Vivienda heredada: qué pasa con el seguro y otros detalles a tener en cuenta

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Heredar una casa suena bien, ¿no? Pero la realidad es que viene con más papeleo y decisiones de las que uno se imagina. No es solo que te entreguen una llave y listo: hay que aceptar la herencia, pagar algunos impuestos (que varían según donde vivas) y poner la propiedad a tu nombre.
Una vez tengas todo en regla, toca pensar qué hacer con la casa: ¿vivir en ella, venderla, alquilarla? Cada opción tiene sus pros y contras, sobre todo a nivel fiscal. Si la herencia es compartida con hermanos o familiares, mejor hablarlo todo bien desde el principio para evitar líos.
Y, por supuesto, no te olvides del seguro de hogar. Si la casa ya tenía uno, revísalo y, si no, mejor contratar uno, especialmente si va a estar vacía un tiempo, porque no todas las pólizas cubren ese hecho. Heredar puede ser una buena noticia, pero hay que tener claro que no es solo un regalo, también una responsabilidad.
¿Qué pasa con el seguro de hogar en una vivienda heredada?
Heredar una vivienda implica asumir nuevas responsabilidades, y una de las más importantes es revisar el seguro de hogar. Si el anterior propietario tenía uno contratado, hay que saber que ese seguro no pasa automáticamente a nombre del heredero.
Lo primero es contactar con la compañía aseguradora, comunicar el fallecimiento y ver si es posible cambiar la titularidad o si conviene contratar un nuevo seguro para propietarios. Este tipo de seguros protege frente a daños materiales (como incendios o filtraciones), robos, Responsabilidad Civil frente a terceros y, en muchos casos, también ofrece servicios adicionales como asistencia jurídica o reparaciones urgentes.
Si la vivienda va a estar vacía por un tiempo, es importante indicarlo en la aseguradora, ya que muchas pólizas no cubren casas deshabitadas si no se ajustan las condiciones.
Además, heredar es un buen momento para revisar si las coberturas existentes se adaptan a los nuevos planes: ¿vas a mudarte allí?, ¿vas a alquilarla?, ¿quieres venderla? Cada opción implica riesgos distintos y puede requerir un tipo de seguro distinto.
Por tanto, si heredas una casa, no olvides revisar o contratar una buena póliza. No es solo una formalidad: es una forma de proteger tu nuevo patrimonio desde el primer día y por eso es muy recomendable comparar seguros de hogar con el objetivo de escoger aquel cuyas coberturas mejor se adapten a tus necesidades.
Gastos deducibles de una vivienda heredada
Si has heredado una casa y decides alquilarla, ojo con Hacienda: tendrás que declarar esos ingresos en el IRPF. Pero la buena noticia es que puedes deducirte varios gastos que te ayudarán a que la cuenta no salga tan alta. Por ejemplo, puedes restar lo que pagues de IBI, seguros del hogar (sí, el seguro para propietarios cuenta), comunidad, reparaciones necesarias para alquilar la vivienda, e incluso intereses del préstamo si pediste uno para pagar impuestos de la herencia.
También puedes deducir el coste de amortización del inmueble, lo que viene a ser una “pérdida de valor” fiscal por el paso del tiempo. Y si hay más de un heredero y la gestionáis juntos, también se pueden repartir los gastos proporcionalmente.
Eso sí, si la casa está vacía o solo la usas tú, no hay deducciones: solo se aplica si la alquilas. Así que, si vas por esa vía, que no se te escape nada.
¿Es necesario escriturar una vivienda heredada?
No es obligatorio, pero sí muy recomendable, ya que te puede ahorrar muchos dolores de cabeza en el futuro. En España, no estás legalmente obligado a inscribir la vivienda heredada en el Registro de la Propiedad. Sin embargo, si no lo haces, la casa seguirá a nombre del fallecido, lo que puede complicar las cosas si quieres venderla, alquilarla o pedir una hipoteca.
Escriturar te convierte oficialmente en el propietario y evita problemas en el futuro
Escriturar la vivienda heredada te convierte oficialmente en el propietario, lo que te da seguridad jurídica y facilita cualquier trámite futuro. Además, si hay varios herederos, ayuda a evitar conflictos, ya que deja claro quién tiene qué parte. El proceso implica aceptar la herencia ante notario, pagar los impuestos correspondientes (como el de sucesiones y la plusvalía municipal) y luego inscribir la propiedad a tu nombre en el Registro. Los costes varían según el valor del inmueble, pero suelen oscilar entre los 300 y los 500 euros, sin contar los gastos notariales. No olvides que hay comunidades autónomas en las que hay exenciones de un cierto porcentaje del impuesto de sucesiones, así que infórmate bien.
Valor de adquisición de una vivienda heredada
Cuando heredas una vivienda, es importante conocer su "valor de adquisición", ya que este dato será clave si en el futuro decides venderla y calcular la ganancia patrimonial en tu declaración de la renta.
El valor de adquisición de una vivienda heredada se determina por el valor que se le asignó en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en el momento de la herencia. A este valor se le pueden sumar ciertos gastos asociados, como los impuestos pagados por la herencia, los gastos notariales y registrales, y las inversiones o mejoras realizadas en la vivienda. Por ejemplo, si heredaste una casa valorada en 200.000 euros y pagaste 10.000 euros en gastos e impuestos relacionados con la herencia, y además invertiste 20.000 euros en mejoras, el valor de adquisición sería de 230.000 euros.
Este valor será fundamental para calcular la ganancia patrimonial en caso de venta, ya que se restará del precio de venta para determinar la ganancia o pérdida a declarar en el IRPF. Por eso, es recomendable conservar toda la documentación relacionada con la herencia y las mejoras realizadas, para así poder justificar el valor de adquisición ante la Agencia Tributaria si es necesario.