La canela es una especia muy apreciada que se extrae de la corteza interior del árbol llamado “Cinnamomum”. Este es un género de árboles y de arbustos perennes que pertenecen a la familia de las lauráceas.
Esta especia se consume desde la antigüedad y siempre fue ha sido muy apreciada en la cocina. Su nombre científico es cinnamomum zeylanicum, y a ella se le atribuyen numerosos beneficios para la salud que tienen que ver especialmente con su carácter antioxidante gracias a su contenido en flavonoides (catequinas).
Su uso no se reduce solo al mundo del dulce y la repostería, ya que gran cantidad de guisos se condimentan con canela. A esta especia se le atribuyen propiedades carminativas ya que ayuda a expulsar gases del estómago, lo que facilita las digestiones y otros problemas estomacales.
La canela es conocida también por su carácter antibiótico, tiene capacidad antimicrobiana, antifúngica y antivírica. Todos estos beneficios se deben a su contenido en aldehídos, tales como el cinamaldehído, que es el causante de su olor y sabor originales, eugenol, ácido cinámico, linalol, farnesol y safrol. Esta concentración de favores hace que se use, en algunas ocasiones, con fines de conservación en alimentos.
Un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) demostró en el año 2006 que la canela, al igual que otras especias, es uno de los alimentos con mayor actividad antioxidante. También se ha demostrado que ayuda a reducir el colesterol y gracias a su contenido en vitamina C, ayuda a asimilar el hierro, que de otra forma no se absorbe.
Asimismo, se ha investigado su idoneidad para ayudar a inhibir la acumulación de una proteína en el cerebro que origina la aparición del Alzheimer.
Otra de las cualidades de la canela es su acción gastroprotectora, inmunomoduladora y su capacidad para regular la tensión arterial. También ayuda a controlar los niveles de azúcar y los lípidos en sangre.
Destaca por su contenido tanto en calcio como en potasio, aunque también contiene hierro, fósforo, magnesio y sodio. Además, aporta vitamina A, vitamina C y ácido fólico.
Pero alrededor de esta afamada especia también se han difundido una serie de propiedades que realmente no están probadas. Se le han atribuido supuestas propiedades afrodisíacas que no están probadas científicamente, y tampoco existen evidencias que asocien el consumo de canela con la pérdida de peso o el adelgazamiento. De hecho, los expertos atestiguan que más bien se trata de un mito alimentario que se reactiva cada cierto tiempo.
La canela por sus múltiples cualidades puede ser utilizada para muchas cosas. Existen diversos preparados que se pueden comprar o que puedes realizar tú mismo en casa. Por ejemplo, sirve para tratar algunas enfermedades que se relacionan a los hongos y las bacterias, como son: