Generalmente a los perros les encanta el queso y les llama la atención. De hecho, es algo que en ocasiones utilizamos como premio o para camuflar una medicina que no quieren tomar. Pero, ¿sabes si realmente es un alimento tan saludable para ellos?
Si bien el consumo de los lácteos en los perros no reviste de gravedad como si toman chocolate, no es algo que deban consumir con asiduidad. Esto se explica fácilmente si entendemos lo que sucede al procesar estos alimentos.
Por si no lo sabes, la lactosa es el azúcar naturalmente presente en la leche de los mamíferos. Esta forma parte de su composición de manera natural y no es ningún añadido. La cantidad de lactosa que puede ingerir tu perro va a depender de cada animal, ya que esta debe adaptarse a sus necesidades nutricionales.
Biológicamente, los mamíferos deben alimentarse de esta leche durante la primera etapa de su vida. Por ello el tracto digestivo dispone de una enzima llamada lactasa, cuya función es descomponer la lactosa en sustancias más simples que el organismo sí puede aprovechar. Estas particiones son convertidas en la glucosa y la galactosa. Una vez crecen los mamíferos y dejan de necesitar la leche y, como consecuencia, la producción de lactasa desaparece.
En especies como la humana, gran parte de la población se ha adaptado y es capaz de digerir la lactosa, pero existen casos en los que no es así. Es lo que se conoce como intolerancia a la lactosa, que es importante distinguirlo de la alergia a la leche.
Por lo tanto, al igual que ocurre con las personas, los perros pueden comer queso en función de si son capaces de digerir o no la lactosa.
Podemos sospechar si nuestro perro tiene intolerancia si, tras darle leche o algún otro tipo de producto lácteo, como el queso, se desencadenan molestias gastrointestinales. Es decir, si observamos que nuestro peludo tiene diarrea, lo más probable es que lo sea.
Por tanto, estos perros deben consumir una dieta libre de lácteos. Salvo en estos casos, podemos introducir estos productos en su alimentación como un complemento.
Podemos darle queso a nuestro perro, como un complemento de su dieta y siempre con moderación ya que les aporta una serie de beneficios que son excelentes para su cuerpo:
Los quesos más recomendables son el cottage o el queso crema. En general, los que son bajos en grasa son mejores para los perros pues son más fáciles de digerir.
Si le damos queso fresco ten en cuenta que va a tener un porcentaje de lactosa algo más elevado que el de los quesos curados. Aun así, son cifras asimilables.
Es importante tener en cuenta que el queso le va a aportar calorías que debemos descontar de la cantidad diaria de comida del perro . Esto es especialmente importante en aquellos casos con obesidad o sobrepeso. Todo lo que le demos fuera de su ración debe ser descontado de esta.