Curación de quemaduras, ¿cómo te ayuda el seguro de salud?

Una quemadura puede ser complicada de curar y además, si es importante, puede tardar bastante tiempo. Un seguro de salud puede ser tu aliado en la curación de estas heridas. Vida Saludable

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Quien se ha quemado alguna vez sabe lo doloroso que puede llegar a ser, y si no ha sido grave, incluso las molestias que se sienten no son desdeñables. Saber cómo curar o tratar una quemadura es muy importante para no empeorar la situación, así como tener claro que en muchas ocasiones la visita a urgencias o al médico de atención primaria es imprescindible.

La curación de quemaduras puede hacerse en casa, si se trata de quemaduras leves y superficiales

Una quemadura se produce al entrar en contacto nuestra piel con algo caliente, como fuego, una estufa, el tubo de escape de un vehículo… o por exponernos a una fuente que irradie calor, como puede ser el sol. Hay químicos que también pueden causar quemaduras, o una fricción fuerte y repentina o repetida en el tiempo. La electricidad o el derrame de un líquido caliente son otros motivos por el que se producen quemaduras.

Tipos de quemaduras

Dependiendo de qué quemadura tengamos entre manos, el tratamiento y curación pueden variar, por lo que empezaremos diferenciándolas.

Generalmente se habla de tres tipos de quemaduras, atendiendo a la cantidad de piel afectada y la profundidad que alcanzan en la dermis.

Quemaduras de primer grado

Esta clase de quemaduras, también clasificadas como superficiales, leves o epidérmicas, enrojecen la piel superficialmente, la inflaman y provocan dolor. También se las conoce como eritemas (el más típico que habrás oído es el eritema solar). Podemos tratarlas en casa y estarán curadas en unos diez días. 

Además de la solar que acabamos de mencionar, normalmente son producidas por entrar en contacto con algo caliente de manera repentina e instantánea, como un líquido caliente, una plancha… y lo que podemos apreciar en la piel es: 

  • Ampollas.
  • Piel enrojecida.
  • Intenso dolor y una leve inflamación de la zona.
  • Sensibilidad.

Quemaduras de segundo grado

Se las llama también quemaduras parciales y se dividen en dos. Cuando alcanzan esta consideración, las quemaduras deben ser atendidas por un médico, para lo que puedes echar mano de tu seguro de salud

Superficiales

Afectan a la primera y segunda capas de la piel, pero no llegan a profundizar más ni tocan las glándulas. Aparecen ampollas y el dolor es considerable.

Profundas

En este caso se ven afectadas las glándulas sudoríparas y las que producen grasa, además de dañar la capa media de la piel. En ocasiones se llega a perder piel y el aspecto es carbonizado.

Este tipo de quemadura está causada por el derrame de líquidos hirvientes o productos químicos cáusticos.

Quemaduras de tercer grado

En este caso la atención de urgencia es fundamental. Estas quemaduras afectan al espesor íntegro de la piel. Tocan vasos linfáticos, sanguíneos, nervios… quedan destruidas tanto las glándulas fabricantes de sudor como los folículos pilosos; además, la regeneración de la zona queda comprometida. Estas quemaduras no duelen, ya que las terminaciones nerviosas han quedado anuladas por el calor. Una de estas quemaduras conlleva que:

  • Perdamos capas de nuestra piel.
  • Si sentimos dolor, vendrá motivado de la zona circundante, que presentará quemaduras de segundo y primer grado.
  • Nuestra piel parezca cuero seco, tenga manchas de color blanco, beige, negro o esté chamuscada.
  • La grasa de nuestro cuerpo quede a la vista.
  • Aparezca edema, se necrose la zona o se sobre infecte.
La atención médica es clave para la correcta recuperación de la zona afectada

Estas quemaduras de tercer grado tienen entre sus causas el fuego, exposiciones prolongadas a fuentes de calor (objetos o líquidos), la electricidad o una explosión.

Cómo tratar una quemadura

Las de primer grado, que son las quemaduras que podemos curar en casa, siguen un protocolo de actuación que todos deberíamos conocer:

  • Moja la zona afectada para refrescarla con agua fría del grifo de unos diez minutos a media hora. Lo que conseguimos con esto es evitar el empeoramiento de la quemadura, y es fundamental hacerlo dentro de los primeros quince minutos desde que se ha producido.
  • No te pongas productos grasos como mantequilla o aceite; tampoco utilices agua helada, cubitos de hielo ni la ya famosa pasta de dientes para aliviar el dolor producido por una quemadura. Un baño frío podrá ayudarte a mitigar el dolor.
  • Coloca una gasa limpia y húmeda en la zona y después, seca la zona presionando levemente -nunca frotes- con un paño limpio que no suelte pelusa. No uses en ningún caso algodón para este proceso, por motivos evidentes.
  • Pon papel film transparente, sin que esté apretado, de manera temporal.
  • Nunca revientes las ampollas que se hayan podido formar.
  • Puede que notes que te pica en los días posteriores, pero no te rasques porque podrías empeorar la situación.
  • Tu farmacéutico puede dispensarte alguna pomada que esté recomendada para estos casos.

Si ves que el aspecto de la zona empeora, acude al médico. Para una primera atención, indispensable como hemos visto si la quemadura es grave, lo mejor es ir a urgencias. Pero en casos leves, puedes acudir al dermatólogo, que como especialista en la piel sabrá aconsejarte acerca de los siguientes pasos que debes dar.

Tratamiento de quemaduras de otra clase

Químicas

Lo primero que debemos hacer es retirar estos productos de la piel, colocando la zona bajo el grifo de agua fría por un mínimo de veinte minutos. Si el producto se presenta en polvo, sacúdete bien para eliminarlo antes de aplicar el agua corriente sobre la zona.

Si llevas algún adorno tipo pulsera, colgante o anillos que hayan estado en contacto con el químico, quítatelos. Lo mismo debes hacer con la ropa. 

Una toalla humedecida ayudará a aliviar el dolor y después, usa un paño limpio y seco para cubrir la quemadura. 

A continuación, acude al médico para que valore tu quemadura y te aplique un tratamiento si procede.

Eléctricas

A pesar de que si es leve -como la producida por un aparato de poca potencia-, puede que no le demos importancia, no son en absoluto inofensivas y deben recibir atención médica.

Cómo actúa el seguro de salud

Cuando realices una comparativa de seguros de salud, es importante conocer cuáles son sus coberturas y qué especialidades puedes encontrar, así como los servicios que ofrecen. Hay compañías, como Adeslas, que cuentan con una red de hospitales concertados y en algunos disponen de unidad de quemados, para lesiones de gran envergadura.

Tener un seguro médico es importante ya que nos permite tener un abanico más amplio de hospitales con servicios de urgencias a los que acudir en el caso de que suframos una quemadura, además de poner a nuestra disposición un cuadro médico donde podemos encontrar un dermatólogo que nos ayude con la recuperación y regeneración de la zona quemada.

No olvides que si la quemadura afecta a una gran extensión del cuerpo, o se localiza en articulaciones, zona glútea, inguinal o en la cara, la atención médica es imprescindible. Del mismo modo, si el dolor continúa o incluso es mayor, o si la fiebre hace su aparición, debes acudir a que te vea un médico con la mayor rapidez posible.