Consejos para superar la rinitis

La molesta rinitis lleva de cabeza a un montón de alérgicos (y no alérgicos). Te contamos qué podemos hacer para paliar sus síntomas. Vida Saludable

Habrás oído hablar de la rinitis, una molesta enfermedad que afecta cada vez a más personas, haciendo realmente incómodo vivir cada día mientras se soportan los síntomas que se asocian a ella.

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¿Qué es la rinitis?

Casi un 30% de la población se ve afectada por la rinitis, un tipo de alergia que también se conoce como fiebre del heno. Cuando se padece rinitis, se inflama la mucosa de la nariz y aparecen sus síntomas más típicos, que veremos más adelante. Si bien puede pensarse que son poco importantes, acaban produciendo un malestar considerable cuando se mantienen en el tiempo, además de agravar el riesgo de desarrollar asma bronquial, y diversos estudios arrojan que los pacientes con rinitis encuentran más dificultades en su día a día que los asmáticos.

Rinitis no alérgica

Hablamos de rinitis no alérgica cuando el paciente presenta congestión nasal, con goteo sin razón aparente y estornudos. Son síntomas similares a los de la rinitis alérgica o fiebre del heno, pero no se acompañan de las características que definen una reacción alérgica.

Este tipo de rinitis afecta a adultos y a niños, aunque es más frecuente una vez se alcanzan y sobrepasan los veinte años. Se desencadena por diversos motivos como irritantes u olores en suspensión en el aire, determinados alimentos, cambios de temperatura, algunos medicamentos y/o ciertas patologías crónicas.

Se diagnostica una vez se ha descartado una causa de origen alérgico y puede ser necesario hacer analítica de sangre o pruebas cutáneas para llegar a un resultado.

Diferencia entre rinitis y sinusitis

La diferencia más importante entre rinitis y sinusitis es que en la segunda lo que se inflama es un tejido localizado a mayor profundidad que en la primera -concretamente, los senos paranasales, cuando en la rinitis se inflama la mucosa de la nariz-. 

Además, la sinusitis también puede acompañarse de algunos síntomas que los aquejados de rinitis no alérgica no sufren, como tos, fatiga, cierta sensibilidad facial o halitosis.
 

Síntomas de rinitis

Los principales síntomas de la rinitis suelen ser una secreción nasal de tipo acuoso y de cierta abundancia, picor nasal y ocular, taponamiento nasal y repetidos estornudos. 

Suelen durar un tiempo prolongado, no hay fiebre ni malestar asociados, siempre aparecen en temporadas muy determinadas cada año, como el otoño o la primavera.

¿Se puede tratar con remedios caseros?

Hay algunos remedios caseros que pueden ayudarnos a aliviar los síntomas de la rinitis, pero hay que ser constante (y con los remedios caseros, más aún). 

El agua salina es todo un clásico para las limpiezas de nariz, que es lo primero que debemos hacer si tenemos rinitis. Los lavados regulares con una solución salina eliminarán todo aquello que se haya quedado alojado en tu nariz y te ayudarán a mejorar los síntomas.

Prepara tu solución salina mezclando una pizca de bicarbonato y una cucharadita de sal en medio litro de agua destilada templada. Después, aplícalo con una jeringa en cada fosa nasal y después suénate. Conviértelo en rutina de mañana y noche y notarás la mejoría.

Algunos remedios caseros pueden ayudarte a paliar los síntomas de la rinitis

La cúrcuma se considera un gran antiinflamatorio y un antioxidante de los más potentes, y también ayuda a paliar los síntomas de la rinitis si en tu caso cursa con tos, boca seca, estornudos y congestión nasal.

Para utilizar este remedio, pon cinco o seis cucharadas de cúrcuma en un recipiente hermético con miel (puedes poner la cantidad que quieras, a tu gusto). Toma una cucharada dos veces al día y comprueba si tus síntomas mejoran o incluso desaparecen.

Masticando entre uno y tres dientes de ajo cada día, te beneficiarás de su poder como antihistamínico natural, muy efectivo contra los síntomas de la rinitis. Además, aprovechas sus propiedades antibacterianas, antivirales y antibióticas. También estimula nuestro sistema inmune, haciéndolo más fuerte, con lo que padeceremos menos dolencias y, las que tengamos, tendrán una más rápida recuperación.

