Es muy común en las casas que aparezcan pequeñas (o grandes) grietas en las paredes. Por lo general no suelen ser preocupantes ya que están provocadas por mínimos movimientos de la vivienda que se producen por asentamiento en el caso de los nuevos edificios o por el tiempo.
Si es tu caso y tienes alguna grieta que no puedes dejar de mirar y te incomoda su presencia, te vamos a dar unos consejos para arreglarla. Y si además estás pensando en pintar o empapelar cualquier pared, debes repara previamente cualquier desperfecto si quieres que el resultado sea de profesional. Lo primero es siempre preparar la pared y arreglar o tapar las grietas y después pintar y decorar.
Para empezar, como reparador debes saber que tapar, arreglar o reparar grietas es lo mismo, porque realmente todo pasa por rellenar la fisura. A la hora de hacerlo tienes que tener en cuenta el tipo de grieta a la que te vas a enfrentar ya que en base a esto tendremos que ver que materiales vamos a emplear, si solo necesitamos pasta o si debemos realizar un paso previo, cubriéndola con una cinta específica.
Se considera una grieta "normal" cuando tiene una separación de aproximadamente medio centímetro. En este caso, casi sería más una fisura que una grieta. La aparición de una grieta en la vivienda puede ser por diversos motivos, desde ser causadas por agentes externos, como puede ser el caso de una pared expuesta al sol directo; o por el uso de materiales de mala calidad, hasta una combinación errónea de los mismos; o provocada por los movimientos o sobrepeso en la estructura…
Entre los tipos más frecuentes de grietas que puedes encontrar en una pared son:
Aunque este tipo de grietas no suelen ser habituales, y lo que sueles ver en tu casa son más bien pequeñas fisuras, conviene que sepas identificarlas a tiempo para evitar daños más graves. Normalmente las fisuras que aparecen son las que se producen debido al asentamiento o mermas del material que cubre la pared. Las encontrarás en la pintura o capa interna superficial de la pared y no tienen mayor importancia. Estas son las que te vamos a enseñar a reparar.
Si quieres tapar tú mismo las grietas de tu pared podrás hacerlo siguiendo estos pasos ya que resulta más sencillo de lo que crees.
Para empezar, coge una espátula, como primer paso comienza por agrandar con el pico de la herramienta la grieta para que se desprenda todo el yeso que no está firme.
Con ayuda de una brocha seca limpia el polvo que quede en el interior de la grieta, después de agrandarla.
El tercer paso es coger un pulverizador aplicar agua sobre la grieta.
Para tapar la grieta pon sobre la espátula un poco de pasta, también llamada plaste o masilla. Son de tipo Aguaplastat, y las podrás encontrar en las superficies de bricolaje. Estos botes llevan una mezcla lista para usar o en polvo, generalmente de color claro, y suelen indicar cómo usarlas. Aplica la pasta sobre la grieta en capas finas, ya que es preferible hacerlo en varias capas finas y no de una sola vez, así no se contraerá la pasta al secar.
Por último, deja secar la pasta. Cuando ya esté completamente seca lija la superficie con un taco de lija hasta conseguir nivelar la pared y que quede bien liso. Retira el polvo que haya quedado con un paño humedecido.
Una vez hayas realizado todos estos pasos ya puedes pintar la pared.
Si vas a tapar una grieta de la pared recurrente, un truco para arreglarlas es usar una cinta tapa grietas. Este material es una especie de venda que se sitúa sobre la grieta. De este modo conseguirás que la grieta tarde muchos más años en aparecer y no tendrás que estar reparándola constantemente. Una vez pongas la cinta, ya puedes aplicar la pasta para nivelar, y ocultar la cinta en el proceso.
Y si quieres saber cómo limpiar las paredes de tu casa, te lo recordamos.