Urólogo privado en el seguro de salud

La urología es la rama específica de la medicina que se encarga del estudio, prevención, diagnóstico, atención y tratamiento de las enfermedades relacionadas con los órganos del sistema urinario y retroperitoneo (zona pélvica, diafragma, lumbares…) tanto del sexo femenino como del masculino.
Se trata de un especialista que la mayoría de la población de hoy en día visitamos habitualmente o hemos visitado alguna vez y su función es por todos conocida, ya que trata afecciones bastante comunes. Muchas veces, al tratarse de una especialidad, solemos citarnos con el urólogo de nuestro seguro de salud, para acortar las esperas.
¿Cuáles son las dolencias más habituales que suelen tratar los urólogos?
Infecciones urinarias, incontinencia urinaria, litiasis, pielonefritis, balanitis, hematuria, problemas varios relacionados con la próstata, nocturia, enfermedades de transmisión sexual, disfunciones sexuales masculinas, tumor de vejiga…
En definitiva, el urólogo es el médico especializado en diagnosticar y tratar las dolencias relacionadas con órganos como: vejiga, riñón, glándula suprarrenal, próstata, pene, escroto, testículos, epidídimo, uréter, vía seminal, uretra o suelo pélvico.
A su vez, las subespecialidades más habituales que abarca la urología se dividen en ramas como la urología infantil, femenina, masculina, geriátrica, andrología, endourología, urolitiasis y oncología urológica. Por tanto, además de ser un perfil licenciado en medicina y posteriormente especializado en la rama de la urología, el profesional puede decantarse por una o varias de estas ramas dentro de su campo.
Por regla general, en la Sanidad Pública ha de ser el médico de cabecera el que, tras una primera inspección, solicite al paciente la visita a este especialista por una dolencia concreta.
¿Qué pasa con la sanidad privada? ¿Si tengo un seguro de salud puedo visitar al urólogo sin necesidad de largas esperas?
Por supuesto que sí, la mayoría de las compañías de seguros cubren esta especialidad, pero es conveniente que te informes previamente. Por ejemplo, imagina que eres una persona con cierta facilidad para sufrir infecciones de orina de forma habitual (malos hábitos de higiene, frío, etc) antes de contratar un seguro de salud, debes informarte para cerciorarte que esta especialidad irá incluida, ya que tarde o temprano, te resultará útil.
Cuando se tiene un seguro de salud privado, se puede solicitar acudir a un urólogo de forma directa siempre y cuando esté estipulado en su póliza, además, dependiendo de cada caso, puede hacerse necesario también la visita previa a especialista de medicina general. Hay seguros que se harán cargo del importe íntegro de la visita y otros de un porcentaje, todo depende de la compañía y las características de la póliza.
Los seguros de salud se dividen en dos ramas fundamentales dependiendo de la prestación, Seguro de Enfermedad y Seguro de Asistencia Sanitaria. A su vez, dependiendo de la compañía aseguradora y de las necesidades del paciente, en este caso tomador del seguro, la póliza puede incluir unas coberturas u otras basadas en la elección de un cuadro médico, siendo las más básicas las relacionadas con asistencia primaria y medicina general, servicio de urgencia, servicio de enfermería, hospitalización o traslados en ambulancia. Otras de las coberturas que también ofrecen las compañías aseguradoras son los gastos relacionados con prótesis o implantes, las segundas valoraciones médicas para contrastar un primer diagnóstico ante la aparición de determinados síntomas, servicio de podología (hasta un número determinado de visitas al año) e incluso servicio de salud dental (muy demandado este último sobre todo en los seguros de salud que ofrecen las empresas a sus empleados dentro de sus planes de incentivos).
Además, los seguros de salud incluyen la posibilidad de elegir medicina especializada siendo el tomador el que tendrá la posibilidad de elegir el médico especialista que necesita, como por ejemplo, el servicio de urología, alergología cirugía maxilofacial, cardiología, cirugía plástica o reparadora, dermatología, neurología oncología médica, etc.
Siempre hacemos hincapié en la necesidad de la información previa con la aseguradora, ya que no todas las compañías ofrecen las mismas coberturas o ventajas, para un determinado seguro, es decir, varían por tratarse de empresas diferentes.