Seguro para secadora
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Desgraciadamente, nada (o casi nada) es eterno. ¿Puede haber algo peor que una avería inesperada de la secadora en una semana lluviosa? Quien lo haya sufrido sabe de lo que hablamos.
Los electrodomésticos nos dan facilidades enormes para que nos tengamos que preocupar lo justo por las tareas domésticas, el problema se presenta cuando en el peor momento la realidad nos golpea quitándonos esa comodidad.
Si bien es cierto que, en nuestro país, no es del todo frecuente contar con una secadora dentro de los electrodomésticos habituales en una casa, pero, en los últimos años, ha habido un auge en sus ventas. Por norma general tenemos la suerte de vivir en uno de los rincones del mundo que más días de sol tiene al año y eso hace que en nuestro país, ni el 20% de los hogares cuenten con una secadora mientras que, en otros países de Europa, esa cantidad asciende a más de la mitad de los hogares.
Ventajas de tener secadora en casa
Aún así, presenta una serie de ventajas por las que es una buena opción añadirla a nuestra rutina de lavado de ropa, tales como que hoy por hoy prácticamente se puede secar en ella cualquier tejido (estando obsoletas las etiquetas de muchas prendas) puesto que los avances tecnológicos aplicados a las secadoras las hacen seguras para una infinidad de materiales y ya no encogen la ropa o la arrugan tanto como ocurría con los modelos más antiguos gracias a nuevos avances como la tecnología de la bomba de calor o la redirección del aire.
Otro de los factores que han generado el aumento de compra de este electrodoméstico es el hecho de vivir en espacios más pequeños. Hoy por hoy es frecuente encontrar pisos que no disponen de una zona para poder tender lo que las hace muy atractivas para las viviendas de las zonas más céntricas de las ciudades. Pero, aunque tengamos un sitio para tender, se ha de tener en cuenta que los rayos UV del sol son tan nocivos para la ropa como lo son para nuestra propia piel. Exponer las prendas lavadas al sol directo sólo conseguirá a largo plazo causar decoloraciones indeseadas y amarillear las prendas de color blanco. Si tendemos al aire libre, nuestra ropa queda expuesta a suciedad, insectos e inclemencias del tiempo. En definitiva, para cuidar la ropa adecuadamente nos ayuda mucho más una secadora moderna que tender y dejar la ropa a la intemperie.
Además, existe una variedad de secadoras para cada hogar y necesidades. Para poder encontrar la mejor debemos diferenciar entre:
- Las secadoras de evacuación: son las más tradicionales. Funcionan cogiendo el aire del exterior, lo calientan mediante unas resistencias eléctricas y tras usarlo, lo devuelven al exterior nuevamente. Son el modelo más económico a la hora de comprar, pero son menos eficientes y más complicadas de ubicar debido a que necesitan un tubo al exterior.
- Las secadoras de condensación: es cierto que utilizan un sistema relativamente similar, pero estas, funcionan utilizando un circuito interno sin acceso al exterior por lo que son más cómodas de ubicar en casa y de instalar. Al condensarse, el aire húmedo se acumula en el depósito que se debe vaciar o conectar a un desagüe.
- Secadoras con bomba de calor: es el modelo más actual puesto que utilizan su propia bomba de calor para calentar el aire necesario. Son más eficientes que las dos anteriores y, algo a destacar es que son las más silenciosas.
Posibles averías
No obstante, aunque se trate de un electrodoméstico de “10”, nada está exento de poderse estropear. A la hora de adquirir una secadora hay que tener en cuenta que puede averiarse por diferentes causas, así como cualquier otro objeto. En el caso de las secadoras algunas de las averías más frecuentes son:
- “La secadora no enciende”. Si estando conectada a la corriente, no se enciende, suele tratarse de un problema de electrónica.
- “La secadora no hace girar la ropa”. Normalmente se trata de la correa, que estará rota y deberá sustituirse, aunque también puede deberse a fallos electrónicos.
- “Al encenderla, hace mucho más ruido del que debería”. Esto puede deberse a fallos de motor, los tensores o el eje.
- “La secadora no calienta”. Suele ser por avería del termostato de seguridad, aunque no se puede descartar que sea por fallo electrónico.
Y si tengo un Superseguro El Corte Inglés…
La ventaja es que un gran número de riesgos a los que se encuentra expuesta una secadora nueva estarán protegidos por el Superseguro Gran Electrodoméstico El Corte Inglés.
Al comprar la secadora en El Corte Inglés y, siempre que su PVP supere los 150 euros, podremos asegurarla de forma completamente gratuita durante tres meses.
Este seguro gratuito de 3 meses cuenta con las coberturas de: daños materiales que sufra el electrodoméstico asegurado por consecuencia directa de accidentes que sucedan de manera repentina, los que se produzcan por alguna avería interna (electrónica, mecánica o eléctrica) así ocurran dentro de casa o durante el traslado hasta allí siempre que sucedan dentro de territorio español y no sean averías o hechos excluidos expresamente en el contrato.
Además, opcionalmente puedes ampliar el seguro gratuito de 3 meses, hasta 3 años y 9 meses más, que comenzarán a partir de la fecha de vencimiento del seguro gratuito; ahí ya se comenzará a abonar la prima del seguro por el tiempo restante. El seguro gratuito te ofrece la reparación de tu electrodoméstico o, si no es posible repararlo, su reposición en cualquier centro comercial El Corte Inglés por otro electrodoméstico igual al asegurado u otro de iguales características técnicas, con el límite de la suma asegurada.
Otra de las coberturas con las que cuenta el Seguro para Gran Electrodoméstico de El Corte Inglés es que el Consorcio de Compensación de Seguros indemnizará los daños derivados de un siniestro de carácter extraordinario en España como lo define en el reglamento y en las leyes vigentes.
Si estás interesado en conocer todos los detalles, no dudes en contactar con uno de nuestros expertos en El Corte Inglés Seguros.