Es un momento verdaderamente difícil, el de perder a un ser querido. Además del dolor y los duros días que rodean ese acontecimiento, hay temas burocráticos que resolver, como el del banco. En el peor de los casos conlleva otros problemas añadidos, ya que suelen darse conflictos entre los herederos. Los sentimientos a flor de piel hacen a veces que estallen los nervios. Aunque no siempre pensamos en ello con verdadera anticipación, tener un seguro de vida hace mucho más fáciles estos momentos.
Porque en estas situaciones, entre los herederos, hay alguien que formula en voz alta la pregunta: ¿y cómo se entera el banco de un fallecimiento? ¿se puede sacar el dinero antes de que este hecho se produzca?
Muchas veces es el propio titular de la cuenta, si sabe que su fin está próximo, quien indica a conyuge o hijos que saquen el dinero del banco antes de que fallezca, para evitar trámites pesados y laboriosos, o para evitar el pago del impuesto de sucesiones, por el que hay que pagar al recibir dinero de una persona que fallece. Pero esto que se pretende hacer para evitar problemas, puede en realidad generarlos.
Una vez se produce este hecho, son los herederos los que deben comunicar a la entidad bancaria lo que ha sucedido. Tendrán que realizar unos trámites que les conducirán a reclamar las cuantías existentes en la cuenta del fallecido.
Necesitarán un justificante que les dé derecho a acceder a la cuenta del banco, que consiste en aportar a la sucursal el certificado de defunción, las últimas voluntades y copia autorizada del testamento. De no haber testamento, habrá que presentar un auto notarial o judicial con la declaración de la existencia de herederos abintestato.
Si la herencia está aún sin dividir, necesitarán justificar al banco su derecho a adjudicarse los bienes y el consentimiento expreso de los herederos, para que el banco consienta la disposición de los bienes.
El banco, por su parte, debe facilitar las cosas a los herederos que acrediten su condición, pero son muy escrupulosos con estos temas, por lo que lo mejor es llevar preparada toda la documentación que nos puedan pedir. Hay bancos que de manera puntual permiten disponer de los fondos si todos los herederos consienten y si lo solicitan para cubrir los gastos mortuorios.
Si como heredero, crees que el banco no está actuando como debiera, puedes ir a la Agencia Tributaria a recopilar datos, acreditando una vez más tu condición de heredero. Así sabrás también si el fallecido tenía cuenta en alguna otra entidad bancaria.
Si el banco se entera de un fallecimiento, tiene la obligación de custodiar el dinero hasta que sea reclamado por alguna persona. Si en 20 años no hay reclamación sobre los fondos de ese titular fallecido, termina en las arcas del Estado.
Mientras los herederos acuden a reclamar el dinero al banco y el banco comprueba la veracidad de toda la documentación, las personas que estaban autorizadas a hacer movimientos en la cuenta mientras vivía el titular, dejan de poder hacerlo; la cuenta es bloqueada por el banco, sobre todo si había más de un titular en la cuenta y este entra en conflicto con los herederos. La cuenta se bloquea por orden del fisco para evitar que se retire el dinero sin pagar los impuestos correspondientes; y se siguen cargando recibos en esa cuenta, de momento. Los suministros o mensualidades que se estaban pagando, se siguen recibiendo en el mismo lugar, a la espera de que se notifique a todos los acreedores el fallecimiento del titular.
Para desbloquear la cuenta será necesario presentar las actas y los certificados que comentamos anteriormente (certificado de fallecimiento expedido por el Registro Civil), certificado de últimas voluntades y copia del testamento (autorizada).
Poco apetece pensar en estos papeleos y visitas burocráticas cuando alguien de nuestro entorno acaba de fallecer, pero es algo que hay que hacer antes o después. Contar con la ayuda de alguien que sea entendido en la materia es fundamental, así que no está de más preguntar si en tu seguro de vida o de decesos están incluidos estos trámites. Y si no tienes uno de estos seguros, quizá sea momento de pensar en uno y ganar en tranquilidad sabiendo que los que se queden aquí cuando te vayas, no tendrán que preocuparse de esos desagradables asuntos. No esperes más y habla con nosotros.