Soy autónomo, ¿qué seguros me puedo desgravar?
Como todos los años toca campaña del IRPF, probablemente venga bien hacer un pequeño recordatorio de los seguros que puedes desgravarte si eres autónomo.
Aunque cada vez es más fácil hacer la declaración, gracias al programa que la Agencia Tributaria pone a disposición de los ciudadanos, donde podemos encontrar un borrador de nuestra declaración solo con introducir los datos que nos van pidiendo, siempre es bueno comprobar qué deducciones podemos hacernos, por si no estuvieran en ese borrador. Y es que, aunque normalmente gran parte de los seguros no se pueden deducir en la declaración, si eres autónomo, Hacienda otorga un trato distinto a este grupo de trabajadores cuando los seguros se contratan porque tienen relación con el desarrollo de tu actividad.
Siempre esperamos que la declaración nos salga a devolver o, al menos, que, si toca pagar, se trate de una cifra asequible. Así que es muy importante mirar y remirar todos los epígrafes y fijarnos bien en las casillas que marcamos en ese borrador. Para poder hacerlo, sigue leyendo y sabrás qué puedes aplicar a tu caso concreto.
Desgravar el seguro de vida
Sí, si eres autónomo, en algunos casos puedes desgravar el seguro de vida, pero depende del tipo de cobertura y el uso que le des. Para que el seguro de vida sea deducible en la declaración de la renta, debe estar vinculado a un plan de previsión social o de ahorro, como los planes de pensiones, o a la hipoteca de tu vivienda habitual, en las circunstancias que establece la ley.
Los autónomos pueden desgravar su seguro de vida dependiendo del uso que le den al mismo
Por ejemplo, si contratas un seguro de vida junto con una hipoteca para adquirir tu vivienda habitual, podrías incluir las primas en la deducción por adquisición de vivienda si la hipoteca es anterior a 2013. Además, si el seguro de vida está vinculado a un plan de pensiones, las aportaciones podrían desgravarse en el IRPF.
Por tanto, puedes desgravarte este seguro, pero respecto de sus coberturas para incapacidad temporal, invalidez permanente o fallecimiento. El límite que te puedes deducir es de 500 euros por año.
Es decir, no todas las pólizas de seguro de vida son desgravables, pero si cumplen ciertos requisitos y están asociadas a determinados productos financieros, podrías beneficiarte fiscalmente.
Desgravar el seguro de salud
Si eres autónomo en España, puedes desgravar el seguro de salud en tu declaración de la renta, siempre que cumpla ciertos requisitos. La Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) permite deducir como gasto deducible las primas del seguro de salud, tanto las tuyas como las de tu cónyuge e hijos menores de 25 años, siempre que convivan contigo. El límite máximo de desgravación es de 500 euros por persona y de 1.500 euros para personas con discapacidad.
Para beneficiarte de esta deducción, el seguro debe estar vinculado a tu actividad económica y debes estar dado de alta en el régimen de autónomos. Asimismo, las primas deben figurar como un gasto afecto a tu actividad en los registros contables. Esta deducción es una manera de aliviar la carga fiscal de los autónomos y de incentivar el acceso a la sanidad privada para este colectivo.
Si estás dentro de este grupo de trabajadores, debes saber que El Corte Inglés Seguros te ofrece Adeslas Autónomos El Corte Inglés, que se trata de un seguro médico para autónomos y profesionales, muy útil porque ofrece un amplio cuadro médico, acceso a precios exclusivos y ventajas fiscales para este tipo de profesionales, entre muchas otras coberturas y ventajas.
Desgravar el seguro de coche
Si eres autónomo, puedes desgravar el seguro de tu coche en ciertos casos, pero depende del uso que le des al vehículo en tu actividad profesional. Para poder deducir el seguro de coche o el seguro de moto en tu declaración de la renta, es necesario que el vehículo esté afecto a la actividad económica, es decir, que lo utilices de manera exclusiva o mayoritariamente para trabajar.
En el caso de los vehículos comerciales o industriales, como las furgonetas, la deducción es más clara, ya que se presupone que se utilizan para desempeñar la actividad que corresponda. Para deducirte el seguro, debes incluir los gastos en la casilla correspondiente de tu declaración de IRPF o IVA, y conservar la documentación que demuestre el uso profesional del vehículo.
Podrás desgravar tu seguro de coche si demuestras que lo usas únicamente como herramienta de trabajo
Como ya has podido leer, aquí hay una salvedad importante; y es que el coche del que estamos hablando tienes que usarlo íntegramente, es decir, al cien por cien, para el desarrollo de tu actividad profesional. No puedes usar el mismo coche para trabajar de lunes a viernes y usarlo para irte de viaje con tu familia o tus amigos el fin de semana. Si puedes demostrar (suelen tirar del hilo y solicitan pruebas de cuál es el uso del coche) que solo lo usas para trabajar, te lo podrás desgravar. Si lo que tienes es un seguro de transporte, sucede lo mismo: puede deducirse sin límite si se relaciona con tu actividad.
