Al igual que pasa con los seres humanos, la salud dental de tu perro no es un asunto baladí. La buena noticia para los canes es que ellos no son tan propensos a tener caries como les pasa a las personas.
No obstante, aunque la boca de un perro es más limpia que la de los seres humanos, los perros también pueden desarrollar enfermedades dentales y padecer futuros problemas en su dentadura como el sarro, la acumulación de placa y gingivitis.
Tan importante es cuidar su boca, que muchos perros acaban perdiendo sus piezas dentales en sus últimos años, lo que les ocasiona una pérdida sustancial en su calidad de vida.
Y no solo debes cuidar de su dentadura, por evitar el mal aliento o porque tengan los dientes amarillos, los problemas dentales de los perros pueden acabar derivando en infecciones que incluso pueden llegar a ocasionar problemas con el corazón, el hígado, enfermedades renales que pueden poner en riesgo la vida de tu mascota.
El kit de limpieza dental perruno es muy parecido al que tenemos los humanos y lo que necesitas es un set de cepillo de dientes y pasta.
Eso sí, no vale cualquier pasta dental, y no te ocurra usar una destinada a las personas, porque la mayoría de estos productos incluyen fluoruro que es muy venenoso para los perros.
Cuando ya te hayas hecho con un kit especifico de limpieza bucal para perros es hora de ponerte manos a la obra. Seguramente tu perro no esté muy por la labor de que le laves los dientes al principio, pero con paciencia es posible que puedas hacer que esta experiencia sea razonablemente agradable para ambos.
Procura que el momento del cepillado sea un rato en el que tu perro esté cansado porque haya hecho mucho ejercicio, así te será más fácil que te haga caso y se quede quieto el tiempo que dure la limpieza.
Cuando haya logrado que tu perro esté relajado comienza levantándole los labios y tranquilamente empieza a cepillar los dientes de abajo a arriba partiendo de la línea de las encías.
Las primeras veces que le cepilles los dientes procura ser cuidadoso y empieza despacio. Si ves que tu perro se estresa abandona la actividad, aunque no hayas cepillado toda la boca, no sea que le crees rechazo. Poco a poco irás aumentando el tiempo de cepillado, hasta completarlo. No te olvides de recompensar a tu perro cada vez que se porte bien con mimos y cariños.
Y recuerda que la limpieza profunda debe hacerse al menos una vez al año por su veterinario.