¿Cómo se calcula el IPC del alquiler?

El IPC (Índice de Precios al Consumo), es una medida estadística para evaluar cómo varían los precios en el tiempo de un conjunto específico de bienes y servicios. Se utiliza para cuantificar la inflación, reflejando el cambio porcentual en el coste de vida para los consumidores y se tienen en cuenta alimentos, vivienda o transporte, entre otros. El IPC se calcula comparando los precios actuales con una base de referencia. Este indicador es fundamental para entender el impacto de la fluctuación de los precios en la economía, facilitando la toma de decisiones para inversores, para los planes económicos y para el público en general.

El IPC del alquiler evalúa las variaciones en los costes de alquiler de viviendas y locales comerciales. Su cálculo implica un seguimiento y análisis de los cambios en los precios medios de los alquileres a lo largo del tiempo. Para calcularlo, se toman en cuenta factores como la variación en los precios de distintos tipos de propiedades, los costes que se asocian a servicios públicos y mantenimiento, y la tasa de ocupación en diferentes áreas geográficas. 

Una vez recopilados estos datos, se ponderan según la importancia relativa de cada componente en el gasto total del alquiler. Gracias a este índice, se pueden comprender y estudiar las tendencias y la inflación en el sector inmobiliario, arrojando una información muy valiosa para inquilinos, arrendadores o inversores.

No obstante, para aplicar una subida del alquiler no se tiene en cuenta el IPC específico del sector inmobiliario, sino el IPC general. Imaginemos que hemos firmado un contrato en abril de 2021 para alquilar un piso por 1.000 euros al mes. En abril de 2022 se cumpliría un año desde que comenzamos a vivir en ese piso alquilado y nuestro arrendador tendría que utilizar el IPC del mes previo (marzo de 2022) para saber en qué cantidad nos debe subir el alquiler mensual. 

Suponiendo que el IPC de marzo de 2022 fuera de un 4,5% (dato hipotético), el dueño de la vivienda que habitamos nos incrementaría el alquiler en 45 euros, pasando desde entonces a pagar 1.045 euros al mes durante la siguiente anualidad, hasta abril de 2023, cuando habría que actualizar de nuevo el precio del alquiler de acuerdo con el IPC de ese momento.

Sí, pueden hacerlo. La posibilidad de que el alquiler se ajuste por el Índice de Precios al Consumo viene establecida generalmente en el contrato de arrendamiento. Si en el contrato se especifica que el alquiler se puede ajustar anualmente según el IPC, entonces el propietario podría realizar ese ajuste, pero solo una vez al año. Por lo general, en el contrato se establece una fecha específica para hacer este ajuste, que suele ser al llegar la fecha de inicio del contrato de arrendamiento.

Es muy importante que revises detenidamente el contrato de alquiler que has firmado para entender los términos y condiciones que se relacionen específicamente con los posibles aumentos del precio de tu alquiler. Si hay disposiciones que permiten ese ajuste anual según el IPC, el casero debe notificártelo con la antelación necesaria para poder llevarlo a cabo.

No, tu casero no puede avisarte de que te sube la renta por la actualización del IPC en junio (siguiendo con el ejemplo utilizado más arriba) si tu contrato cumple la anualidad en abril, y pretender que le abones la diferencia de lo que ya has pagado en esos dos últimos meses. Siempre que un arrendador quiera subir el precio del alquiler de un piso ajustándose al IPC, debe notificárselo a su inquilino por escrito y la subida se tendrá en cuenta desde el mes siguiente a esa notificación. Por lo que, si desea subirte el alquiler por el ajuste del IPC, debe informarte al menos un mes antes de que se cumpla la anualidad de tu contrato. 

El precio del alquiler no puede subir con carácter retroactivo, aunque el casero sí puede actualizar de golpe el IPC de varios años

Lo que sí puede hacer es subirte el alquiler con el IPC acumulado de varios años (máximo los últimos cinco) si no lo ha hecho anualmente por la razón que fuera. Eso sí, el Instituto Nacional de Estadística contempla que el alquiler pueda subir de manera acumulativa, pero nunca retroactiva. Esto quiere decir que el precio de tu mensualidad subiría a partir de ese momento, pero no podría reclamarte la diferencia respecto de lo que has pagado ya. 

Con la nueva ley de vivienda se prevé que desde 2024 los ajustes en los precios del alquiler ya no se vinculen al Índice de Precios al Consumo y se topará en el 3% el límite que un arrendador puede subir el alquiler a sus inquilinos (respecto a los alquileres de vivienda exclusivamente).

Existe libertad de pactos, con lo que el precio del alquiler puede actualizarse cada año en un porcentaje que se acuerde en el contrato, de conformidad con el índice de actualización que se elija, el IPC (el más habitual) o cualquier otro. Eso sí, debe estar recogido expresamente en el contrato que firmemos; si no lo está, no podrán actualizarnos la renta durante el tiempo que el contrato esté en vigor.