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Son dos figuras diferentes que debes conocer
Según la normativa vigente, todo propietario de un vehículo tiene la obligación de contar con un seguro de Responsabilidad Civil que proporcionará las coberturas necesarias en caso de sufrir un accidente y de provocar daños a terceros. Por lo tanto, si decides comprarte un coche lo primero que tienes que hacer para poder circular por la vía pública es contratar un seguro de coche que se ajuste realmente a lo que necesitas.
Para encontrar un seguro a medida, lo más fácil es usar nuestro tarificador de seguros de coche, una herramienta muy útil que te facilitará la búsqueda de una póliza que ofrezca las garantías que necesites para tu automóvil.
A día de hoy no es obligatorio que el tomador de la póliza sea el propietario de vehículo, aunque en estos casos, la última palabra siempre la tendrá la entidad aseguradora ya que, en determinadas ocasiones, la compañía de seguros puede exigir que el tomador del seguro y el titular sean la misma persona.
No es necesario que el vehículo y el seguro estén al nombre de la misma persona. Podemos encontrar muchos supuestos en los que el propietario del vehículo y el conductor habitual es una persona diferente al tomador de la póliza.
Lo primero que debes saber es distinguir qué papel juega cada uno de estos supuestos a la hora de firmar el contrato de la póliza con la entidad aseguradora.
Es el dueño del coche y por lo tanto el titular del vehículo asegurado. Debe figurar su nombre como titular del automóvil en el permiso de circulación. Debe contar como mínimo con un seguro de Responsabilidad Civil obligatorio y, en caso de no ser así, podría ser sancionado.
Es la persona física o jurídica que firma el contrato con la entidad aseguradora, por lo que será la persona que asuma las obligaciones del mismo. Una de sus responsabilidades principales es la de realizar el pago de la prima acordada con la entidad aseguradora.
Aparece en el contrato de la póliza como receptor de las coberturas incluidas en caso de siniestro. En base a su edad, experiencia y siniestralidad registrada, las compañías establecen la prima que deberá pagarse por el seguro.
Se trata de una persona que habitualmente conduce el vehículo asegurado, por lo que debe ser incluido en la póliza para estar cubierto frente a un accidente o siniestro.
Se usa en el caso de que el vehículo vaya a ser utilizado de forma esporádica por otro conductor. Por supuesto, se debe notificar a la entidad aseguradora para incluirlo como conductor ocasional.
En la mayoría de los casos el propietario suele coincidir con el tomador y el conductor, aunque por norma general, no es obligatorio que el tomador de la póliza sea el propietario del vehículo, dejando la posibilidad de que el propietario del coche sea una persona diferente al tomador de la póliza y a su vez distinto del conductor.
Solo encontramos una excepción: en el caso de que el propietario del vehículo sea menor de 25 años, las compañías suelen exigir que el tomador del seguro sea la misma persona, que además deberá constar como conductor habitual del vehículo asegurado.
Si el propietario del vehículo es menor de 25 años, tendrá que ser el titular de la póliza a su vez y figurar como primer conductor
Si el propietario del vehículo es menor de 25 años y además no tiene carnet de conducir, la aseguradora está en disposición de solicitar un escrito firmado en el que se recoja el compromiso de que el vehículo no va a ser conducido en ningún momento por el tomador de la póliza.
En el precio de la póliza pueden influir diferentes variantes; el principal factor que las compañías de seguros tienen en cuenta para calcular el precio final es la edad y experiencia al volante del tomador de la póliza. Por lo tanto, la prima será más elevada cuanto menor sea la experiencia del conductor, ya que se considera que existe un mayor riesgo de accidente.
Así que en el precio del seguro no tiene por qué influir que sea distinto propietario, siempre y cuando el tomador de la póliza cumpla ciertos requisitos, entre ellos ser mayor de 25 años y tener una amplia experiencia al volante.
Una gran duda que surge a los padres de un conductor novel es si se debe incluir en la póliza. En estos casos, declarar a los conductores noveles en la póliza del automóvil resulta imprescindible si quieres que tu seguro responda ante los posibles imprevistos que puedan suceder.
Cuando algún miembro de la familia se saca el carnet de conducir y comienza a hacer uso del coche familiar, es cuando hay que declarar esta nueva situación a la compañía de seguros para que quede recogido en la póliza del automóvil, sobre todo si se trata de un hijo, que se debe incluir en la póliza como conductor ocasional del vehículo. En caso de accidente, si el conductor novel no aparece en la póliza del coche siniestrado, la compañía aseguradora podría no hacerse responsable.
Es importante saber que incluir a un segundo conductor en la póliza no supone siempre un incremento del precio, y además, los perjuicios de no declarar al nuevo conductor pueden ser aún mayores para la economía familiar, ya que la aseguradora puede considerarlo como un riesgo excluido y por lo tanto no hacerse responsable de ningún daño.
Si el conductor novel va a conducir su propio vehículo es más que recomendable contar con un seguro a todo riesgo, aunque su precio sea más elevado. Merece la pena valorar esta opción, ya que se trata de conductores aún inexpertos y este tipo de pólizas proporcionan una protección más completa y ofrecen todo tipo de coberturas, incluyendo los daños propios.
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