Capital sobrante en el seguro de decesos: qué es y cómo se gestiona

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Cuando se habla de seguros de decesos, la mayoría piensa únicamente en lo esencial: los servicios funerarios, los trámites administrativos o la tranquilidad de dejarlo todo resuelto. Pero lo cierto es que, dentro de este tipo de pólizas, hay conceptos menos conocidos que también conviene tener en cuenta. Uno de ellos, quizás el más curioso, es el del capital sobrante.
Aunque no suele ser lo primero que se menciona al contratar un seguro de este tipo, el capital sobrante puede llegar a tener cierta relevancia en determinadas situaciones. No siempre aparece, pero cuando lo hace, plantea preguntas interesantes sobre qué pasa con ese dinero, a quién corresponde y cómo se gestiona.
Es un tema que pasa desapercibido hasta que llega el momento de enfrentarse a él, y por eso merece la pena prestarle un poco de atención. Porque no todo termina con la prestación del servicio: a veces, queda algo más. Y saber que existe esa posibilidad ya cambia un poco la perspectiva.
¿Qué es el capital sobrante y cuándo se genera?
El capital sobrante en un seguro de decesos es esa cantidad extra que aparece cuando, tras los trámites del fallecimiento, no se ha gastado toda la cantidad del seguro. No es algo automático que ocurra siempre, pero cuando sucede, suele llamar la atención: ¿qué pasa con ese dinero que no se usó?
En algunos casos, tras el fallecimiento y una vez gestionado todo, queda sin usar una parte del importe del seguro, que puede recuperarse
Se genera en situaciones muy puntuales, según la normativa vigente (Ley 20/2015, LOSSEAR); por ejemplo, cuando los gastos funerarios resultan inferiores al límite pactado con la aseguradora. También puede surgir si existen dos seguros de decesos para la misma persona: uno cubre el servicio y el otro no, por lo que la segunda póliza deberá devolver el capital entero. Asimismo, si finalmente el servicio no llega a prestarse -porque la familia lo organiza por su cuenta o por causas legales-, la aseguradora también debe reintegrar el total del capital.
Capital asegurado vs coste real del servicio funerario
Cuando contratas un seguro de decesos, fijas un capital asegurado, una cantidad límite que la aseguradora pagará en caso de fallecimiento, pero el coste real del servicio funerario puede estar dentro o fuera de ese tope. Si todo cuadra como la letra pequeña lo prevé, la aseguradora cubre hasta ese límite. Ahora bien, si el funeral es más económico, se queda una parte del capital sin usar; y si es más caro, debería asumir la diferencia para evitar que la familia empiece a rascarse el bolsillo.
En pocas palabras, el capital asegurado es lo que se promete (y se paga) al contratar, pero luego entran en juego los precios reales de los servicios. A veces coinciden, otras no… y esas diferencias marcan si aparece un capital sobrante o si toca completar gastos.
¿Te devuelven el dinero sobrante del seguro de decesos?
La respuesta corta es: sí, en muchas situaciones, pero con matices.
Tras el fallecimiento y una vez cubiertos todos los gastos funerarios, es posible que quede un remanente. Como ya hemos explicado, según la ley, ese excedente debe devolverse al tomador o, si corresponde, a los herederos. Además, ya has visto que, si el fallecido tenía dos seguros de decesos, la aseguradora que no pagó el servicio también debe entregar el capital íntegro.
El proceso no siempre es automático: hace falta presentar facturas, certificado de defunción y demás documentación, y se suele tardar entre uno y dos meses. Y ojo, algunas pólizas incluyen cláusulas que limitan estas devoluciones, así que conviene revisar bien las condiciones, así como comparar seguros de decesos, para escoger el que creas más conveniente.
¿Quién puede reclamar el capital sobrante?
Normalmente, el capital sobrante lo pueden reclamar los beneficiarios que el tomador nombró en la póliza. Si no se nombraron, el derecho pasa directamente a los herederos legales, siguiendo el orden establecido por la ley: hijos, padres, cónyuge, hermanos, sobrinos… hasta el cuarto grado; y si no hay familia, al Estado.
Además, en determinados casos, como cuando un albacea ha sido nombrado para gestionar la herencia, este también podrá encargarse de la reclamación. Por tanto, la clave es comprobar si en la póliza existe un beneficiario expresamente designado, ya que, si no, los herederos siguen el camino legal y pueden presentar la documentación necesaria (certificado de defunción, póliza y facturas) para iniciar el trámite y recibir el sobrante.
¿En qué casos no se devuelve el capital sobrante?
Aunque muchos seguros de decesos devuelven lo que hubiera sobrado, hay casos en que ese capital no vuelve a casa:
- si la póliza es del tipo prestación de servicios, es decir, la aseguradora paga directamente al proveedor del funeral, simplemente no hay devolución, ya que no manejan efectivo sobrante.
- si en el contrato hay una cláusula de exclusión expresa, que indique algo como “no habrá reembolso si no se usan los servicios”.
- si cancelas o das de baja la póliza antes de que fallezca el asegurado, puesto que las primas pagadas no se devuelven, porque no es un seguro de ahorro, sino de servicio.
Capital sobrante e Impuesto de Sucesiones
Cuando te devuelven el capital sobrante de un seguro de decesos, debes tener en cuenta que ese dinero no es un simple “regalo”, sino que forma parte de la herencia y, por tanto, tributa en el Impuesto de Sucesiones.
Aunque no siempre ocurre (solo cuando sobra dinero), si te lo ingresan, Hacienda lo considera un aumento del caudal hereditario, lo que significa que entra en la base imponible del impuesto que gestionan las comunidades autónomas. Es importante tener esto en cuenta porque cada región aplica sus propias bonificaciones: desde tasas del 0 % hasta más del 30 %, según parentesco y cantidad.
Así que, aunque te venga bien ese extra, conviene saber que puede suponer una pequeña sorpresa fiscal, pero si el funeral se ajusta al capital asegurado, evidentemente, no tributa.