Es la falta de realización de un deber exigido por una normativa, una resolución judicial, administrativa o un contrato.
Referido a los seguros, estaríamos hablando de incumplimiento de contrato, que es la vulneración de una o varias de las cláusulas del contrato pactadas previamente por ambas partes.
Según el derecho civil, el incumplimiento del contrato por alguna de las partes faculta a la otra a extinguirlo unilateralmente sin tener que asumir las indemnizaciones ocasionadas por este perjuicio.
Si se da el incumplimiento de alguna de las cláusulas del contrato, la otra parte puede decidir extinguirlo
Si este incumplimiento viene dado por un fallo en la ejecución de las obligaciones -de manera intencionada o no- por parte del responsable de cumplir esa obligación, se conoce como incumplimiento del contrato en sentido material. Esto quiere decir la incompleta o incorrecta realización de alguna cláusula contemplada en el contrato.
Faltas como estas pueden cometerse en contratos por escrito y también en contratos verbales, donde suele ser más difícil demostrar el incumplimiento de alguna cláusula.
Acciones que podemos llevar a cabo para hacer cumplir un contrato
- Vía extrajudicial: se trataría de intentar llegar a un acuerdo con la otra parte para que cumpla con su obligación, tratando así de no llegar a los tribunales. Es una reclamación amistosa que suele usarse en primera instancia ya que, si surte efecto, es la manera más rápida y sin trámites judiciales de resolver la incidencia. Es recomendable hacerlo por escrito a través de un burofax y guardando el acuse de recibo, ya que esto nos podría servir de prueba en los procedimientos judiciales posteriores.
- Mediación: tras la vía extrajudicial, la siguiente acción a llevar a cabo sería tratar de llegar a un acuerdo a través de la mediación. Esto consiste en reunir a las dos partes involucradas de manera voluntaria con un tercero para acercar posturas y llegar a un acuerdo que derive en el cumplimiento de las obligaciones.
- Demanda judicial: cuando las partes no consiguen ponerse de acuerdo tras la mediación, será necesario realizar acciones judiciales interponiendo una demanda por incumplimiento del contrato. En este proceso se especifica el motivo concreto de la demanda, y la petición del cumplimiento de las obligaciones del contrario, pudiendo además exigir una indemnización por los daños y perjuicios que se hayan podido ocasionar, además de los intereses que correspondan.
Los motivos más comunes por los que un asegurado podría estar incumpliendo un contrato de seguro suelen ser:
- No pagar los recibos bancarios a tiempo: de manera habitual las compañías dan un plazo con margen para abonar los recibos, ya que un recibo rechazado por el banco generará un recargo al volver a cobrarse. Cuando tenemos grandes retrasos en los pagos o directamente no los abonamos, la compañía puede dejarte descubierto hasta que pagues el importe, o rescindir el seguro anulándolo por completo y estando en su derecho de hacerlo.
- Cometer fraude: es el engaño económico cometido para conseguir un beneficio. En el caso de fraude al seguro estaríamos hablando de una acción bastante grave, afectando al resto de asegurados, ya que los fraudes no detectados repercuten en los demás. Si las compañías detectasen este fraude, podrían rescindir el contrato y además denunciar al defraudador, teniendo así que pagar unos costes muy elevados. Si esto ocurriera, es probable que el resto de las compañías, al conocer el historial del defraudador, decidan no asegurarlo. Algunos ejemplos de fraude al seguro podrían ser declarar una cantidad mayor de contenido del que realmente tenemos, como por ejemplo si al contratar el seguro de hogar declaras que el continente de tu vivienda es superior al real, o si en el cuestionario médico de un seguro de vida mientes sobre patologías o enfermedades previas, o cuando contratas un seguro de coche y no declaras todos los extras de tu vehículo.