Cuándo acudir a un médico

Si tus síntomas son tantos y tan molestos que dificultan tu día a día o si persisten durante demasiado tiempo, es conveniente visitar al especialista para que pueda establecer un diagnóstico correcto y empezar un tratamiento si lo considera necesario. Piensa que quizá una pequeña modificación en tus hábitos de vida puede ayudarte con la rinitis y quizá no sea necesaria la medicación. Quien mejor puede informarte de todo esto es un otorrinolaringólogo, así que si tienes un seguro médico, puedes citarte directamente y, si no, deberás acudir a tu médico de familia de la Seguridad Social quien decidirá si te deriva al especialista en el hospital.
 

Cinco consejos para superar la rinitis

Mientras decides si tienes los síntomas suficientes para pedir una cita con el médico, puedes probar a seguir alguno de estos consejos y ver si se reducen hasta el punto de incorporarlos en tus hábitos diarios:

Puertas y ventanas cerradas

En el momento álgido de la polinización, te interesa cerrar puertas y ventanas en tu casa e intentar pasar el menor tiempo posible al aire libre.

El deporte, a puerta cerrada

Si practicas algún deporte, intenta que sea en un recinto cerrado durante los meses en los que los alérgenos del polen están más activos y no te preocupes, pronto podrás volver a disfrutar del aire fresco mientras haces ejercicio.

Usa secadora o pon el tendedero dentro de casa

Los alérgenos en suspensión en el aire pueden depositarse en tu ropa tendida al sol y entrar en tu casa cuando recojas la colada. Además, piensa cómo te sentirás cuando te pongas esas prendas.

Apaga el ventilador

Usar ventilador en el coche no hace más que mover el aire que viene del exterior y con él, a los alérgenos que tanto te afectan. Prescinde de él en los momentos en que te encuentres peor.

Usa gafas de sol

No olvides tus gafas de sol al salir de casa, ya que funcionan muy bien como pantalla para librar al menos a nuestros ojos de los alérgenos que flotan en el ambiente. Aclarártelos con lágrima artificial o agua destilada también ayudará a que mantengas los ojos libres de alérgenos al volver a casa.
 

Así puedes prevenir la rinitis

Gestos muy sencillos podrán ayudarte a disminuir los síntomas de la rinitis. Son muy fáciles y los beneficios que puedes conseguir muy interesantes.

Hemos visto que lavar la nariz a diario con solución salina ayuda. El agua de mar que encontrarás en farmacias tiene además minerales y oligoelementos que también aportan su granito de arena en tu lucha contra las sustancias irritantes que afectan a tu nariz.

Beber abundante líquido ayudará a que se diluya la mucosidad. Puedes tomar zumo natural de frutas, caldo, infusiones… pero lo mejor es el agua. Intenta evitar la cafeína, que deshidrata, y el alcohol, que puede empeorar la congestión y la inflamación.

Cambiar alguno de tus hábitos puede ayudarte a prevenir la rinitis

Los humidificadores también liberan la mucosidad por lo que puedes colocar uno en casa, mejor de vapor frío que caliente. Si lo prefieres, unos vahos de agua templada con hojas de eucalipto también harán un efecto parecido.

La almohada es importante, ya que, al tumbarte, empeora la congestión. Una almohada más alta que la que ahora usas o elevar el cabecero de la cama te ayudará a respirar mejor.
 

Rinitis y otras alergias, ¿cómo te puede ayudar un seguro de salud?

Tener un seguro médico puede ser de gran ayuda si tienes rinitis o cualquier otro tipo de alergia. Tanto para pedir cita con el alergólogo como para hacerte las pruebas que considere necesarias, tendrás la posibilidad de seleccionar tanto el especialista dentro del cuadro médico de tu seguro como el centro donde prefieres acudir. 

Utilizar un comparador de seguros de salud es la manera más sencilla de poder ver qué seguro te interesa y cuál es el que mejor se adapta a tu estilo de vida y necesidades en cada momento. Si tienes síntomas de alergia con cierta frecuencia y te impiden desarrollar tu día a día con la normalidad que quisieras, que el especialista te ponga un tratamiento que controle estas molestias te permitirá volver a disfrutar de cada día.