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Cuando hablamos de los seguros patrimoniales y de personas, ¿sabes cuáles son los ramos más comunes? Veamos antes un par de cosas…
El seguro se encuentra presente en muchos de los ámbitos de nuestra vida diaria, que pueden ir desde ponernos a los mandos de cualquier vehículo a motor, ser propietario de una casa (incluso de una mascota), titular de una pyme o administrador de una gran empresa, hasta proteger nuestra salud o nuestra propia vida; por no hablar de cuestiones como el transporte de mercancías o de la actividad turística. En todos estos terrenos, el papel que juega el seguro es de vital importancia como instrumento a través del que transferir una parte o la totalidad de los riesgos a los que nos encontramos expuestos habitualmente.
Evidentemente, el hecho de tener tanta presencia en nuestras vidas denota que el del seguro es un campo muy extenso y de amplio recorrido. De hecho, para hacer frente a cada riesgo en particular, las entidades aseguradoras suelen contar con un producto específico; por lo que, podríamos decir que para cada necesidad de protección existe un seguro. Pero, ¿cómo se clasifica un número de soluciones aseguradoras tan vasto?
Por un lado, los seguros pueden clasificarse en función de la naturaleza del riesgo a cubrir. Pero, lo más habitual (es la forma utilizada por las entidades aseguradoras) es clasificar las diferentes pólizas que se distribuyen en el mercado asegurador atendiendo a ramos y a modalidades de seguro.
Como acabamos de ver, la forma que por norma general utilizan las entidades aseguradoras para clasificar los diferentes seguros que existen son los ramos. Pero, ¿qué es un ramo? En pocas palabras, se trata del conjunto de soluciones aseguradoras que han sido diseñadas para dar cobertura a riesgos de similar naturaleza.
Con respecto a los ramos, la clasificación más amplia es la que distingue entre seguros de vida y de no vida. En la parte de vida encontramos, podemos decir, dos subramos: el denominado como de riesgo, que consiste en asegurar tu propia vida a cambio de una prima anual, para que si se da el desgraciado suceso contemplado en la póliza, tú o tus beneficiarios recibáis el capital pactado en la misma a modo de indemnización; pero también está la parte de ahorro e inversión, en la que las compañías cada vez tienen mayor presencia, a través de la comercialización de productos específicos destinados a prestar servicio ante este tipo de necesidades.
Los ramos son la primera clasificación que se hace en el campo de los seguros, seguida de los subramos y las modalidades
Pero, también, en relación con los ramos aseguradores, podemos encontrar otras clasificaciones. Una de las más usadas por las entidades aseguradoras es la que atiende a la siguiente enumeración: seguros personales, de daños materiales o patrimoniales y de asistencia.
Por otra parte, también podemos hablar de ramos complementarios, que son aquellos que pueden encuadrarse bajo dos ramos, en el suyo propio y en otro, porque son complementarios. Por ejemplo, se considera que los ramos de accidentes y enfermedad (subsidio) son complementarios a los seguros de vida. Además, por último, con respecto a los ramos, las entidades aseguradoras también suelen personalizar, en función de cada producto asegurador: ramo de hogar, de autos, de vida, de salud, de responsabilidad civil, de asistencia, de transportes, de crédito, de caución, de enfermedad...
Del mismo modo que las entidades aseguradoras, tal y como acabamos de explicar, califican los seguros que distribuyen en lo que se conoce como ramos aseguradores, cada uno de ellos se compone de diferentes modalidades. Para ejemplificar el caso de manera rápida y sencilla, imaginemos un seguro de coche, para el que la compañía por norma general pondrá a nuestro alcance diferentes modalidades de seguro: terceros (la básica), terceros ampliado y todo riesgo, con o sin franquicia. De igual modo, en el caso de los seguros de salud, contamos con la posibilidad de contratar diferentes modalidades: asistencia sanitaria (cuadro médico) con o sin copago, reembolso de gastos, subsidio o dental. No podemos olvidar que uno de los ramos que cuenta con un mayor número de modalidades es el de Responsabilidad Civil (explotación, cruzada, locativa, patronal o profesional).
Como hemos podido extraer de la lectura de los párrafos anteriores, no podemos confundir ramo y modalidad, y es que las modalidades son las particularidades de cada ramo o subramo. El caso más clásico es el que ilustrábamos arriba: dentro del seguro de hogar encontramos seguros de vivienda habitual, de segunda residencia, de alquiler… siendo estas las distintas modalidades dentro del subramo de los seguros de hogar que entra dentro del ramo de los seguros personales.
Son círculos concéntricos en los que cada uno engloba al anterior, ramas de un mismo árbol en el que el tronco es el ramo, las ramas que nacen directamente en él son los subramos y las ramificaciones de esas ramas son las modalidades.
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