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Según se establece en la legislación de la UE, una vez que se matricula un vehículo existe la obligación de asegurarlo para cubrir la Responsabilidad Civil (el conocido como seguro a terceros). Este seguro obligatorio tiene validez en todos los países de la Comunidad Europea y cubre los daños causados a personas que no sean el conductor si ocurre un accidente. En España, el deber de contar con este tipo de seguro corresponde al propietario del coche, así como la obligación de abonar su prima, y aparece recogido en la Ley sobre Responsabilidad Civil y Circulación de Vehículos a Motor.
En caso de no pagar el seguro del coche, puedes enfrentarte a sanciones económicas, que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros, o a la inmovilización del vehículo, en cuyo caso correrías con los gastos derivados de su estancia en el depósito municipal (podrías recuperarlo cuando acredites la contratación de un seguro y abones los gastos arriba mencionados).
Además, tu aseguradora tendría plena capacidad para cancelar tu póliza, con lo que, en caso de sufrir un accidente, no cubriría ningún daño, siendo tú el responsable de sufragar todos los gastos resultantes, tanto tuyos como de terceros si los hubiere.
Si después de comparar seguros de coche y haber contratado una póliza, el tomador del mismo decide no abonar la cuota correspondiente al importe de la prima, las consecuencias de no haberlo hecho pueden llegar a ser graves -sobre todo si el vehículo se ve implicado en un accidente- además de estar expuesto a ser sancionado con importantes multas, como hemos adelantado.
Debemos llevar al día los pagos de la prima de nuestro seguro para evitar cualquier tipo de riesgo
Es muy importante tener claras ciertas particularidades de los contratos de seguro de coche, como que la vigencia de las pólizas es de un año, renovándose el contrato automáticamente cuando este plazo finaliza, que su importe debe pagarse por adelantado y que las primas se establecen en función de los riesgos que asumen las aseguradoras, pero, sin duda, es fundamental entender que, en caso de impago de la prima del seguro, sus coberturas dejarán de asistir al vehículo y al conductor.
Las compañías se enfrentan a dos tipos de impago por parte del tomador del seguro. En primer lugar, puede darse el caso de que el tomador, una vez que ha contratado el seguro en cuestión, decida no abonar la primera cuota de la póliza; en ese caso, la compañía puede exigirle el pago de la prima y resolver el contrato. Además, si el vehículo se viera implicado en un accidente, la aseguradora no estaría obligada a cubrirlo. Del mismo modo, en caso de que el pago de la prima se efectúe a plazos, si el tomador no abona una de las cuotas, la compañía puede dar por terminado el contrato y requerir ese pago, ya que la prima es una y no pagar una de sus cuotas es sinónimo de no haberla satisfecho; por lo que como en el caso anterior, la compañía no estaría obligada a cubrir un accidente en el que se viera involucrado el vehículo.
Otro de los escenarios habituales en los que suele darse el impago de la prima en un seguro de coche es cuando el tomador decide cambiar de compañía. Es frecuente que, erróneamente, el asegurado crea que basta con dejar de pagar la cuota del seguro del coche para poder cambiar el riesgo de aseguradora, pero, en realidad, para poder cambiar la póliza de compañía, la ley exige que el tomador comunique a su aseguradora la decisión de no renovar, como mínimo, con un mes de antelación. En ese sentido, es recomendable que la comunicación se realice por correo certificado y que, en ella, se incluyan los datos personales del tomador del seguro, así como los de identificación del vehículo objeto del seguro.
El tomador de la póliza es la persona que tiene la obligación de abonar la prima del seguro, según se recoge en el contrato. ¿Pero qué puede pasar si no satisface su importe a la aseguradora?
Para intentar evitar estos impagos, las compañías que comercializan seguros de coche ofrecen diferentes alternativas de pago a los tomadores para que estos puedan cumplir con su obligación de abonar la cuota de la prima correspondiente y que el vehículo esté cubierto correctamente, como puede ser el fraccionamiento del importe en más de un pago (hay algunas compañías que ofrecen sus seguros hasta en doce mensualidades) o las franquicias (en el caso de las pólizas a todo riesgo).
El tiempo que puedes retrasarte en el pago del seguro del coche varía según la póliza y las aseguradoras. Generalmente, las compañías ofrecen un plazo que suele ser de 30 días para regularizar el pago sin cancelar la cobertura. Si el pago no se realiza dentro de este plazo, la aseguradora puede suspender o rescindir el contrato, dejándote sin cobertura y expuesto a sanciones legales y económicas en caso de sufrir cualquier accidente, por lo que siempre debes revisar las condiciones de tu póliza y comunicarte con tu compañía si tienes dificultades para realizar el pago a tiempo, para intentar encontrar una solución juntos.
En caso de que un vehículo esté implicado en un accidente y el tomador del seguro no haya abonado la prima, la aseguradora no estaría obligada a cubrir el siniestro. Ahora bien, ya que la Ley de Contrato de Seguro obliga a que en España las aseguradoras concedan ese plazo extra de un mes que antes se señalaba para hacer frente al pago de la prima, conocido como mes de gracia, si el accidente se produce dentro de este periodo de tiempo, las coberturas de la póliza aun tendrán validez y se podrá abonar entonces la prima debida para poder contar con la protección que ofrece el seguro.
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