¿Qué es el valor de reposición? Así se calcula
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Cuando estamos pensando en contratar un seguro para alguna de nuestras posesiones materiales, ya sea un seguro de hogar, un seguro de coche, o uno de moto, revisamos el precio, las coberturas, la asistencia en viaje, la Responsabilidad Civil…. Pero quizás en lo último que reparamos, si es que lo hacemos, es en el valor de reposición que tiene esa póliza de seguro. Sin embargo, es muy importante que sepamos en qué consiste y cómo va a influir en el objeto que tengo asegurado, porque dependiendo de esto puede haber diferencias abismales entre las coberturas de uno y otro seguro.
¿Qué es el valor de reposición?
Según la definición clásica de cualquier condicionado de contrato de seguro, valor de reposición es la cantidad que la compañía de seguros deberá abonar al asegurado o al tomador si hay que compensar una pérdida porque se haya producido un siniestro, bien sea con una cuantía económica o con la reparación o reposición del objeto siniestrado.
La forma en la que la compañía aseguradora calcule el valor de reposición determinará la indemnización a aplicar en caso de siniestro
En las condiciones particulares o en las condiciones generales de la póliza de seguros que tengamos contratada o queramos contratar, siempre viene reflejado el valor de reposición que la aseguradora va a aplicar si se produjera un siniestro, por eso es fundamental que comprobemos esta documentación cuando haya que dar un parte a la aseguradora.
Hay que ser consciente de que, según el tipo de seguro que busquemos contratar, por ejemplo un seguro de coche, un seguro de hogar o un seguro de moto, el valor de reposición será distinto, y tener en cuenta que, según el bien que debemos reponer, las coberturas pueden ser distintas.
¿Cómo se calcula el valor de reposición?
Existen varias formas en las que la compañía de seguros puede hallar el valor de reposición. La aseguradora tendrá en cuenta también el bien que se debe indemnizar por lo perdido en el siniestro, ya que el fin último del seguro es que el asegurado recupere idéntica situación a la anterior a la pérdida sufrida, ya que no puede haber lucro porque el valor de reposición se hubiera calculado de una manera inadecuada.
Ejemplo de cómo calcular el valor de reposición
Un ejemplo: en el seguro de hogar, nos informarán en las condiciones generales del valor de reposición en caso de sufrir un siniestro, indicando si se aplicará depreciación.
En los seguros de hogar el valor de reposición suele ser valor de reposición a nuevo. Esto quiere decir que, en caso de que se produzca la desaparición del objeto asegurado -a causa de algún siniestro cubierto por la póliza-, la compañía de seguros indemnizará al tomador con la cantidad que supondría adquirir de nuevo ese objeto, sin importar el tiempo que tuviese. Poniendo otro ejemplo, si tengo un siniestro y esto implica que se quema una mesa de madera de roble comprada hace 20 años, por la que en su momento se pagaron dos mil euros, la compañía me indemnizará por lo que costase ahora una mesa nueva de características iguales, con los cambios que haya podido tener por el coste de la vida (que generalmente son al alza). Es decir, si una mesa nueva de las mismas características ahora cuesta dos mil trescientos euros, esa será la indemnización que el asegurado percibirá.
Por el contrario, si el siniestro se ha producido en un equipo electrónico o en un electrodoméstico, lo habitual es que la aseguradora tenga en cuenta la obsolescencia o depreciación que tenga el producto por el paso de los años (valor real). En este caso, para calcularlo se aplicaría un porcentaje de depreciación, que cuando sea igual o superior al setenta y cinco por ciento, significará que la aseguradora podrá deducir ese tanto por ciento del valor de reposición y, por lo tanto, se indemnizaría de acuerdo al valor real o residual del objeto. Esto es, si en un incendio se quema un televisor que tiene 20 años, que en su momento costó mil euros, lo más probable es que la depreciación de ese objeto sea superior al setenta y cinco por ciento del valor de reposición a nuevo, (supongamos que en este caso sean setecientos euros); entonces la compañía aseguradora tendría que indemnizar con trescientos euros que es la diferencia que hay al restar del valor de reposición del objeto la depreciación, asemejando de esta manera la pérdida que hemos sufrido.
En el seguro de coche y el seguro de moto el valor de reposición se calcula de manera diferente al seguro de hogar
En el seguro de coche y el seguro de moto, en cambio, el valor de reposición se halla de diferente manera, ya que los vehículos van perdiendo valor desde el momento en el que se matriculan, por lo que el valor de reposición a nuevo sólo se dará -según la compañía aseguradora y la póliza que hayamos contratado- en el primer año, o los dos primeros años de matriculación del coche. En este punto, el asegurador puede utilizar dos criterios para calcular el valor de reposición, o bien reponer por valor de mercado, o bien por valor venal.
El valor venal corresponde al valor de venta de ese vehículo en el momento justo antes de que ocurriese el siniestro, teniendo en cuenta la fecha de matriculación del coche o la moto. Si tengo un Seat Ibiza que se ha matriculado en junio de 2007, que costó diecisiete mil euros, la compañía de seguros indemnizará por lo que ahora cuesta considerando dicha fecha de matriculación, supongamos que fuesen dos mil euros.
En cuanto al valor de mercado, representa el valor medio que podría alcanzar el vehículo en el mercado de segunda mano, cuando sucede el siniestro. Teniendo en cuenta los años del vehículo, suele ser algo superior a valor venal, ya que sería ese valor venal del coche añadiendo el porcentaje que aplicaría una empresa de compra venta de coches o un concesionario para sacar alguna ganancia de ese vehículo.
También es interesante conocer las condiciones de las pólizas de seguro referentes a la indemnización por el valor de reposición a nuevo de elementos que ya no se encuentren en el mercado, bien por desaparición o bien porque se hayan dejado de fabricar. Cuando sucede esto, suele tomarse como referencia para la indemnización el valor de objetos que realicen las mismas funciones que el objeto perdido o que tengan características similares.
Según lo que estamos desgranando, se puede ver que en la indemnización hay algunas diferencias, dependiendo de cómo se vaya a calcular el valor de reposición del objeto asegurado; de ahí, como decíamos, la importancia de repasar estos detalles en las coberturas de la póliza que tengamos contratada o que estemos pensando en contratar.
¿Cómo calcular el valor de reposición de un inmueble?
En el caso de los inmuebles, el valor de reposición sería el importe que la aseguradora tendría que asumir si sucede un siniestro cubierto por la póliza que causa daños en el mismo, para que el inmueble asegurado recupere su situación previa.
Para calcularlo, se tienen en consideración gastos relativos a los precios, la mano de obra y los materiales necesarios para reconstruir una vivienda con las mismas características que la que tenemos asegurada. También puede tomarse como referencia el precio en la actualidad de una vivienda como la que nos ocupa, pero si optamos por esta alternativa, habrá que restar lo correspondiente a su depreciación, debida al tiempo transcurrido.
Para saber qué forma de cálculo es la mejor para ti y conseguir una indemnización adecuada, lo mejor es dejarse asesorar por un experto en seguros que te explicará todos los factores que participan en el valor de reposición de los inmuebles.