Desgravar el seguro de hogar
Si eres autónomo, puedes desgravar el seguro de hogar en algunos casos, pero como con la mayoría de seguros, depende de cómo utilices tu vivienda. Si utilizas parte de tu casa como lugar de trabajo, podrías deducir una parte proporcional de los gastos relacionados con el seguro de hogar. Esto incluye tanto el seguro de continente como el de contenido, siempre y cuando esté claramente vinculado a la actividad profesional.
Para hacerlo, es necesario que hayas declarado ante Hacienda que usas una parte de tu vivienda para la actividad profesional, pero solo podrás desgravar el porcentaje que corresponda a la superficie dedicada a tu trabajo. Es decir, si utilizas el 30% de tu vivienda para trabajar, podrías deducir el 30% de los gastos relacionados con el seguro.
Sin embargo, no es posible deducir el seguro completo, ya que la parte utilizada exclusivamente como vivienda no es desgravable.
O también tienen cabida los que tengas para una oficina o un comercio. A veces acabamos por convertir nuestra casa en un despacho, oficina o lugar de trabajo, lo llamemos como lo llamemos. En este caso, podremos desgravarnos proporcionalmente una parte de nuestra póliza de hogar y debemos considerar el porcentaje que alberga nuestro pequeño (o gran) espacio de trabajo.
Desgravar el seguro de Responsabilidad Civil Profesional
Si eres autónomo, desgravar el seguro obligatorio de Responsabilidad Civil Profesional es posible y, de hecho, recomendable. Este tipo de seguro protege frente a reclamaciones por daños que puedan derivarse del ejercicio de tu actividad profesional. La buena noticia es que su coste puede considerarse un gasto deducible en la declaración de impuestos.
Es decir, que el seguro de Responsabilidad Civil Profesional es el seguro por antonomasia que todo profesional liberal tiene en su haber para poder garantizar la protección de su patrimonio. Son deducibles en su totalidad si se asocian a tu actividad profesional y las coberturas están destinadas a proteger de los posibles daños que se puedan producir por el desarrollo de la misma, sean personales o materiales.
Para poder desgravar este seguro, debe estar vinculado directamente a tu actividad económica, lo que quiere decir que tiene que ser necesario para desarrollar tu trabajo y estar reflejado en tus obligaciones como autónomo. Al incluirlo en tus gastos deducibles, reduces la base imponible de tu declaración y, por tanto, pagas menos impuestos.
Es importante que conserves las facturas y justificantes del pago del seguro, ya que la Agencia Tributaria podría solicitarlos en caso de inspección.
¿Por qué unos seguros se pueden desgravar y otros no?
Los seguros que pueden desgravarse si eres autónomo dependen de su relación directa con la actividad económica que ejerces. En general, los gastos deducibles deben ser necesarios para el desarrollo de tu trabajo y estar justificados mediante facturas. Por ejemplo, el seguro de Responsabilidad Civil Profesional es deducible porque protege tu actividad frente a posibles reclamaciones de terceros.
Sin embargo, otros seguros, como los personales o de salud, no son deducibles, ya que no están directamente relacionados con tu actividad profesional. La normativa fiscal establece criterios claros sobre qué se considera gasto deducible, priorizando aquellos que son esenciales para la operación del negocio.
Además, es fundamental que el seguro esté a nombre del autónomo y que se mantenga un registro adecuado de los pagos. Así, los autónomos pueden optimizar su carga fiscal al desgravar aquellos seguros que realmente apoyan su actividad profesional.
Ahora sí, es imprescindible para poder deducirte los gastos, que reúnas ciertos requisitos:
- Que el gasto esté vinculado a tu actividad económica y profesional y que quede claro que lo necesitas para llevar a cabo esa actividad. Este es un tema farragoso por la ambigüedad que presenta, máxime cuando se teletrabaja o se usa el mismo vehículo profesional y personalmente. Un albañil necesita una furgoneta para cargar y desplazar los materiales necesarios, cosa que no le sucede por ejemplo a un procurador. Siempre hay límites en cuanto a las cantidades deducibles por estos conceptos.
- Que los gastos se puedan justificar documentalmente.
- Que queden registrados en los apuntes contables de tu actividad o negocio.
- Que correspondan al ejercicio sobre el que estamos haciendo la declaración de la Renta.
Ahora que sabes qué sí y qué no puedes desgravarte en tu declaración, seguramente el resultado de la próxima te guste bastante más.