Mi hijo se hace pis en la cama

Mi hijo se hace pis en la cama ▷Vida saludable | El Blog de El Corte Inglés Seguros

Los niños suelen hacerse pis en la cama, algunos con más frecuencia con que otros, e incluso pueden tardar años en controlarlo. Que estos escapes sucedan es algo que con frecuencia suele preocupar a los padres.

No hay una edad concreta para que los niños dejen de hacerse pis en la cama, pero hay ciertas ocasiones en las que puede ser aconsejable buscar la ayuda profesional para que el pequeño llegue a controlarlo por sí mismo.

En el desarrollo de un niño no hay plazos fijos sobre su evolución, y por eso tampoco hay una edad fija para mantener el control de los esfínteres.

Sin embargo, es común que entre los dos y los cinco los niños, suelan mojar la cama, pero si pasada esa edad el problema continúa, y no son escapes puntuales, convendría consultar a un pediatra.

La eneuresis nocturna

Se denomina enuresis nocturna a los escapes de orina que se producen cuando el niño está durmiendo después de los cinco años, edad en la que se supone que ya deben controlar la micción de forma refleja.

Los médicos diferencian dos tipos eneuresis:

  • enuresis primaria, se denomina así cuando el niño nunca ha conseguido controlar los escapes.
  • enuresis secundaria, se denomina así a la fase en la que después de un periodo igual o superior a seis meses de que el niño haya logrado controlar el pis, vuelve a mojar la cama.

Debes sabes que es un trastorno más frecuente en niños que en niñas y que es bastante común. Normalmente, suele desaparecer espontáneamente según el pequeño va creciendo, pero en los casos en los que se prolonga, se puede beneficiar de la ayuda de una profesional.

Causas por las que un niño se hace pis en la cama

Pueden existir diversos motivos por los que produzca la eneurisis nocturna:

  • Estreñimiento crónico. Si el pequeño sufre este trastorno, es posible que sea el responsable. La acumulación de heces en el intestino y su endurecimiento provocan una presión excesiva sobre la vejiga, lo cual provoca dificultades para retener la orina.
  • Antecedentes familiares. La genética es importante para determinar la enuresis, ya que prácticamente todos los que la sufren tienen un familiar que también lo sufrió en la infancia.
  • Por causa de otras enfermedades. Debido a algunas malformaciones en el sistema urinario o enfermedades como la diabetes tipo 1 pueden repercutir en dificultades para controlar la micción, aunque en estos casos, los escapes, suelen producirse también por el día y no únicamente durante la noche.
  • Tienen un sueño muy profundo. A los niños que tiene un sueño tan pesado que caen como “en coma” lo único que les ocurre es que tienen un sueño tan pesado que no se despiertan con facilidad, por lo que acaban haciéndose pis en la cama sin darse cuenta.
  • Factores psicológicos. Los niños que padecen acoso escolar, tienen problemas familiares o sufren angustia por algunas situaciones, como un cambio de colegio, la llegada de un nuevo hermano… pueden comenzar a mojar la cama.

Cuando debo preocuparme

Normalmente que un niño se haga pis en la cama es un problema que no reviste gravedad y que suele desaparecer de manera relativamente fácil. Pero es importante consultar al pediatra si se dan las siguientes situaciones:

  • Si además de hacerse pis durante la noche, tiene escapes de orina durante el día- exceptuando que la causa sea que el niño no va al baño porque está atrapado por el juego, televisión, etc.- o tiene escapes de heces.
  • Si existe dolor, escozor, urgencia o dificultad para orinar o presenta orinas turbias, malolientes o con sangre.
  • Si vuelve a mojar la cama después de seis meses de haber logrado controlar la micción.
  • El problema interfiere en la vida normal del niño: no quiere acudir a las excursiones del cole o rehúsa a quedarse a dormir en casa de algún amigo, el problema le genera ansiedad o tristeza, etc.

En estos casos, es importante atajar el problema para descartar que haya trastornos o enfermedades del sistema urinario y problemas psicológicos que pueden estar detrás de los escapes de pis.

Además, es una forma de evitar que el pequeño desarrolle un trauma o un complejo por seguir mojando la cama a una edad en la que se supone que ya no debe hacerlo y esto le suponga una dificultad en sus relaciones sociales normales como hemos comentado.

¿Qué puedo hacer yo para ayudarle?

Lo primero es que hables con tu hijo del tema para que sepa que el problema no es culpa suya y que los mayores van a tratar de ayudarle en todo lo que necesite. Ten cuidado porque los castigos, el chantaje o las comparaciones con bebés o niños más pequeños tener un efecto contraproducente.

Evitar que el niño beba mucho antes de acostarse y asegúrate de que hace pis antes de irse a la cama. Es importante evitar las bebidas con cafeína porque irritan la vejiga.

Existen unos detectores de humedad, llamados alarma de enuresis, que dispara una alarma sonora que despierta al niño cuando comienza a hacerse pis. Debe recomendar su uso el pediatra, pero no todos los especialistas son partidarios de su uso.

Puedes motivarle celebrando sus progresos e implicarle en el tratamiento que haya recomendado el pediatra animándole a cumplir las pautas prescritas, e incluso a tomar la medicación, en caso de que se la hayan preescrito.

También se recomienda que el pequeño participe en las labores de cambiar la ropa de cama mojada, llevarla a lavar, cambiar el pijama, asearse… pero que todo esto no le suponga una humillación, sino como una parte de la terapia que tiene que cumplir para superar su problema.

Otra idea para motivar al pequeño es hacer un calendario que refleje las noches secas y las que se le ha escapado el pipí, con pegatinas y dibujos, que le muestren su progreso durante el tratamiento.

Hay algunos casos en los que el pediatra puede prescribir medicación para paliar este problema, bien para reducir el volumen de orina y evitar que se escape por la noche (desmopresina) o bien para controlar la actividad muscular de la vejiga (oxibutinina).

Es muy poco frecuente que los niños requieran tratamiento psicológico y aún menos farmacológico contra la ansiedad o problemas emocionales, que se suelen resolver con el control de la enuresis y no dejar secuelas en la edad adulta.

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