturas especificadas en el contrato. Por lo tanto, es necesario rellenar un pequeño cuestionario de salud donde cualquier detalle puede modificar la prima y las cuotas de la póliza. El hecho de tener enfermedades congénitas, afecciones cardiacas, operaciones previas de riesgo, ser fumador, o tener sobrepeso, por ejemplo, son condicionantes que pueden aumentar la prima, denegar la indemnización o rebajarla en el momento del cobro.
  • El asegurado debe residir en el país en el que hace la contratación: las personas no residentes o sin documentación en regla no pueden realizarlo. En España, no es suficiente con que se tenga la nacionalidad, es necesario además que se demuestre la residencia por un periodo al menos de 6 meses.
  • Las personas incapacitadas: al haber sido prohibido que actúen legalmente por sí mismos, no pueden realizar su contratación.

Como hemos mencionado anteriormente, la profesión ejercida por el contratante puede llegar, en función del riesgo que tenga, a aumentar su coste o incluso llegar a ser denegada la contratación.

¿Qué beneficios tiene contratar un seguro de vida?

A nivel económico, los beneficios que tiene un seguro de vida son lo suficientemente suculentos para inclinarse por su contratación

  • El capital es reajustable durante todo su periodo de validez
  • El capital de la póliza está exento de que el beneficiario tenga que responder con él ante cualquier deuda que pueda tener el asegurado en caso de su fallecimiento.
  • El capital asegurado no puede ser embargado.
  • El capital recibido por los beneficiarios en caso de fallecimiento no forma parte de los descuentos en la tributación de los impuestos de herencia.

En cualquier caso, es importante recordar que existen seguros de vida vitalicios, que duran toda la vida del asegurado y temporales, que se contratan por circunstancias puntuales como un viaje, una residencia temporal o una actividad puntual.

A la hora de contratar este tipo de seguros, es importante hacer una valoración previa según las necesidades propias y las de los futuros beneficiarios, para poder elegir cuál es el que más conviene, de modo que no afecte a sus condiciones económicas presentes ni futuras y negociar cada aspecto que debe de ser incluido en el mismo, tanto a nivel de necesidades como de condicionantes que pueden llevarnos a alguna sorpresa desagradable a la hora de recibir el cobro del mismo.